Entrevista | Mel Ömana Cantante y compositora
Mel Ömana, cantante y compositora: "La música no tiene culpa del lenguaje social que heredamos"
«Yo, que con 15 años sentí amor por una mujer, con la primera persona que me sentí identificada fue Don Omar», afirma la artista

La cantante y compositora Mel Ömana. / LP/DLP

María Melodía Pérez Castillo (Las Palmas de Gran Canaria, 1989), más conocida como Mel Ömana, es cantante y compositora desde 2007, aunque no es hasta 2016 cuando comienza a darse a conocer. Es una artista ecléctica que no le teme a ningún estilo musical. En sus temas hay influencias del soul, los ritmos latinos, el hip hop, el reguetón y, en general, la música urbana, ese género que ya es ‘mainstream’ y que, bajo su punto de vista, es el que mejor se adapta a la hora de reflejar los cambios sociales al tener el sonido más «consumible».
¿Qué género musical diría que tiene más capacidad de adaptación para reflejar en sus letras los cambios sociales?
Los temas como este son profundos, muy matizables y nada absolutistas. Eso requiere de reflexión. Además, es algo constantemente revisable, porque mi opinión hoy puede cambiar mañana. Teniendo esto en cuenta, para mí el género musical que más se adapta a los cambios sociales es, ahora mismo, la música urbana en general, pero por una cuestión de que es sonido mainstream, no porque tenga más capacidad de adaptación.
¿Por qué cree que esto es así?
No sé por qué es el sonido más mainstream, porque, hace relativamente pocos años, dentro de esta etiqueta convivían más géneros: el rock, el pop rock, con la música urbana, el reguetón o el rap más comercial. Sí que es verdad que la responsabilidad temática del rap o del hip hop se centraba más en esas inquietudes sociales y, por otro lado, el reguetón gritaba la realidad de dónde se creó, porque no hay que olvidar nunca el contexto de dónde se crean los géneros, de dónde nacen. Y, al final, te puede parecer mejor o peor pero, si la sociedad de ese momento es de esa manera, lo que van a reflejar sus letras es lo que están viviendo los artistas o compositores en ese instante. No te inventas una temática, sino que lo observas en tu día a día. Negar a día de hoy el patriarcado a nivel mundial, o el machismo, es absurdo. Bueno, para mí es un absurdo fuerte. Incluso en sociedades que se puedan considerar más evolucionadas o más adelantadas socialmente, el machismo está de manera explícita e implícita. Considero que la música mainstream actual es la que más se adapta, pero porque es el sonido que ahora mismo es más consumible. Entonces tú vas a hablar de lo que observas o de lo que funciona.
El reguetón, el rap, el trap, la música urbana en general, son géneros que en ocasiones despiertan el debate de hasta qué punto pueden perpetuar o no los estereotipos de género tradicionales que encasillan y limitan tanto a hombres como a mujeres. ¿Cómo se posiciona en esta cuestión?
La industria musical en general es masculina, da igual del género que sea. Me molesta un poco que lo femenino se considere como un género aparte. Música femenina o género femenino. No. Las mujeres hacemos rap, hacemos reggaetón, hacemos rock, hacemos pop, y no es pop femenino o música femenina. Es verdad que de alguna manera lo he sentido. O hacer festivales femeninos. Entiendo que a veces se tenga que hacer, porque al estar todo tan masculinizado hay que meterlo un poco con calzador hasta que se normalice. Pero me da la sensación de que genera cierto paternalismo, un paternalismo que yo en mi caso no he permitido demasiado desde lo que yo puedo controlar. Siempre he tenido ese discurso de ir sin miedo a pesar de que pueda haber un posicionamiento. Porque a nadie le gusta, a los hombres tampoco, que una mujer se posicione, en líneas generales. Ahora, ¿hay géneros musicales que fomentan estereotipos? Desde mi opinión, hoy, yo considero que no. La música no tiene culpa del lenguaje social que heredamos. Yo lo considero así. El sonido no tiene esa culpa.
¿Qué la tiene entonces?
El pensamiento machista que te hace a ti componer eso y perpetuarlo es más humano que musical. No es culpa del sonido, porque el reggae también era homofóbico. En la religión rastafari se decía que los maricones no y que no sé cuantito. Y, dentro de las músicas reggae, a pesar de decir el amor es de todos, Dios nos ama, podías escuchar decir ¡aquel pato bailando’, que pato se le llamaba de manera despectiva a las personas gays. Entonces, ¿es culpa del reggae? ¿Es el reggae homofóbico? No. Homofóbica es la persona que compone ese tipo de letras.
«Entonces, ¿es el reggae homofóbico? No. Homofóbica es la persona que compone ese tipo de letras»
Y esto también se aplica al reguetón.
