'Tamarania' de Zalakadula: el susurro de la imaginación

Del 28 al 30 de diciembre, el Teatro Pérez Galdós acoge un espectáculo que reinventa los cuentos clásicos con música en directo, humor y reflexión. Con seis funciones diseñadas para toda la familia, la obra invita a descubrir la magia de lo cotidiano y el poder transformador de la literatura.

Johanna Betancor Galindo

Johanna Betancor Galindo

Cuando la Navidad tiñe las noches de magia y los sueños se hacen realidad, el Teatro Pérez Galdós se transforma en un portal hacia la imaginación. Del 28 al 30 de diciembre, la función Tamarania abrirá sus puertas al público con seis funciones programadas a las 17:00 y 19:30 horas. Esta experiencia, que combina música, teatro y literatura, llega de la mano de la compañía Zalakadula, que celebra su 29ª temporada con una propuesta que reivindica el poder de la fantasía y la capacidad de soñar a través de la lectura.

Tamarania no es solo un homenaje a los cuentos clásicos, sino una relectura que los adapta al mundo actual. «Lo que hicimos fue combinar la idea de un barrio, como representación de la realidad, que lindara con el bosque de los cuentos. Así, imaginamos a los vecinos de ese lugar como personajes de los cuentos clásicos, conviviendo en una armoniosa fusión entre lo cotidiano y la fantasía», explica Luifer Rodríguez, director artístico y coautor del libreto.

La trama gira en torno a Inocencia, una niña que debe escribir un cuento para el colegio y lucha por encontrar inspiración. Su encuentro con Gina, un hada interpretada por Mari Carmen Sánchez, la lleva a descubrir que los personajes más extraordinarios no están en tierras lejanas, sino en las historias cotidianas que habitan en su propia localidad. Este viaje transforma su percepción, recordándole que la imaginación tiene el poder de hacer visible lo extraordinario en lo común.

«La creatividad nos permite imaginar nuevos mundos y reflexionar sobre el que habitamos»

La obra entrelaza personajes reales y ficticios, ofreciendo giros innovadores a figuras emblemáticas como Cenicienta, Blancanieves o el Lobo de Caperucita Roja. Cenicienta, por ejemplo, cuestiona ser valorada únicamente por el tamaño de sus pies, mientras Blancanieves se reinventa como una influencer atrapada en la obsesión por su imagen. «Queremos rescatar el valor de los cuentos como herramientas pedagógicas que desarrollan la imaginación y el pensamiento crítico, esenciales en un mundo lleno de bulos y desinformación», añade Rodríguez.

Estas reinterpretaciones ofrecen una reflexión sobre temas actuales, como los estereotipos, la dependencia de las redes sociales y la necesidad de formar opiniones propias en un entorno mediático cada vez más complejo.

El espectáculo, diseñado para todas las edades, es una experiencia multisensorial que combina música en directo, coreografías y una escenografía que transporta al público a un mundo donde la realidad y la fantasía conviven en armonía. Con 12 temas originales compuestos por Lisandro Rodríguez, la obra explora una variedad de géneros musicales que incluyen rock, tango, reguetón y salsa, de la mano de Antonio Lorenzo, Álex Ortega y Roberto Alemán. Estas piezas enriquecen una narrativa que cobra vida gracias al talento de un elenco destacado, integrado por Paula Ojeda, José Oliva, Roberto Kuzmanich, Raúl Pérez ‘Chichirito’, Ariadne Cruz, Alberto Ventura, Judith Sosa y el propio Luifer Rodríguez. La escenografía, que incluye un bosque de plantas naturales proporcionadas por el vivero Godoy, añade un toque pintoresco al escenario del Teatro Pérez Galdós.

El espectáculo rescata el valor de los cuentos clásicos como herramienta pedagógica

Más allá de su despliegue artístico, Tamarania destaca por su capacidad de conectar con el público. Según Rodríguez, las funciones son interactivas, ya que invitan a los espectadores a participar y formar parte activa de la historia. «Nuestro objetivo siempre ha sido crear un espacio donde la familia pueda venir y disfrutar conjuntamente», señala.

La obra ofrece una doble lectura: una más madura y filosófica para los adultos, y otra más lúdica y visual para los niños, creando una experiencia enriquecedora para todos. «Queremos transmitir que la creatividad no solo nos permite imaginar mundos nuevos, sino también reflexionar sobre el que habitamos», concluye Rodríguez.

En un momento en que el mundo parece necesitar más magia, Tamarania emerge como un recordatorio del poder transformador de los cuentos. Zalakadula nos lleva a atravesar ese portal hacia la imaginación y descubrir que, como en las mejores historias, la verdadera magia reside más cerca de lo que jamás imaginamos.

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