El Palmeral, el nuevo espacio artístico que emerge en Vegueta

Cualquier sitio es bueno y adecuado para que confluyan el arte y la creatividad cuando hay ganas y empeño. Así, en un garaje escondido del barrio grancanario de Vegueta, se está gestando el espacio El Palmeral, una oportunidad para los artistas emergentes para dar a conocer su obra, un punto de encuentro para la cultura alternativa de la ciudad que tan falta de espacios está. 

Su impulsora es la licenciada en Bellas Artes, gestora cultural y museóloga, Elena Marrero Betancort, que hace seis meses comenzó a transformar esta idea en una realidad tangible. Tras vivir largo tiempo fuera de la Isla y volver hace nueve años, esta canaria originaria de Firgas ha estado comisariando exposiciones y escuchando lo que el tejido artístico y cultural local tiene que decir; prestando atención a sus necesidades, que en muchos casos pasan por tener un lugar en el que poder expresarse, exponer, vender su obra o probar formatos nuevos más experimentales.

«Esto surge porque llevo bastante tiempo viendo que hay una necesidad enorme de locales en la ciudad, en la Isla. Hay espacios a nivel administrativo, está el Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM), La Regenta, pero privados hay muy pocos. Esto surge porque los artistas tienen el ansia de que pase algo diferente», explica Marrero. 

Fue el Taller Isla de Papel, de Dácil Bueno, el que le dio la oportunidad a esta propuesta distinta a abrirse paso entre las calles empedradas del casco antiguo de Las Palmas de Gran Canaria. «El Palmeral surge a raíz de hablar con Dácil y de ver que tenía un espacio vacío detrás de su taller», recuerda la museóloga, que afronta con mucha ilusión la gestión de este espacio que ya tiene una programación definida hasta julio de 2025.

La inauguración

La inauguración de El Palmeral, ubicado en el Callejón de la Calle Fuente, tendrá lugar el próximo 14 de noviembre a las 19.00 horas. Para presentar el espacio, la propuesta elegida por Marrero ha sido la exposición colectiva Ellas, en la que participan las artistas Zhana Yordanova, Yasmina Pérez y Carolina Hernández. Una muestra que habla del cuerpo, de la memoria y de la naturaleza y que conecta el paso del tiempo a través de la mirada de las tres mujeres que participan en ella. 

La exposición se encuentra dentro del marco de actividades que tendrán lugar en El Palmeral durante los días 22, 23 y 24 de noviembre junto a los chicos de Photobook Club Canarias (integrado por Yon Bengoechea, Christian Navarro, Pascual Ross y Rafael Arocha). Un encuentro de acción fotográfica que a lo largo de tres días acercará al público esta disciplina que Marrero quiere poner en valor en su espacio.

«En esta primera inauguración está todo enmarcado en torno a la fotografía, al photobook y al arriesgarme con varias cosas. He querido abrir este espacio en una ciudad en la que todavía no hay esa educación hacia la cultura o hacia la compra de obra. También me arriesgo con la fotografía, que todavía no está súper valorada aquí. Es un riesgo en todos los sentidos, pero lo afronto con mucha ilusión y con muchas ganas», recalca la gestora cultural grancanaria. 

Marrero ha querido arrancar con la fotografía como protagonista pero no se olvida del resto de artes visuales, haciendo honor a la esencia de El Palmeral -que busca ser un espacio vivo y en constante crecimiento y desarrollo que abarque distintas disciplinas- y a su puesto como presidenta de la Asociación Islas Canarias de Artistas Visuales (AICAV).

«Tengo que ser coherente con la necesidad de visibilización de los artistas. Después de esta primera inauguración y de la primera exposición, vendrá la artista Ana Beltrá. La idea es alternar fotografía con artes visuales. Ya me han escrito varios artistas para hacerme propuestas y, por otro lado, estoy totalmente abierta para ver proyectos nuevos y artistas nuevos y ver cómo podemos encajarlos en el proyecto», añade Marrero animando a que los creadores y creadoras se pongan en contacto con el espacio.

La contracultura en la ciudad

El Palmeral se sumará el 14 de noviembre tras su apertura a la lista de espacios alternativos y contraculturales que están esparcidos por la ciudad, sobre todo en polígonos como el de El Sebadal, donde destacan iniciativas como Cero Fanzine o Sala Faro, que mantienen activa la agenda cultural de la ciudad con una oferta minoritaria y diferente al margen de los cauces institucionales.

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«La verdad que el panorama es un tanto desolador. Da mucha rabia que no haya más proyectos culturales relacionados con las artes visuales. Sabemos que hay muchísima gente y muchísimos artistas con un potencial increíble en la ciudad o en la isla en general, pero no hay suficientes espacios como para poder proyectarlos», se lamenta Marrero.

Por ello, al lado de lo que en el pasado fue el barranco del Guiniguada, se erige este palmeral metafórico que promete, en palabras de su impulsora, ser un lugar lleno de «arte, de diversión y de entretenimiento», un espacio vivo que, a su vez, da vida a la actividad cultural de la ciudad.