'Bajar la madre': la iniciativa que descentraliza la cultura de la capital y la traslada a las medianías de Gran Canaria

La asociación sociocultural florece en la Vega de San Mateo para dinamizar a la comunidad rural que habita en las medianías de Gran Canaria. El equipo multidisciplinar compuesto por cinco mujeres planifica este viernes un brindis inaugural con performances en torno al significado ancestral de la técnica de bajar la madre

Equipo Bajar la madre en La Caldereta, San Mateo

Equipo Bajar la madre en La Caldereta, San Mateo / lp/dlp

Las Palmas de Gran Canaria

Mientras los núcleos urbanos se mueven a gran velocidad, en las medianías de Gran Canaria cinco mujeres construyen un asidero que resiste a la vorágine contemporánea. La asociación sociocultural Bajar la madre eleva el foco de la cultura con la creación de este rincón cultural con sede en el municipio de la Vega de San Mateo.

La creadora Alicia Pardilla (Gran Canaria, 1981) teje un equipo multidisciplinar compuesto por cinco mujeres creativas para «romper las barreras de acceso al conocimiento en las zonas rurales», ofreciendo a los vecinos del campo un espacio de diálogo. «La intención es que todo lo que hagamos desde Bajar la madre deba estar en conexión con la comunidad. Hay que ubicar en el mapa la ruralidad como un enclave posible para crear arte contemporáneo, mientras ponemos en valor el territorio y nuestra tradición más ancestral», señala Pardilla.

La artista Alicia Pardilla, en una de las fotografías de la colección tomada en las Islas Salvajes

La artista Alicia Pardilla, en una de las fotografías de la colección tomada en las Islas Salvajes / Alfonso León

Y así se creó Bajar la madre: como parte de la ilusión de un grupo de amigas que una mañana se propusieron la dinamización horizontal de proyectos comunitarios en el campo que abarquen «más allá del folk o la artesanía». «Nos apetecía derribar los conceptos fetichistas asociados a la identidad canaria, que la relegan a ser más estática que dinámica», suscribe la periodista Conchi Castellano, participante en el proyecto.

Desde las medianías y con el afán de descentralizar la cultura, los cinco nombres que aúpan el proyecto, la psicóloga Leticia Corujo, la artista plástica y docente Raquel Santana, la artista Begoña Vega, junto con Castellano y Pardilla, emprenden este viaje iniciático desde una rural periferia con la invitación a un brindis este viernes, a las 18.00 horas, en la sala de exposiciones La Caldereta (Vega de San Mateo). La entrada a la inauguración de la asociación es libre, gratuita y promete diferentes acciones performáticas para introducir a la asociación inspirada en la técnica ancestral de bajar la madre. «¿Cuáles son las cosas que nos sientan bien, nos recolocan en nuestro sitio y nos motivan a vivir y seguir creando?», se preguntan desde la asociación.

Equipo Bajar la madre en La Caldereta, San Mateo

Equipo Bajar la madre en La Caldereta, San Mateo / lp/dlp

La asociación cultural se presenta como un colectivo decolonial, de componente transfeminista que estimula la oferta cultural de las medianías. «Bajar la madre es lo que yo siempre quise tener de pequeña en mi pueblo», subraya Castellano, que estuvo vinculada a la vida cultural de Santa Brígida y San Mateo

Y aunque en este periodo germinal de la agrupación se dirige principalmente a satauteños y vegueros, la intención es que Bajar la madre sea un proyecto que abarque todo el área de medianías y municipios rurales de Gran Canaria.

En este primer compás del viaje que alojará La Caldereta, se anunciará la primera iniciativa de la asociación Transhumancias y Nomadismos, un residencial de artes vivas que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de la Vega de San Mateo. La tinerfeña Paula Quintana, bailarina, coreógrafa y creadora escénica, será la guía de esta travesía; su experiencia y visión abrirán puertas a nuevas formas de habitar el cuerpo, el espacio y la escena.

La estructura de la propuesta se dispone con la claridad de una pirámide: en la base, la convocatoria a la experiencia vital, y en su cúspide, la culminación en una exposición pública que llevará el fruto de la experimentación al escenario del municipio. El proyecto se ejecutará entre el 11 y el 13 de julio, en un entorno que se despliega entre el albergue de Camaretas y el local sociocultural de San Mateo. 

Las inscripciones se abrirán el 1 de abril, con plazas limitadas, haciendo de cada cupo una oportunidad única para sumergirse en un proceso de investigación vivencial. El taller intensivo, concebido como un ritual de descubrimiento, invita a despojarse de lo cotidiano y a explorar el cuerpo como instrumento de libertad. Paula Quintana plantea un desafío: redescubrir el movimiento en su forma más pura, en un diálogo constante entre la tradición y la innovación.

Las propuestas que presenta Bajar la madre hilvanan el tejido comunitario y van más allá de residencias artísticas. Otras de las propuestas futuras que existen sobre la mesa de la asociación comprende programaciones culturales con perspectiva crítica, feminista y decolonial para la mediación sociocomunitaria.

Estos dos días de convivencia e intensa actividad artística culminarán con una exposición pública, un tributo al esfuerzo compartido y a la belleza de lo efímero convertido en eterno. Parte de un testimonio que versa sobre el poder transformador del arte para no cangrenar la cultura y que, si es necesario, pueda bajarle la madre cuando su centro se engarrote.

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