Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Cine | Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria

Una 'sala David Lynch' llena como una guagua en hora punta: El misterio de "¿Quién mató a Laura Palmer?" triunfa en el 24º Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria

El interés por los ciclos homenaje, como ‘Lynch, camina conmigo’ o la película ‘El acorazado Potemkin’, firman un éxito de asistencia en estos apartados del festival

Frederick Elmes llega al Festival de Cine de Las Palmas

La Provincia

Las Palmas de Gran Canaria

El último fotograma de A la deriva, proyección de clausura de la sección Panorama, se desvaneció ayer para poner fin a la 24.ª edición del Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria. La película de Jia Zhangke estrenada en Cannes 2024 como candidatura a la Palma de Oro, sirvió de créditos a nueve días en los que clásicos recuperados y apuestas contemporáneas que compitieron en la Sección Oficial funcionaron como «termómetro» de los anhelos cinéfilos en Canarias.

Desde la inauguración, cuando el legendario director de fotografía, Frederick Elmes, mano derecha de David Lynch en películas como Cabeza borradora o Corazón salvaje y camarada clave en la cámara de Terciopelo azul, el ciclo homenaje Lynch, camina conmigo supuso una de las secciones álgidas, con las entradas agotadas en parte de las proyecciones.

Dennis Lim, Nacho Vigalondo y Violeta Kovacsis, en 'Lynch, camina conmigo'

Dennis Lim, Nacho Vigalondo y Violeta Kovacsis, en 'Lynch, camina conmigo' / lp/dlp

Elmes abrió el certamen con lo que Luis Miranda, el director del festival, definió como «una lección de historia viva del cine», repasando anécdotas de rodaje. Durante la retrospectiva y homenaje póstumo, que incluyó toda la filmografía clásica de Lynch, cortos incluidos, Elmes subrayó el «magnetismo innegable» de la visión lynchiana para condicionar el estado de ánimo del espectador.

«Para mí Corazon salvaje es una película mítica de cuando tenía 20 años. En los créditos, mientras Nicolas Cage y Laura Dern estaban en pantalla, sentí que para Elmes y su mujer era como ver el anuario del instituto», señala Miranda. Además, este contacto de primera mano con Elmes permitió hablar de la relación de Lynch con Hollywood. «Lo más habitual era que dijeran ‘buen director pero no hace el suficiente dinero’, la evaluación rigurosamente artística queda muy en segundo plano», señala el director, un debate que sigue vivo al calibrar el equilibrio entre arte y mercado.

En lo que respecta a la relación con el público, el festival se convirtió en un verdadero laboratorio. El director destaca que el certamen fue un éxito de convocatoria gracias al interés suscitado por el ciclo de Lynch, la proyección del El acorazado Potemkin y otras secciones, como Déjà vu, con joyas de cine restauradas que dialogan con las cintas contemporáneas de la Sección Oficial.

Pero, más allá de las cifras de asistencia, el motivo esencial de ejecutar cada edición se reviste bajo la «toma del pulso» de los intereses del público: «El público es el alimento que las películas necesitan para seguir circulando». Sin embargo, Miranda mide el éxito del festival más allá de contabilizar las butacas y valora los encuentros entre cine, creadores y espectadores. «Si hoy algunos actos tuvieron menor afluencia, no lo considero un fracaso, sino un síntoma de los gustos y curiosidades de la audiencia, una guía para futuras ediciones».

De izqda a dcha, Quim Casas, Fredick Elmes, director de fotografía de David Lynch, y el director del Festival de Cine de Las Palmas, Luis Miranda

De izqda a dcha, Quim Casas, Fredick Elmes, director de fotografía de David Lynch, y el director del Festival de Cine de Las Palmas, Luis Miranda / Quique Curbelo

Con todo, puede afirmarse que esta edición ha sido especial, no solo por el hecho melancólico de «despedir a artistas que han marcado generaciones», también de relieve en el homenaje a Gena Rowlands y Gene Hackman en el ciclo Gene & Gena, o a Donald Sutherland con M.A.S.H. (1970), sino por la posibilidad de ver cine «que muchos ya solo pueden ver en pantalla pequeña, o medianita, como mucho». 

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents