La poesía religiosa y circunstancial de María Joaquina de Viera y Clavijo centra el Día de las Escritoras

La poeta María Joaquina de Viera y Clavijo nació imbuida en el contexto de la Ilustración -Puerto de la Cruz, 1737- y por lo tanto fue hija de sus códigos y principios. Por ese motivo, en sus versos están presentes la domesticidad y la religiosidad. Más bien, todo lo contrario. Así lo plasman algunos de los poemas que hoy se han leído en el Teatro Guiniguada en un acto organizado por el Gobierno de Canarias por el Día de las Escritoras que ha puesto en valor su olvidada figura.

Con la presencia del viceconsejero de Cultura del Gobierno de Canarias, Horacio Umpiérrez, la consejera de Universidades, Ciencia, Innovación y Cultura, Migdalia Machín y la directora de la Casa Museo Pérez Galdós -además de experta en la figura de la poeta-, Victoria Galván, la voz de María Joaquina de Viera y Clavijo ha vuelto a la vida sobre las tablas del teatro capitalino a través de sus sátiras en las que no duda dirigirse a aquellos que cuestionan su poesía.

María Joaquina de Viera y Clavijo, la primera poeta de Canarias, protagoniza el Día de las Escritoras 2024

Dices que, si apenas hablo/ ¿Cómo escribo poesías?/ Hágolo callada y callo/ Para no hablar boberías. Callado se ha mantenido el legado de la escritora durante años en los que su figura, a pesar de su relevancia al tratarse de la primera poeta del Archipiélago, ha estado siempre a la sombra de la de su hermano, el historiador José de Viera y Clavijo. Fue el magisterio que este ejerció importante en su camino hacia el verso, al igual que las clases de latín que recibía de pequeña de la mano de su padre. Pero fueron su talento y su constancia los responsables de que hoy su obra comience a ocupar el lugar que se merece en la historia de la literatura en Canarias.

Frescura y profundidad

Umpiérrez fue el encargado de iniciar el acto en homenaje a la figura de la poeta. El viceconsejero de Cultura hizo alusión a la importancia de «empezar desde el principio», desde los orígenes. «Lo único que hemos hecho es recuperar de los fondos un documento, un recordatorio. Cada vez que editamos algún libro de algún creador, lo que hacemos es hacer memoria, hacer historia, construir nuestra columna vertebral identitaria», reflexionó.

«La obra de María Joaquina, poco conocida en su tiempo, merece ser rescatada y celebrada. Nos habla hoy con una frescura y una profundidad sorprendentes. No solo reconocemos su talento individual, reconocemos a esas mujeres que se atrevieron a escribir en un mundo que les negaba ese derecho», dijo por su parte Machín en una intervención que siguió a la de Umpiérrez.

«Esta elección del Día de las Escritoras Canarias podrá subsanar el desconocimiento que hay todavía sobre nuestro patrimonio literario», reivindicó Galván. «Hay fuentes manuscritas conservadas donde se aprecia el tono y el contenido de sus versos, predominantemente de tipo circunstancial, originados en la vida política, social, cultural o religiosa. Es un paradigma literario que ella asume de la Ilustración, el compromiso con la realidad del presente», añadió.

Aunque como indica Galván, el talante de la poeta «responde al de una firma defensora del modelo de la mujer virtuosa», por otro lado, en sus versos está vigente «su autonomía, su dignidad y orgullo al empuñar la pluma». La escritora fue una mujer de su época que, además de involucrada en el cuidado de sus padres, sus hermanos y el hogar, adquirió un compromiso que tuvo más fuerza que las barreras impuestas a las mujeres en los siglos XVIII y XIX.

De plantas medicinales/ Te figuro aquí un jardín,/ Con el especioso fin/ De curarte algunos males, escribe en uno de sus poemas religiosos. ¿Cuántos males le curaría la poesía? Si no hizo tal cosa, al menos fue para la poeta una vía de desahogo en la que con «orientación autobiográfica» -como dice Galván en el prólogo de la Selección Poética editada por el Gobierno de Canarias- retrató sus inquietudes y las de la sociedad de la época.

«Por medio de la sátira, la voz de la poeta arremete contra los daños y los efectos negativos de las modas en las familias, en la economía, en la institución matrimonial y en la moral cristiana», describe Galván haciendo alusión al lado más conservador de la poeta. «María Joaquina, como muchas mujeres, probablemente se protege bajo el tópico porque sabe que no es una igual en el campo literario o artístico», añade la experta en el mencionado prólogo.

El acto terminó ayer con una dramatización de poemas de la autora, a cargo de la actriz canaria Sara Álvarez, y un reparto de libros de la autora.

Desde 2018

El Día de las Escritoras es una conmemoración que se celebra cada año con el objetivo de visibilizar y reconocer el legado de las diferentes autoras y su aportación a la literatura -y también al habla- de las Islas. La celebración se convoca en torno a la festividad de Teresa de Jesús, el 15 de octubre. Esta es ya la séptima edición de un reconocimiento que protagonizó por primera vez la poeta Elsa López en 2018 -a la que hizo referencia Machín en su discurso-, y que en ediciones posteriores ha estado dedicado a Isabel Medina, Olga Rivero Jordán, María Teresa de Vega, Roberta Marrero y Cecilia Domínguez.

El nombre de María Joaquina de Viera y Clavijo se suma así a este grupo de mujeres que, sin saberlo, han seguido el legado de la pluma que un día ella fue la primera en alzar.