Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

De Alexis Ravelo a Bernarda Alba: la PAU arranca con nervios y deseos de verano

Más de 1.200 estudiantes, repartidos en cuatro sedes oficiales distribuidas por toda la provincia de Las Palmas, afrontan la convocatoria extraordinaria de julio para el acceso a la universidad

María Alfonso Rodríguez

María Alfonso Rodríguez

Las Palmas de Gran Canaria

El cielo de Tafira se despertó gris, con una llovizna suave y el aire cargado de tensión contenida. En los pasillos y alrededores del edificio de Arquitectura de la ULPGC, un ir y venir de mochilas, apuntes, nervios y cábalas sembraba el ambiente desde las 8.00 horas de esta mañana. Se abría paso el primer día de la PAU extraordinaria de julio, y tocaba empezar con Lengua Castellana y Literatura. El primer salto.

«Yo creo que caerá la Generación del 98. Es lo que más se repite», decía David Rodríguez, uno de los más tranquilos, aunque confesaba que ya se había presentado en junio y venía esta vez «a subir nota». Su compañero Iru Cruz asentía con la cabeza: «También apuesto por el 98 y Platón para Filosofía, aunque eso es por la tarde». Ambos esperaban celebrarlo con una siesta y, por supuesto, una fiesta para dar paso a las vacaciones de verano.

Los estudiantes a la espera del primer examen de la PAU extraordinaria de julio, esta mañana en el marco del edificio de Arquitectura del campus de Tafira.

Los estudiantes a la espera del primer examen de la PAU extraordinaria de julio, esta mañana en el marco del edificio de Arquitectura del campus de Tafira. / José Carlos Guerra

Y, como si hubieran leído el guion, el examen confirmó las sospechas. Los estudiantes se enfrentaron a un texto del novelista canario Alexis Ravelo, fragmentos de La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca y una pregunta directa sobre la Generación del 98. Literatura, simbolismo y un trozo del alma cultural española sobre la mesa del examen.

La víspera del salto

La noche anterior fue movida para muchos. «Anoche costó dormir un poco, pero intenté llevar los nervios como podía», comentaba Jorge Martínez. Su amigo Rodrigo Gómez lo resumía con una sonrisa tensa: «Nervios… es un poco intenso, la verdad. Se va notando la presión a medida que va pasando el tiempo».

El Edificio de Arquitectura, convertido durante estos días en sede de exámenes, recibió esta mañana a jóvenes de toda la Isla y otras localidades: Las Palmas de Gran Canaria, TerorArucasGáldarTeldeIngenioAgaeteTejeda… Todos con el mismo objetivo: dejar atrás la PAU y dar el primer paso hacia la universidad.

En los bancos, en el suelo, en pequeños círculos de repaso o en silencioso aislamiento, los estudiantes repasaban conceptos, intercambiaban teorías y consultaban por última vez los apuntes. Alguno sostenía un amuleto; otro una botella de agua como si fuera su única ancla.

Yumalay Sierra, tranquila entre tanto ajetreo, tenía claro su enfoque: «No necesito mucha nota, me lo tomo con calma. No pienso entrar ahora a la universidad. Me presento porque nunca se sabe. Mi plan es opositar para funcionaria de prisiones». Entre risas, añadía que tras la PAU su plan más inmediato era «disfrutar del verano y sacarme el carnet de conducir».

En otro grupo, Mariam Rivera y sus amigas reconocían que iban «a suerte». «He descartado un montón de temas, lo reconozco», confesaban algunas entre risas. Pero tenían claras sus apuestas: Generación del 98 en Lengua Castellana y Literatura y el tema 3 de Historia —«¡Isabel II, por favor!»— como sus deseos confesables.

Uno de los estudiantes repasando apuntes antes del examen de Lengua Castellana y Literatura de la PAU extraordinaria 2025.

Uno de los estudiantes repasando apuntes antes del examen de Lengua Castellana y Literatura de la PAU extraordinaria 2025. / LP / DLP

Las cifras de julio

David Sánchez Rodríguez, vicerrector de Estudiantes de la ULPGC, explicaba que esta segunda convocatoria reúne a 1.244 estudiantes en toda la provincia de Las Palmas: «950 se presentan solo a la fase general y cerca de 300 a la fase de opción para subir nota. Las sedes están repartidas entre Tafira, Vecindario, Lanzarote y Fuerteventura».

«Se presentan 950 solo a la fase general y cerca de 300 a la fase de opción para subir nota. Las sedes están repartidas entre Tafira, Vecindario, Lanzarote y Fuerteventura».

David Sánchez Rodríguez, vicerrector de Estudiantes de la ULPGC.

En comparación con junio, donde se presentaron 5.400 estudiantes, esta es una edición más reducida, pero no por ello menos intensa. «Todo se organiza con gusto y cuidado. El primer examen empieza a las 9.30 horas, aunque hay que estar antes. Hoy tocan Lengua, idioma extranjero y por la tarde Historia o Filosofía», explicó el vicerrector.

Mientras el reloj se acercaba a la hora de entrada, los estudiantes compartían sus planes post-PAU. Algunos con carreras definidas —Medicina, Derecho, Veterinaria, ADE, Filología Hispánica— y otros con ideas más abiertas. Lo que sí parecía claro es lo que harían al terminar: «Playa, amigas y dormir», decían al unísono Julia Caballero y Desirée Suárez.

Amada Sarmiento, por su parte, resumía lo que sentían muchos: «Estoy muy nerviosa, no dormí bien, pero llevo un mes preparando esto. Después quiero estudiar Filología Hispánica, aunque ahora solo quiero que esto acabe y disfrutar de mis vacaciones».

Los estudiantes recibiendo las explicaciones previas al primer examen de la PAU extraordinaria.

Los estudiantes recibiendo las explicaciones previas al primer examen de la PAU extraordinaria. / José Carlos Guerra

Después del examen

A la salida, los comentarios se cruzaban a velocidad de vértigo: «¡Era Ravelo!», «¡Lo de Bernarda Alba fue un puntazo!», «El 98 cayó, ¡lo sabía!». Las predicciones del alumnado se habían cumplido como una especie de justicia poética.

Con la primera prueba superada, aún quedaban por delante idiomas, historia, matemáticas y más. Pero el primer paso ya estaba dado. El de enfrentarse a sí mismos, a sus nervios, a sus apuestas y a la literatura. Y así, entre Ravelo, Lorca y los ecos del 98, comienza el verano para más de mil jóvenes que hoy soñaron —y escribieron— su futuro con tinta negra y corazón acelerado.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents