La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Iris Junio Mbulito Jugadora grancanaria que se retira a los 22 años

Iris Junio Mbulito: «No sé si soy un juguete roto, pero sí sé que no estoy bien»

Iris Junio Mbulito, con la camiseta de la universidad de Arizona State. | |

Debutó a los 14 años en la máxima categoría. Señalada como una de las grandes promesas del baloncesto femenino español, acaparando títulos y distinciones en su etapa de formación. La lesiones han marcado su carrera en la Universidad de Arizona State. Pero ha dicho basta. A los 22 años, anunció su retirada de las canchas.

Un mensaje rotundo a través de su cuenta de Instagram: «Hasta luego baloncesto. Tengo que cuidar mi cuerpo y mi mente». ¿Cómo se siente pocos días después de que anunciara sorpresivamente su retirada indefinida de las canchas?

La verdad es que bien. Fue algo que necesitaba hacer en ese momento. Había mucha gente que me preguntaba qué iba hacer el año que viene, porque no me veían en el roster -plantilla- de Arizona State. Entonces decidí subir ese mensaje para dar a conocer lo que iba a hacer pero sin demasiada información. Pero me encuentro bien, centrada en mis estudios y en mi cuerpo. Me falta un año para graduarme en literatura española e idiomas, y un certificado de traducción.

¿Qué razones le han llevado a tomar esta decisión?

No estaba al 100% contenta conmigo misma. Estaba sufriendo muchas lesiones, una tras otra, lo que hizo que me perdiera muchos partidos. También me sentía preocupada por mi salud mental, porque te afectan las operaciones y las lesiones constantes. Creí que esta era la mejor decisión para mí. Darme tiempo, alejarme del baloncesto, centrarme en los estudios, en mi alimentación, dormir más horas...

¿Piensa que a los deportistas de alto nivel como usted se les prepara y se les ayuda para superar momentos como estos?

Todo depende del lugar donde te encuentres. En mi caso he tenido ayuda de un sicólogo y otras personas. He tenido la suerte de tenerlas a mi alrededor. Depende también de cómo sea la persona. Yo sé que soy muy abierta y no me cuesta expresar mis sentimientos. Cuando pasaba por esos malos momentos fui capaz de hablarlo con las personas correctas y explicarles cómo me sentía para que me ayudaran. Espero que todos los deportistas que atraviesan momentos de ansiedad sean capaces de buscar ayuda para sentirse mejor consigo mismo y poder rendir incluso a un mejor nivel.

Ahora están saliendo a la luz bastantes casos de deportistas jóvenes de primer nivel que sacan a la luz los problemas mentales que les genera su condición de atletas de élite. ¿Se está haciendo algo mal en el deporte para que se produzcan problemas de este tipo?

Soy una persona que se auto exige mucho. Cuando las cosas no salen bien te produce frustración. Otro factor son las personas que se dedican a hacer comentarios negativos sobre otras personas. Quizás no son conscientes del daño que hacen. No somos robots, somos personas con sentimientos que muchas veces tenemos malos días; necesitamos descanso, necesitamos mensajes alentadores y no negativos. Esto también provoca frustración y ansiedad, aunque no digo que esas personas sean responsables de lo que te pase, pero sí son un factor negativo en lo emocional.

Usted fue una deportistas precoz. A los 14 años ya jugaba en la máxima categoría del baloncesto femenino español, con repercusión mediática. ¿Piensa que el nivel de exigencia que ha tenido desde tan temprana edad ha influido en su situación física actual, acumulando una lesión tras otra con solo 22 años?

Creo que sí. Siempre he sido muy exigente. No recuerdo si con 14 años me exigía tanto, pero sí sabía que la gente esperaba ciertos números de mí. Necesitaba anotar equis puntos, asistencias y rebotes o, si no, no iba a hacer un buen partido. Así me sentía. Aquellos récords que conseguía me pusieron en una silla especial y no quería bajarme de ahí. Hacía cualquier cosa para seguir ahí. Me he auto impuesto una gran presión mental desde pequeña, y he explotado. Las primeras lesiones importantes creía que me pasaban porque tenían que pasarme como jugadora de baloncesto de alto nivel. Pero las posteriores, ahora que tengo más edad y entiendo mejor las cosas, han sido consecuencia de ello. Por ejemplo aspectos como la alimentación, o eso creo yo.

«Desde pequeña me he auto impuesto una gran presión mental, y ahora he explotado»

decoration

¿Cómo detecta el bloqueo?

