ENTREVISTA

Carmen Morales: “Estoy deseando llegar a Canarias y revivir lo que experimentó Agatha Christie”

Carmen Morales y Juan Meseguer protagonizan 'Querida Agatha Christie'. La obra de teatro, de gira nacional, llega a Tenerife bajo la dirección del experimentado Juan Carlos Rubio

Carmen Morales y Juan Meseguer protagonizan 'Querida Ágatha Christie'

La Provincia

Adolfo Rodríguez

Adolfo Rodríguez

Carmen Morales responde al teléfono visiblemente emocionada. Confiesa que está deseando pisar las Islas Canarias, lugar donde transcurre la obra que protagoniza junto a Juan Meseguer, ‘Querida Ágatha Christie’. Ahora se pone en la piel de la mítica escritora de novelas de misterio, pero su larga trayectoria profesional la lleva a reflexionar en esta entrevista exclusiva sobre los derechos de los trabajadores del gremio, el legado de su familia y sus ganas locas por volver a lo audiovisual.

-¿Qué es lo más difícil de interpretar a Ágatha Christie?

Teniendo en cuenta que no es una obra de Ágatha Christie, sino sobre su vida, fue fascinante descubrir cómo esta mujer, que había sido educada desde la más absoluta tradición para cumplir con ser esposa, madre y ama de casa, además era una gran escritora. Bueno, la mejor en novelas de misterio. Aparte hacía surf, que yo este dato no me lo podía creer… Digamos que es una fantasía poder interpretarla. 

Este viaje va a ser fascinante para nosotros porque, por fin, vamos a ir a Tenerife, a los lugares por los que ella caminaba. Estoy muy emocionada, tengo ganas de estar ya allí.

Todo lo que contamos es real. Cuando ella se escapó a causa del trauma por esa infidelidad de su marido, que también le pide el divorcio, ella se refugió ahí, en Tenerife. ¡Todo ocurrió de verdad! Me pareció fascinante descubrir que terminase en Tenerife en esa época tan dura para ella.

-¿Tu versión de la escritora tiene el más mínimo detalle de Carmen?

Obviamente, cuando uno prepara un personaje intentando meterse en la piel todo lo que sea posible, pero supongo que habrá gestos que son míos. Si salen, salen sin querer porque ya cuando el personaje se ha metido dentro lo que sale es involuntario, ya que he creado al personaje al gusto de mi director.

Sobre todo, depende de cómo tengamos el día. Cada uno nos despertamos diferente al anterior, pero es verdad que el público también nos da una energía que se percibe. Según el lugar donde estés o la energía que el público tenga en ese momento la función fluye de una manera o de otra. Los actores nos aprendemos las cosas de manera literal, de una forma muy sistemática y muy maquinada, pero juegas con la energía que fluye de los otros actores, que en este caso es de Juan y mía, es magia pura. Para mí el teatro siempre es mi refugio, mi lugar seguro, y donde me siento más a gusto.

-Después del parón que hiciste en el teatro por vivir cada detalle de la educación de tus hijos y en familia, ¿cómo valoras la profesión antes y ahora? ¿Ha cambiado mucho?

No he notado mucha diferencia. Hay de todo con respecto a la gente que va al teatro: más mayor, de repente niños… Eso es lo que más me fascina, cuando la gente lleva a sus hijos o nietos a ver teatro. No solamente teatro musical, sino teatro de texto. Cuando ves las caras de los niños y notas que están fascinados se te llena el corazón.

Es verdad que antiguamente la gente que hacía televisión no era bienvenida del todo al teatro, pero ahora muchos de esos actores considerados de televisión ya hacen teatro también. No todos porque no todo el mundo se atreve a hacerlo…

“No creo que hoy los actores se uniesen para reivindicar los derechos del teatro como sí hicieron en el 75”

Carmen Morales

— Actriz

-¿Qué costó más, que te respetaran en el teatro por venir de la tele o que te respetaran por tus dones independientemente de quienes conformaran tu familia?

