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Canarismos

Burro viejo no mueve molino

Feria de burros de La Culata de Tejeda 2025

Feria de burros de La Culata de Tejeda 2025 / José Carlos Guerra / LPR

Este decir se emplea en Canarias para sentenciar con socarronería que las personas mayores no son aptas para trabajar. Para ello se vale del asno, animal presente en el amplio inventario de arquetipos del imaginario rural en el que el pollino goza de extraordinaria versatilidad simbólica/metafórica y de lo que da cuenta el nutrido repertorio fraseológico popular del que es protagonista. Desde antiguo este cuadrúpedo es símbolo o arquetipo de humildad, paciencia y coraje. Pero también se nos suele presentar con la imagen de animal ridículo y terco, y, paradójicamente, ejemplo de mansedumbre y docilidad, sumiso a la voluntad de su dueño. Mientras que en algunas tradiciones representa el prototipo de semental y símbolo de fertilidad. El dicho se construye por medio de esta metáfora fabulada en la que el animal representa las limitaciones propias de la vejez en el hombre («burro viejo»). Y nos recuerda aquel otro dicho que dice: «a burro viejo, todo son mataduras», empleado para dar cuenta de los achaques y dolencias de las personas mayores que impiden llevar a cabo actividades que antes se realizaban normalmente. «Mover molino». La expresión nos traslada la imagen de este ungulado dando vueltas alrededor de la «atahona». [ Apropósito, la frase «como mula en atahona» viene documentada por Cervantes en una de sus novelas ejemplares (El coloquio de los perros) para expresar ‘dar vueltas ininterrumpidamente’; dando testimonio que la voz atahona forma parte de un gerontolenguaje presente en el castellano de la época, hoy prácticamente en desuso]. Atahona, tahona o tajona [del árabe hisp., attahúna y este del árabe clas., attahun(ah)] son las variedades para denominar la muela de molino que se mueve por tracción animal. [Y se hace extensivo al molino de viento para moler cereales así como al molino movido por el agua; y tajona es también el molino de mano para elaborar el gofio]. Por extensión semántica se llama atahona/tahona a la estructura del molino en su conjunto que hace mover la muela con un palo curvo y grueso (la «almijarra») que se une por un extremo al eje de la atahona y por el otro extremo se unce el burro o la mula que da vueltas moviendo así la rueda. La tarea aquí descrita exige el brío y la fuerza de animales jóvenes, por así decirlo. De manera que cuando estos animales envejecen no pueden afrontar esta faena, como se expresa la parte conclusiva de este refrán: «no mueve molino». Se confirma con ello lo que parece ser ley de vida, esto es, que las personas después de haber llegado a cierta edad, no pueden desempeñar determinadas actividades. Y, como a quien le llegan los papeles de la jubilación forzosa, se «les dan el canuto». La expresión «darle el canuto» (a alguien) se empleaba para referirse a cuando un soldado se licenciaba y figuradamente cuando alguien es despedido de un empleo, separado de un cargo o le tocaba jubilarse.

El dicho se puede escuchar en contextos dialógicos como este: «Me falta un hombre para completar la cuadrilla pa(ra) pegar a techar los invernaderos la semana que entra»/ «Yo mismo» (se ofrece una persona mayor) / «¿Uste(d), cristiano? ¿Uste(d) no está viejo pa(ra) eso?» /Y larga otro de los presentes en tono burletero: «Burro viejo no mueve molino». Afín a esta es la que dice: «Moro viejo no aprende lenguas» para reprender a las personas ancianas que pretenden hacer cosas que no se corresponde con la edad.

Y es que la vejez no tiene cura.

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