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Entrevista | Maika Makovski Cantante, compositora y música

Maika Makovski, cantante, música y compositora: "Poder unir opuestos y convertirlos en complementarios es una satisfacción"

La artista mallorquina presenta en Tenerife y Gran Canaria, los días 24 y 25 de octubre, el disco 'Bunker Rococó', "el más poderoso, personal y completo" de su carrera

Maika Makovski en un concierto de 'Bunker Rococó'.

Maika Makovski en un concierto de 'Bunker Rococó'.

Nora Navarro

Nora Navarro

Bunker Rococó apela a ese espíritu de resistencia y escucha de la voz propia entre tanto ruido, donde la palabra "bunker" se refiere precisamente a ese recogimiento o aislamiento que te impusiste para su gestación. ¿Cómo recuerdas ese proceso creativo?

¡Tuvo lo suyo! Escribí muchas, muchas canciones porque buscaba que todos los temas que acabaran en el álbum me hicieran sentir fuegos artificiales (y no soy público fácil). Además que perseguía una “visión”: tienes una idea de cómo suena lo que buscas, pero a veces para encontrarlo has de cavar hondo.

"Si acabara mi carrera mañana, me quedaría tranquila porque hice Bunker Rococó", has declarado. ¿Qué destacas de este disco tan poderoso y personal?

Es un disco que aúna muchas de las cosas que soy musicalmente, que a veces pueden parecer opuestas. Poder unir opuestos y convertirlos en complementarios es una satisfacción. Las canciones me resultan estimulantes. Creo que son interesantes, pero no sesudas ni intelectualoides, y eso es importante para mí, que siempre persigo que la expresión sea honesta y natural.

En la puesta en escena de la gira luces una imponente peluca a lo María Antonieta, ¿es un guiño al segundo concepto de "rococó"? ¿Qué querías expresar con ese término?

¡Muchas cosas! La palabra “rococo” al lado de “bunker” es, para empezar, un gran contraste, y este disco es un contraste constante: electrónico y orgánico, clásico y moderno, en las letras hombre y máquina, pasado y futuro… Pero también simboliza la creatividad: el rococo fue una época muy loca artísticamente hablando, muy libre, y para mí escribir debe ser, en gran parte, juego. Es también una crítica a nuestra especie… ¿Sabes aquello que supuestamente dijo María Antonieta cuando le comunicaron que el pueblo tenía hambre y quería pan? “¡Pues que coman tarta!”. Creo que, estando al borde del colapso ecológico, seguir consumiendo como lo hacemos es ser todos unos Maria Antonietas egoístas y fuera de la realidad.

Tu discurso se detiene a menudo en las consecuencias de estos tiempos de prisa, inmediatez y algoritmos, ¿echas de menos tiempos más pausados, con otras formas de escucha o creación? ¿En qué medida han marcado esas dinámicas la industria de la música?

La verdad es que sí, pero me da la sensación de que casi todo el mundo está notando que los tiempos no caminan a la misma velocidad que nuestra naturaleza. Vamos todos agobiados, cada vez más enfadados y desencantados, tenemos tal saturación de información envenenada, que trae adrede tanto odio y separación entre hombres y mujeres, viejos y jóvenes, derecha e izquierda, ricos y pobres, cristianos y musulmanes, etc etc… que lo pagamos los unos con los otros… me resulta muy triste vernos tan enfrentados. Por supuesto para la música es una devaluación nefasta, y si hablamos de la IA eligiendo por nosotros, de Spotify metiendo artistas artificiales en las playlists para quedarse con todo el dinero de las escuchas.

Cuando la IA se abrió camino en el mundo del arte, ¿te instalaste más que nunca en el sello de autor y los procesos artesanales?

Siempre he estado ahí, no concibo la música si no es personal y artesanal. No me interesa nada que suene a plástico. Y creo que eso marcaría la diferencia: si a los humanos nos importara lo que consumimos, se acabaría gran parte del problema.

Maika Makovski en concierto.

Maika Makovski en concierto. / LP

Bunker Rococó es tu octavo disco y coincide este año con el 20º aniversario de tu debut discográfico con Kradiaw (2005), ¿cómo ha cambiado Maika Makovski desde entonces?

Uy. Es una tarea gigante la de hacer balance de 20 años tan llenos de experiencias y retos. Claro, hace 20 años tenía mucho que aprender y eso me hacía felizmente inconsciente. Ahora sé lo que hay y lucho por encontrar la felicidad consciente.

Al principio te denominaban con frecuencia como "la PJ Harvey patria", ¿hoy dirías que has consolidado un lenguaje propio, ajeno a etiquetas de géneros y estilos?

De vez en cuando cae alguna comparación, pero sí, cada vez son menos frecuentes. O me he consolidado o he tocado tantos palos que ya no saben cómo describirme (risas).

Eres una asidua de los escenarios de Canarias, sobre todo de la mano del productor Juan Salan, ¿cómo recuerdas esas vivencias?

Siempre cálidas y siempre gozosisimas. No he tenido un solo concierto malo en Canarias, entiéndase malo como un concierto del que sales descontenta o abatida del escenario. El público siempre me ha dado mucho, y cuando un público te da, haces mejor música.

¿Qué puede esperar el público canario de tu próximo doblete en Gran Canaria y Tenerife?

Un concierto muy distinto a todos los anteriores. Y grandes músicos, una montaña rusa musical y, por supuesto, no la peluca de Dolly Parton, ni la de Little Richard, ni la de Tina Turner, ¡sino la de Bunker Rococó!

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