Cine

'Puerto de las luces': la migración contada a través de los ojos de la cineasta Marine Discazeaux

El cortometraje se llevó el Premio del Público en la 14ª edición del concurso de cine Visionaria

La película corta se acerca a un momento de la vida de Moussa, un chico senegalés que vive en Gran Canaria

Fotograma del cortometraje 'Puerto de las luces' en el que se ve a Moussa, su protagonista.

Fotograma del cortometraje 'Puerto de las luces' en el que se ve a Moussa, su protagonista. / LP/DLP

Martina Andrés

Martina Andrés

Las Palmas de Gran Canaria

Marine Discazeaux saca un hueco como puede en su apretada mañana para coger el teléfono. Las pateras no dejan de llegar a Gran Canaria y la cineasta, que trabaja en una ONG que atiende a las personas migrantes cuando ponen los pies sobre tierra firme, anda acelerada de un lado para otro. Aun así, encuentra el momento para hablar de Puerto de las luces, el cortometraje que se llevó el Premio del Público hace ya casi dos meses en la 14ª edición de Visionaria, el concurso cinematográfico de la Asociación de cine Vértigo.

«La idea de este corto sale por mi trabajo, donde tengo el privilegio de poder entender de cerca lo que está pasando con el tema migratorio, algo de lo que mucha gente habla en la Isla sin saber», comienza explicando Discazeaux. «La gente ve a los chicos en la calle y sacan conclusiones. Aquí se puede ver su frustración diaria. Todos vienen a trabajar para mandar dinero a sus familias. Pero se habla de la migración como si fueran a venir para otras cosas, cuando en el 99% de los casos es para ayudar», añade.

Esta frustración es la que la cineasta deja entrever en el minuto y medio que dura Puerto de las luces. Moussa, su protagonista, habla por teléfono con su padre mientras corre de noche arropado por los barcos que reposan sobre el agua. Se acerca la Fiesta del Cordero, que se celebra el 26 de junio, y la presión sobre los que se han ido a España a buscar una vida mejor, aumenta.

«Eres un buen pescador. Yo mismo te enseñé. Sal a pescar y manda dinero», le insiste a Moussa su progenitor, que no entiende que su hijo no encuentre trabajo estando en Europa. Porque este continente para muchos senegaleses es eso: un lugar donde reina la abundancia y no les va a faltar de nada. Aunque la realidad cuando llegan es después muy distinta.

La ansiedad

«Dos meses antes de la Fiesta del Cordero yo veo la ansiedad. Los chicos van sufriendo en abril, mayo... Quieren salir, ir a la Península, trabajar para mandar dinero porque la celebración se está acercando. Les pasa igual que a nosotros que tenemos nuestra Navidad, que queremos comer algo distinto y especial el día 24 o 25. En esas fechas, palpo más la frustración y el dolor», describe Discazeaux.

«Desde allí hay desconocimiento de la sociedad española. Está todo malinterpretado y muchos chicos que llegan no comunican la realidad a sus padres con tal de no hacerles sufrir. La familia se imagina una cosa y no entienden que están en una isla y el contexto que se encuentran aquí», puntualiza.

Discazeaux va todos los días en bicicleta al trabajo. En el camino, en ocasiones se encuentra a algunos de los chicos sentados, mirando los barcos, pequeñas embarcaciones pesqueras o cruceros gigantes que impresionan hasta a la gente local que está más acostumbrada a verlos.

La paradoja

Cuando habla con ellos, la paradoja constante que es el mundo en el que vivimos aparece entre líneas como si fuera un grito en mayúsculas: «Les parece surrealista que una persona quiera pagar para estar en el mar cuando para ellos esta travesía es un horror, es el miedo en persona. Es como cuando les contamos que camperizamos las furgonetas y se preguntan que por qué queremos dormir en un maletero. No lo entienden. Igual que eso de subirse a un barco y meterse en una piscina, cuando está todo el mar alrededor. Unos cogen el mar por puro lujo y otros por pura necesidad», relata la directora de Puerto de las luces.

Que este cortometraje se haya llevado el Premio del Público en Visionaria es para Discazeaux una prueba de que no todo está perdido, de que una sociedad más tolerante y solidaria es posible. «Recibí el premio con mucho orgullo. Unos días antes había habido una manifestación extremista para mostrar rechazo a los migrantes. Ganar un premio del público en un concurso donde hay muchos cortos que hablan de Canarias me pareció muy gratificante, que aunque el público haya visto cortos que hablan de su propia historia, votaran por la historia de Moussa. Lo recibí con mucha esperanza, la gente es muy humana aún», apunta la cineasta.

'Superhost'

Aunque ahora está volcada en su trabajo humanitario, Marine Discazeaux cuenta con una amplia trayectoria en el mundo del cine. Prueba de ello es su papel protagonista en la película de ficción Julie de Alba González de Molina que llegó al cine Monopol de la capital grancanaria -cuando todavía existía- en el año 2016.

Además, la cineasta francesa que lleva 15 años afincada en Gran Canaria, es una habitual en las muestras de Visionaria. Tanto es así que en el año 2022 fue su corto Superhost -que cuenta como ella y su vecino Ángel ven amenazados sus hogares en la calle Pedro de Vera por el turismo y la especulación- el que se llevó el primer premio de la 12ª edición del concurso.

Discazeaux también ha participado en títulos como el cortometraje Todo tiene su hora (2015) o la película de ciencia ficción Titán (2018).

«Debido a mi trabajo, que es muy intenso, tampoco tengo mucho tiempo de llevar a cabo proyectos cinematográficos. Visionaria me reta un poco en cada edición a sacar una idea. Desde hace unos años, la migración que tengo alrededor es lo que más me inspira», concluye.

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