Me considero una persona muy sensible. Sonrío mucho, pero también lloro mucho. Pero estaba pasando por un momento donde lloraba constantemente. El baloncesto me creaba ansiedad, los partidos me creaban ansiedad, los entrenamientos me creaban ansiedad, cuando siempre he sido una persona muy calmada y me alegraba de que tuviera partido, me daba energía el jugar y entrenar. Los últimos años en Estados Unidos me ocurría todo lo contrario, me costaba dormir, apenas comía, y todo eso era por la ansiedad. Me di cuenta de que no estaba disfrutando del baloncesto y que esto me estaba creando ansiedad; en ese momento me di cuenta de que necesitaba tomarme un descanso, evaluar mi vida. Cuando me operé del hombro vi que este era el momento perfecto para hacer un parón y decidir si el baloncesto es lo ideal para mí o tengo que probar algo diferente. He parado por el bien de mi salud mental y de mi cuerpo.

¿Piensa que en la alta competición no se presta atención a la persona y priman los resultados?

Desde mi punto de vista, los deportistas que como yo se auto exigen mucho, que son perfeccionistas y que quieren ser los mejores en lo suyo, se ciegan en conseguirlo. Les sería de mucha ayuda contar con los consejos de un sicólogo, tener charlas grupales... Los equipos son una parte importante dentro de la vida de un deportista, y deberían ser capaces de proporcionar estos servicios. La salud mental es muy importante en el deporte, como estamos viendo. Es una cosa que no cuesta dinero y ayudaría a que el deportista disfrutara, le ayudaría a ver las cosas desde otra perspectiva. Eso ayudaría a que los deportistas tuvieran una carrera más larga y disfrutando de ello.

Se siente un juguete roto del deporte de alto nivel?

Una buena pregunta. No sé si soy un juguete roto, pero sí sé que no estoy bien conmigo misma. Debería haber escuchado a mi cuerpo y a mi mente hace unos años, y no ahora. He aplazado esta decisión, creo que ya le tenía que haber tomado el año pasado. No sé si eso describe a una juguete roto. He tenido momentos bajos y ahora me toca levantarme.

¿Se plantea volver a jugar al baloncesto?

A día de hoy no lo sé. No le puedo dar una respuesta clara a esa pregunta que me hace. No sé si volver, ni cuanto tiempo necesito para planteármelo. Ahora mismo estoy centrada en mis estudios y en otros proyectos que tengo. Más adelante tomaré la decisión.

¿Le sorprendió la repercusión mediática que tuvo el anuncio de su retirada?

No le voy a mentir, sí. Creía que la gente ya se había olvidado un poquito de mí, porque ya no estaba jugando en España y me tenían un poco aparcada. En Estados Unidos no estaba siendo yo misma, porque no jugaba como en España. Pensaba que he me habían dejado un poco de lado hasta que volviese al baloncesto español. Pensaba que no tenían los ojos puestos en mí. Subí el mensaje a Instagram para responder a muchas personas me preguntaban qué iba a hacer, porque no me veían en la plantilla de Arizona State ni en la lista de transferencias a otros equipos. Preguntaban dónde iba a jugar, si volvía a España... Por todas las redes sociales tenía muchas preguntas. Entonces decidí lanzar el mensaje. A partir de ahí, por todos sitios me empezaron a llegar un montón mensajes de apoyo. Me dije, ‘bueno, parece que no me habían olvidado’. Mucha gente se sorprendió de mi decisión, y yo de la repercusión de la noticia. He recibido multitud de muestras de apoyo; no me lo esperaba. Muchas personas me preguntaban si estaba bien... Me he alegrado muchísimo del apoyo. Me he sentido querida. La gente se ha preocupado por mí y eso me hizo llorar un poquito. Estoy contenta por la decisión que he tomado, y la volvería a tomar si me encontrase en una situación igual. Ahora toca tirar para adelante y con la vista puesta hacia arriba.

¿Cómo se ha tomado su decisión su familia?

Me ha apoyado al 100% desde el minuto uno. Siempre lo han hecho con todas las decisiones que he tomado, porque saben que no soy de tomar decisiones a lo loco, me las suelo pensar. Mi madre -Puri Mbulito, exjugadora de baloncesto- sí se puso un poco triste al principio, porque empecé en este deporte gracias a ella, pero me apoya también totalmente y respeta la decisión que he tomado.

Compartir el artículo

stats