Ópera

Óscar Muñoz: «La ópera de Las Palmas de Gran Canaria está completamente consolidada»

El presidente de la Asociación Amigos Canarios de la Ópera (ACO) afronta su cuarto mandato, destacando los retos actuales, la proyección internacional, los valores que inspiran su continuidad en la presidencia y la planificación para las próximas temporadas reafirmando su compromiso con la cultura y la lírica

Óscar Muñoz lidera su cuarto mandato como presidente de Amigos Canarios de la Ópera (ACO).

Óscar Muñoz lidera su cuarto mandato como presidente de Amigos Canarios de la Ópera (ACO). / Andrés Cruz

Después de más de una década al frente de Amigos Canarios de la Ópera (ACO), ¿qué le impulsa a seguir liderando la asociación?

Lo que me impulsa a seguir liderando la asociación es la misma ilusión con la que entré. Trabajar por la cultura, la lírica y la ópera en esta ciudad y en esta isla nos produce enorme satisfacción. Está bien que no lo diga yo, pero la crítica especializada refrenda que con un presupuesto de 1,8 millones logramos un nivel artístico comparable al de otros lugares de Europa, algo que ilusiona y da ganas de seguir. Aunque los cargos a veces son cargas, producen enormes satisfacciones, tanto para mí como para el equipo y la junta directiva que conformamos.

¿Cuáles son sus objetivos principales para este nuevo mandato?

Darle continuidad a nuestros espectáculos, mantener las magníficas relaciones con las administraciones públicas y financiar la temporada con capital público y privado. Esto incluye el apoyo de socios, la venta de entradas y los patrocinadores.

Desde su inicio en 2012, ¿cómo ha visto la transformación de la ACO en términos de programación, audiencia y proyección internacional?

Desde mediados del siglo XIX, Gran Canaria ha tenido una sólida tradición musical y lírica, con óperas representadas en el Teatro Cairasco, actual Gabinete Literario. La creación de ACO en 1967 consolidó esta tradición de manera anual. Durante los años 70, bajo la presidencia del conde Alejandro del Castillo, quien además fue un auténtico mecenas, y con Tito Capobianco como director artístico, llegaron figuras como Mario del Mónaco y Joan Sutherland. Aunque esta época fue espectacular, también generó desafíos económicos que hubo que ir saldando con el tiempo. En la actualidad, la proyección de ACO es mayor gracias a los avances en medios de comunicación, atrayendo críticos especializados de Alemania, Italia e Inglaterra y logrando un impacto tanto nacional como internacional.

¿Podría destacar uno de de los hitos más significativos en la historia de la asociación?

Un hito significativo fue en 1986, cuando Alfredo Kraus volvió tras una larga ausencia para cantar Romeo y Julieta. Fueron interpretaciones históricas e inolvidables. Recuerdo ver pancartas colgadas en lo que era el paraíso del teatro dándole una efusiva bienvenida al programa.

«El prestigio que hemos alcanzado trasciende a nivel cultural, llegando a ser motivo de satisfacción incluso para quienes no son aficionados a la ópera»

¿Cuáles son los principales retos en el contexto actual y cómo planea abordarlos?

Gracias a una gestión presupuestaria eficiente, liderada por nuestro director general artístico, Ulises Jaén, se evita generar déficits. Aunque las administraciones públicas continúan brindando su apoyo, se busca que las subvenciones se incrementen progresivamente para adaptarse al incremento de los costos de producción de cada temporada.

¿Cómo ha evolucionado la colaboración entre la ACO y las instituciones públicas a lo largo de los años?

Nuestra junta directiva puede considerarse afortunada por el apoyo abierto de todas las administraciones públicas, aunque con diferencias en sus aportaciones económicas. La subvención del INAEM ha caído de 400.000 euros antes de la crisis a 116.000 actuales, aunque gestionamos que esta cifra pueda aumentar con los Presupuestos Generales del Estado. Por su parte, las aportaciones del Cabildo y el Ayuntamiento son considerables, mientras que la del Gobierno de Canarias, aunque ha mejorado de 40.000 a 150.000 euros en los últimos años, aún está lejos de los 750.000 que recibíamos anteriormente, pero confiamos en que siga creciendo.

En su opinión, ¿qué papel desempeña la ópera en la identidad cultural de Canarias y qué estrategias se implementan para acercarse al público juvenil?

A través de un acuerdo con la Consejería de Cultura del Ayuntamiento de Las Palmas, organizamos conciertos dirigidos a los institutos y la universidad, permitiendo que los jóvenes asistan a ensayos generales, que son representaciones completas, exactamente iguales a las funciones oficiales. Ver la cara de satisfacción de estos chicos y chicas, muchos de los cuales nunca han ido al teatro, y observar el respeto y comportamiento tan exquisito que muestran sentados en sus butacas, es realmente asombroso. La mayoría salen entusiasmados, y esto fomenta la cultura y crea una cantera cultural para el mundo de la ópera. Por todo ello, nos sentimos profundamente satisfechos con este proyecto.

¿Qué criterios se han seguido para la elección de las obras de la temporada 2025?

Seguimos un doble criterio al programar, combinando títulos populares con novedades y priorizando el efecto taquilla para mantener el equilibrio económico. Este año presentamos Carmen, Don Giovanni, La Traviata y Madama Butterfly. Además, destacamos el doble título Le Villi e Il Tabarro de Puccini, con una obra que nunca se ha presentado en Las Palmas. Ambas, de formato breve, serán interpretadas por Christian Tetelmann, uno de los mejores tenores del mundo. Siempre buscamos incluir novedades, como Fedora el año pasado, y seguimos explorando opciones para próximas temporadas.

«En 2027 celebraremos el centenario del nacimiento de Alfredo Kraus con una temporada en consonancia al repertorio que cantaba»

¿Qué planes o proyectos tienen para seguir consolidándose como una referencia en el ámbito operístico, tanto a nivel nacional como internacional?

En 2027 celebraremos el centenario del nacimiento de Alfredo Kraus con una temporada en consonancia al repertorio que cantaba. Me puedo permitir el lujo de adelantar que están confirmados grandes tenores como Piotr Beczala, Xabier Anduaga y Javier Camarena. Por ejemplo, Werther, de Massenet, será interpretado por Beczala, mientras que Romeo y Julieta estará a cargo de Anduaga. En 2026, Beczala interpretará a Andrea Chénier tras su debut en el Met de Nueva York unos meses antes. Además, estamos trabajando en la temporada de 2028, planificando cuidadosamente para atraer a los mejores cantantes y garantizar la calidad de nuestras temporadas.

¿Cómo han logrado atraer a artistas de renombre y qué impacto espera que tengan en la calidad y prestigio de la temporada?

Uno de los factores clave para atraer grandes cantantes es la magnífica red de relaciones que Ulises Jaén, nuestro director artístico, ha cultivado a lo largo de los años. Su esposa, Isabel Rey, soprano lírica destacada, desarrolló su carrera en Zúrich, lo que permitió a Ulises entablar relaciones de amistad con importantes figuras del mundo de la ópera. Estas conexiones han beneficiado enormemente a nuestra temporada. Además, el prestigio que otorga llevar el nombre de Alfredo Kraus atrae a muchos artistas, quienes, al venir, suelen quedar encantados con la familiaridad y el ambiente acogedor de los ensayos. Desde el punto de vista turístico, también se sienten cautivados por la isla y la ciudad, combinando su trabajo con un descanso en lugares como Las Canteras o el sur. Esa relación de canto con estado vacacional les atrae una barbaridad.

¿Qué oportunidades brindan a los talentos locales?

Tenemos una serie de cantantes canarios que prácticamente ya forman parte de nuestra estabilidad de papeles que siempre se les otorga. Damos mucha importancia a los artistas locales, como Fernando Campero, Gabriel Álvarez, y a figuras como Yolanda Auyanet, quien el año pasado cantó en Roberto Devereux, y para 2027, en Lucrezia Borgia. Siempre hemos apostado por el talento canario.

¿Qué expectativas tiene respecto a la acogida de este año?

El año pasado alcanzamos un récord absoluto de recaudación por taquilla, llegando incluso a colgar el cartel de “no hay localidades” en algunos títulos. Este año, las perspectivas son igualmente prometedoras. Aunque algunos títulos como Don Giovanni e Il Tabarro no son tan populares, confiamos en atraer al público con repartos excepcionales, como Carlos Álvarez en Don Giovanni, uno de los mejores intérpretes de este papel en los últimos 30 años.

¿Qué acciones están tomando para hacer la ópera más accesible a distintos sectores sociales y económicos?

Considero que el precio de las localidades en la ópera puede, en algunos casos, limitar el acceso a determinado público. Sin embargo, contamos con un arco de precios bastante amplio, desde butacas a 100 euros, que creo son las más económicas de España, hasta localidades por solo 15 euros, un precio que ni el cine alcanza en muchos casos. Por ejemplo, el segundo anfiteatro ofrece entradas a 50 euros, con las mismas butacas y comodidad que el patio de butacas, pero a un precio más accesible. Este enfoque permite que el público sea heterogéneo, con personas de todas las edades. Creo firmemente que la ópera de Las Palmas está completamente consolidada en la sociedad canaria. Además, el prestigio que hemos alcanzado trasciende a nivel cultural, llegando a ser motivo de satisfacción incluso para quienes no son aficionados a la ópera, ya que ven en ella un vehículo de proyección cultural de la isla hacia el exterior.

¿Algún mensaje final?

Quisiera recordar con especial emoción a Juan de León, quien presidió ACO durante 16 años y fue nombrado hijo predilecto de la ciudad. Su legado para la ópera en nuestra ciudad es invaluable, y desde ACO solo tenemos palabras de agradecimiento por todo lo que hizo para engrandecer la lírica en Las Palmas de Gran Canaria.

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