Yo, que con 15 años sentí amor por una mujer, soy bisexual, la primera persona con la que me pude identificar y me pude sentir a gusto con ello, fue con Don Omar. Él tenía una canción que hablaba de dos mujeres que se enamoraban, y era un ritmo de reggaeton. Es verdad que dentro del reguetón predominan letras explícitas machistas, pero aún así, para mí, el discurso es que no es culpa del sonido ni de la música, sino de la mentalidad que compone. Al final la letra es humana, es de quien la hace, no de un sonido en sí.
Usted es un reflejo vivo de eso. Por ejemplo, hay términos como mami, diabla, gata, que se utilizan en la música urbana y que pueden encasillar a la mujer en los estereotipos de siempre. Y usted, en canciones como pueden ser Diabla pegá, o en otros temas, los coges y los renuevas, le da un nuevo significado.
Los utilizo de una manera que a nivel mental lo consideres un concepto de empoderamiento. Yo observaba, cuando era pequeña, que cuando la niña gorda de mi clase se reía de ella misma, ya no podías acceder a ofenderla. Lo de puta, eres una diabla, una zorra… Bueno, Nebulosa lo hizo el año pasado con la canción Zorra. ¿Por qué el mismo concepto si es masculino es bueno y, si es femenino, solo cambiando una vocal, es un concepto malo? Zorro, zorra. Cuando tiene una A al final, tiene una connotación negativa. Pasa con algunos términos. Las mujeres nos hemos visto entonces en una tesitura de reasignar. Primero, porque a mí me empodera. Y segundo, porque creo que rompe barreras del lenguaje. Y el lenguaje construye. No es tanto una imposición, sino un ‘te voy a dar esta otra opción’. Y eso es lo que yo hago con mi música, con mis letras.
La música es, por un lado, un reflejo de la mentalidad de la sociedad y a la vez también puede promover ese cambio de imaginario y de conceptos que al final también dan lugar a un cambio de mentalidad.
Literal. Pero eso que yo hago también es observable en la sociedad. No me lo inventé. Me parece importante que se hable, porque al final yo también grito la realidad en la que yo vivo. Evidentemente puede haber una retroalimentación, pero hay un montón de factores que influyen. Yo conozco a personas dentro del mundo de la música que verdaderamente no piensan o sienten así, pero que tienen que decir ciertas cosas porque es más vendible.
«He escuchado toda mi vida canciones de reguetón y no voy por ahí diciéndole a las tías ‘putas’»
¿Por qué?
Porque al final también hay una estética dentro de la música que vende. Hay niños buenísimos diciendo ‘mami, te pongo cuatro’. O diciendo: ‘tío, clic, clac, brrrr’ y no han escuchado ni una pistola de bolas en su vida. Pero es verdad que ese discurso de que es la música la que crea estereotipos y de que son las letras las que llevan a los pibes a hacer ciertas cosas, no lo compro. Hay que ver de dónde vienen, quiénes son sus papás, qué ven en sus casas, cómo son sus hermanos, cómo son sus tíos, qué pasaron de niños, qué pasó en su contexto de barrio… O sea, si tú te identificas con una canción así, es porque hay algo que vibra de antes. Porque yo he escuchado toda mi vida canciones de reguetón y las he perreado hasta abajo y no voy por ahí diciéndole a las tías «putas». Y esto no es una herramienta personal que yo tenga porque sea una tía especial. Esto es una herramienta que tenemos todos los seres humanos. Así que si tú te identificas y te reafirmas con una canción machista es porque hay algo que tienes dentro. Y aparte, hay que mirar a la sociedad. Yo también tengo machismo dentro. Todos tenemos machismo, es una cuestión de construir.
Y lo que tampoco se puede negar es que al final la música urbana es la que más escuchan los jóvenes de hoy.
Otro debate es que, hoy en día, por ejemplo, no se fomenta tanto la curiosidad musical, sino que te atolondran el oído al ponerte canciones en el taxi, cuando vas a un bar, cuando vas a una tienda de ropa… Son casi siempre las mismas canciones con los mismos mensajes. Esto es verdad. Pero esto tiene más que ver con cómo funciona la industria de la música, que no fomenta la curiosidad musical y el acceder a otras cosas. Pero sí que hay, y esto también lo digo con mucho amor, más variedad de mensajes dentro de la música mainstream que antes.
- La Guardia Civil pide a toda la población que mire al suelo antes de subir al coche: alerta por lo que está pasando
- El SEPE lo hace oficial: quitará el subsidio a los parados que no hagan este trámite
- ¿Amante de las croquetas? Este fin de semana podrás probar más de 30 sabores en Gran Canaria
- El primer atún rojo de la temporada llega al Mercado Central con un peso de 298 kilos
- La freidora de aire revoluciona la Semana Santa: así se hacen las torrijas perfectas
- Un famoso abogado se encara con la Guardia Civil a su llegada a Canarias
- Luto en el fútbol canario: muere un querido exfutbolista
- La historia que da nombre al barrio donde nació Jose 'el del Buque