Eso nunca me ha pasado y si me ha pasado alguna vez no me he dado cuenta. Es decir, yo he trabajado siempre muy a gusto con mis compañeros. Es verdad que he dado con la típica compañera de la tele que es un poco más petarda, pero la cosa terminó fluyendo. En mi caso, yo arranqué con la serie ‘Al salir de clase’ y luego fui directa al teatro con un clásico de Calderón de la Barca. Fue todo muy complicado, pero me busqué las castañas del fuego para poder soltarme y poder interpretar ese clásico. Tampoco me ha sucedido que me miren raro o me traten diferente porque ten en cuenta que mi mamá era súper querida, ya no solamente en la música sino en el cine y en el teatro. Ella fue a la cárcel en la época que se pedía días de descanso y que los ensayos fueran pagados, es decir, que ella dio la cara en ese momento de su vida por el teatro. Entonces, la gente del gremio lo sabe y siempre me ha trato muy bien.

-¡Cómo no vamos a ser en la actualidad reivindicativos si Rocío Dúrcal ya lo era en su época!

Exacto, exacto. Si ya entonces se hacía, es normal que en la actualidad también se haga. Hay un documental muy bueno que está a punto de estrenarse y del que formé parte que trata sobre la huelga de los actores del año 75. Ahí se puede ver esa unión que existió durante esos años y esas huelgas que se hicieron a nivel nacional. Cosa que a día de hoy considero que sí fallaríamos porque hay más distinción entre la gente de teatro, de cine, de televisión… Y, quizás, si hay que dar la cara por el teatro no todos los actores se apoyarían como en el 75.

-¿A qué crees que se debe?

Quizás sea una cuestión de comodidad. La gente que está cómoda en un lugar y tiene ciertos privilegios no se moja por quienes no tienen sus mismas circunstancias. Por ejemplo, los Premios Goya se celebran un sábado y ningún actor de teatro, aunque esté nominado a una estatuilla, puede acudir a la gala. Ese pequeño detalle, por ejemplo, no lo tiene los premios de las Artes Escénicas que por supuestísimo se celebran un lunes. Los del cine no se paran a pensar en ello…

Carmen Morales

Carmen Morales / Foto cedida por Carmen Morales

-Respetas verdaderamente a la profesión. ¿Crees que la profesión te respeta a ti?

Yo creo que sí. Por supuesto he respetado la profesión. Es que hay que respetarla porque es una profesión tan bonita… Y la profesión también me ha respetado a mí, claro que sí. Cuando metí el hocico en lo audiovisual empalmé un trabajo con otro. Luego decidí por motu propio retirarme durante doce años, pero cuando he estado en activo he trabajado muchísimo. Siempre lo he hecho con gente fantástica, ya no solamente a nivel artístico, sino también a nivel técnico.

-¿Con qué sueñas? ¿Qué metas te quedan por cumplir?

Estoy deseando volver a entrar en la televisión y el cine y sueño con hacer otra vez de mala. ¡Quiero hacer de mala! Me muero de ganas. Ojalá llegue pronto…

-¿Cómo se vive en la familia que el legado Dúrcal perdure muchas generaciones después?

Una nunca se cansa de eso. Qué va. No hay ni un solo día que pase que no me digan algo sobre mis padres. No dejéis jamás de escucharlos porque solo escuchándoles les tenemos cerca.

En la actualidad estamos preparando, además, el largometraje de mamá. Va ser muy bonito porque lo estamos haciendo desde el amor absoluto y va a ser una coproducción entre Estados Unidos, México y España. Va a ser fantástico. Un homenaje a toda la familia. El proyecto aún está en fases de iniciación, estamos eligiendo las grandes historias que aparecerán en la película, y con las primeras reuniones. No sabemos aún quién dirigirá ni protagonizará, pero seguro que estará a la altura.

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