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Ignacio Clemente, pianista: «Este acto es un viaje a la Edad de Plata de la cultura española»

«Tenía una deuda con Rosa María Ascot desde antes de nacer», comparte el artista canario.

El pianista teldense Ignacio Clemente.

El pianista teldense Ignacio Clemente. / Bernard Doughty

María Alfonso Rodríguez

María Alfonso Rodríguez

Las Palmas de Gran Canaria

El pianista teldense Ignacio Clemente presenta el 16 de octubre en el Teatro Municipal Juan Ramón Jiménez la segunda edición de Obras para piano de Rosa García Ascot, una figura clave y olvidada de la música española. El acto combinará conferencia, concierto y presentación editorial.

El próximo jueves presenta en Telde la segunda edición del libro Obras para piano de Rosa García Ascot. ¿Cómo será este acto y qué se encontrará el público que asista?

Es un acto triple: una conferencia, un concierto y la presentación de la segunda edición del volumen de partituras de Rosa García Ascot. La primera edición estaba agotada, y gracias a la colaboración del Área de Cultura del Ayuntamiento de Telde podemos presentar ahora esta reedición. Este libro es fundamental para quienes quieran acercarse a la obra de esta compositora. Además, la conferencia gira en torno al Grupo de los Ocho, un conjunto de compositores del que Rosa formó parte como única mujer.

¿Cuánto tiempo lleva trabajando en este proyecto?

Llevo muchos años. Todo comenzó con mi tesis doctoral en Historia y Ciencias de la Música en la Universidad de Granada, centrada en Rosa García Ascot. Era una figura que aparecía en los manuales de historia, pero cuya música no se escuchaba porque las partituras no estaban publicadas. De esa tesis surgió un libro, la primera biografía sobre ella (Rosa García Ascot y la Generación del 27), y posteriormente el volumen de partituras con toda su obra para piano. Después tuve la oportunidad de grabar toda su música para piano, lo que me permitió preparar esta segunda edición corrigiendo pequeñas erratas de la primera.

Para quienes no la conocen, ¿quién fue Rosa García Ascot y por qué es tan importante?

Fue una figura fascinante y, al mismo tiempo, injustamente olvidada. Compositora, pianista, única alumna de Manuel de Falla y antes de él de Granados y Turina. Amiga de Ravel, de Lorca —quien le dedicó un poema— y miembro del Grupo de los Ocho, un núcleo de compositores que marcaron un antes y un después en la modernidad musical española. Tras la Guerra Civil, el grupo se desintegró y ella vivió exiliada muchos años en México. Cuando regresó en los años 60, era prácticamente una desconocida, a pesar de su trayectoria y de haber tenido contacto directo con los grandes maestros de su época. Era alguien que podía haber tenido una cátedra, formar generaciones de pianistas y, sin embargo, quedó en silencio.

Ignacio Clemente, pianista canario.

Ignacio Clemente, pianista canario. / Bernard Doughty

¿Cómo llegó usted a interesarse por su figura?

Siempre digo que tenía una «deuda» con ella desde antes de nacer. Mi madrina, que vive en Madrid, fue heredera de Rosa García Ascot, aunque no era familiar directa. Yo me dedico a la música y al piano, así que sentí desde muy joven un compromiso con su legado. Me parece increíble que alguien con esa formación y trayectoria no tuviera una cátedra en España al volver del exilio.

¿Se encontró dificultades para localizar y recuperar sus obras?

Muchas. La mayoría de las partituras eran borradores que había que descifrar, comparar y casi reconstruir. En ocasiones había varias versiones de una misma pieza y era necesario estudiar detalle a detalle para determinar la más fiel. Trabajé en la Residencia de Estudiantes de Madrid, en el Archivo Manuel de Falla, en el Centro de Documentación Musical de Andalucía y en el Archivo María Teresa Heredia, donde se conserva la mayor parte de su obra pianística. Ha sido un trabajo muy minucioso y largo, con muchas horas dedicadas a desentrañar pequeños detalles de escritura que eran esenciales para respetar la intención original de la compositora.

El pianista Ignacio Clemente.

El pianista Ignacio Clemente. / Bernard Doughty

¿Qué novedades incluye esta segunda edición respecto a la primera?

Correcciones técnicas y una edición más cuidada. Incluye prólogo en español e inglés, y notas críticas detalladas que recogen cualquier cambio o añadido. La traducción al inglés fue realizada por Yolanda Acker desde Australia, y la maquetación técnica corrió a cargo de Juan Pedro León Reyes. También era urgente reeditarla porque llevaba tiempo agotada, y cada semana recibía correos de pianistas de todo el mundo que querían conseguir el libro.

Además del libro, usted ha grabado su obra. ¿Cómo fue ese proceso?

Fue una experiencia muy intensa y emocionante. La primera grabación la hicimos en el Auditorio Alfredo Kraus con el técnico de sonido Antonio Miranda, un maestro en su trabajo. Era la primera vez que muchas de esas piezas se interpretaban desde que Rosa las compuso, y eso tiene un peso emocional enorme: saber que estás dando voz a algo que ha estado en silencio durante décadas. Posteriormente, junto a Cezanne Producciones, realizamos un proyecto integral: Rosa García Ascot. Obras Completas. Participaron la Orquesta Sinfónica Ibérica dirigida por el Premio Nacional de Música José Luis Temes, el guitarrista Samuel Díaz y la compositora Laura Vega, quien completó la orquestación del concierto para piano. Gracias a este trabajo, su música se ha interpretado en orquestas y conservatorios de España, Europa y Estados Unidos. Incluso se ha incluido en programas didácticos de conservatorios e institutos, y eso para mí es muy importante: significa que su música ya no solo pertenece al pasado, sino también al presente y al futuro de la enseñanza musical.

¿Qué cree que puede enseñarnos hoy la música de Rosa García Ascot?

Representa la visión estética de una generación que defendía el arte como juego y la música joven, alejada de lo tormentoso. Al principio su lenguaje es más ligero y neoclásico; más adelante, en el exilio, se acerca a lenguajes más contemporáneos, como Bartók o Prokofiev. Su obra es un testimonio vivo de la modernidad musical española.

El artista teldense Ignacio Clemente.

El artista teldense Ignacio Clemente. / Bernard Doughty

¿Considera que eventos como el de este jueves ayudan a acercar la música clásica a nuevas generaciones?

Sí, sin duda. Porque no es solo un concierto: se cuenta la historia de una mujer con una vida apasionante, alumna de los grandes músicos españoles de su tiempo, y se hace llegar su música al público. Además, participa la Escuela de Música de Telde, lo que crea una conexión intergeneracional muy bonita.

Para quienes quieran asistir, ¿cómo describiría brevemente lo que vivirán en este concierto?

Será un viaje a la Edad de Plata de la cultura española. Contaremos la historia de la Residencia de Estudiantes de Madrid, donde convivieron Lorca, Dalí, Buñuel, Severo Ochoa y tantos otros. Fue una época fascinante, interrumpida por la Guerra Civil. El público se llevará música, historia y memoria cultural contada en primera persona a través de la obra de Rosa García Ascot. El público no solo escuchará música, sino que se sumergirá en ese tiempo a través de las obras y de las historias que la rodean. Mi deseo es que salgan con la sensación de haber hecho un pequeño viaje histórico y musical, de haber redescubierto a una compositora que merece estar en el lugar que le corresponde.

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