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Un cuento para romper estereotipos desde la infancia

El proyecto ‘Cuentacuentos por Igualdad’ llega a cinco centros escolares de la capital grancanaria para promover la inclusión

María Buenadicha en el proyecto 'Cuentacuentos por la Igualdad'.

María Buenadicha en el proyecto 'Cuentacuentos por la Igualdad'. / LP/DLP

Johanna Betancor Galindo

Johanna Betancor Galindo

Los cuentos tienen el poder de transformar miradas y derribar barreras invisibles. Durante el último mes, en cinco centros escolares de Las Palmas de Gran Canaria, las palabras han tejido un espacio donde los colores no tienen dueño y los juguetes están libres de etiquetas. Más de 400 niños y niñas, de entre tres y cinco años, participaron en el proyecto Cuentacuentos por la Igualdad, una iniciativa que fomenta la libertad de elección e inspira a imaginar un mundo diferente.

La actividad, promovida por la Concejalía de Igualdad, Diversidad y Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, se llevó a cabo en los CEIP Hoya Andrea, Siete Palmas, Giner de los Ríos, Doctor Juan Negrín y León y Castillo. En cada uno de estos colegios, los cuentos se convirtieron en ventanas hacia mundos donde la aceptación personal y la variedad brillan como principios fundamentales. A través de relatos, canciones y títeres, el proyecto pretende enseñar que la igualdad comienza desde la infancia, mostrando a los niños y niñas que pueden tomar decisiones basadas en sus propios intereses, libres de presiones externas.

Seleccionar las historias no fue tarea sencilla. María Buenadicha, narradora profesional a cargo de las sesiones, explica que buscaba cuentos que conectaran emocionalmente con los pequeños y transmitieran valores esenciales como la igualdad y la diversidad. Algunos relatos ya formaban parte de su repertorio, mientras que otros fueron nuevos hallazgos, que descubrió explorando catálogos especializados. «Trabajé desde la aceptación personal y la libertad de elegir según los gustos de cada uno», señala.

Relatos, títeres y juguetes para ganar confianza y derribar patrones tradicionales

Entre los títulos escogidos se encuentran Elmer, de David McKee, que celebra la diversidad; La lucecita de plata, del autor canario Luis Sánchez Brito, que narra la historia de un niño poeta y sensible; y La princesita bombera, de Cristina Mesa. Estos cuentos permitieron que los niños se reconocieran en personajes diversos, desde héroes tiernos hasta niñas valientes, ofreciéndoles modelos distintos para imaginarse a sí mismos.

Las sesiones también se enriquecieron con títeres y juguetes artesanales, elementos que ayudaron a captar la atención de los más pequeños. Para Buenadicha, el mayor logro fue comprobar cómo las palabras, por sí solas, podían fascinar al público. «En esos momentos, cuando se quedan embelesados con la historia, sientes que todo vale la pena», comenta.

Con años de experiencia en la narración oral, Buenadicha apuesta por respetar la esencia de los cuentos, adaptándolos cuidadosamente a las edades de los niños. Prefiere internalizar la trama y contarla en sus propias palabras, lo que le permite adaptar las historias a las reacciones del público. «A veces, lo que dicen los niños en una sesión se convierte en parte del cuento en la siguiente. Es un proceso vivo, en constante evolución», explica.

De esta forma, Cuentacuentos por la Igualdad no solo deja su huella en los niños y niñas, sino que también anima a familias y docentes a reflexionar sobre los estereotipos que aún persisten en nuestra sociedad. A través de cuentos, títeres y personajes, el proyecto siembra valores como la empatía, la equidad y la inclusión, con la esperanza de que estas semillas florezcan algún día en un mundo más igualitario.

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