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Windsurf

La resiliencia de Daida Ruano

El cortometraje ‘Sal y mar’, dirigido por Pablo Ramírez, narra la lucha de la windsurfista contra el cáncer y su posterior maternidad

Daida Ruano coge en brazos a su hijo Axel, gestado después de un cáncer de ovarios que, en principio, le iba a impedir ser madre. | | LP/DLP

Una clausura con el deporte y la vida como hilo conductor. El Festival de Cortometrajes San Rafael en Corto se cerrará con el poder de una de las deportistas grancanarias más reconocidas. Esta noche (20.30 horas) la historia de Daida Ruano se cuenta en fotogramas en el Teatro Víctor Jara de Vecindario.

El realizador grancanario Pablo Ramírez es el autor del cortometraje aún sin terminar Sal y mar que será exhibido, a modo de ‘trabajo en proceso’, hoy (20.30 horas) en el teatro Víctor Jara de Vecindario, en el marco de la sesión de clausura de la 17º edición del Festival de Cortometrajes San Rafael en Corto. El trabajo de Ramírez narra en más de veinte minutos la historia de superación y resiliencia de la 18 veces campeona del mundo de windsurf, Daida Ruano (Las Palmas de Gran Canaria, 1977), que después de superar en 2011 un cáncer de ovarios, que en un principio le iba a impedir ser madre, dio a luz durante el pasado confinamiento a Axel.

Cuatro años ha tardado el realizador en configurar este mosaico humano alrededor de Daida Ruano como protagonista única de una cinta «que se aleja del formato documental para abordar probablemente una de las etapas más duras de su vida», como explica Ramírez.

Generosidad y valentía

Con ayuda de Seven Islands Films, Saltydrops y la Asociación Cultural Canaria Gran Angular, este corto que será estrenado el año que viene en el que han participado unas cuarenta personas de manera totalmente altruista, «narra una historia universal ejemplar de supervivencia», dice el director, que aún no tiene claro cómo se titulará finalmente su trabajo.

Ramírez ha crecido en Pozo Izquierdo, la ventosa playa de Santa Lucía que se ha convertido en uno de los campos de regatas más famosos del mundo por sus inmejorables condiciones para practicar el windsurf. «He tenido la suerte de crecer viendo entrenar y competir a los mejores windsurfistas del mundo, entre ellos a las gemelas Ruano, que las veía como un referente. He coincido con ellas en el tour y nuestras familias mantienen una estrecha relación», apunta. Y aquí una similitud. «La realidad del cáncer nos ha tocado muy de cerca, porque mi madre también lo padeció casi al mismo tiempo que Daida, pero lamentablemente no pudo superarlo. La motivación e intención de poder llevar a cabo este trabajo estaba pues clara, y el mejor recurso para hacerlo era el único que siempre tengo a disposición para expresarme: la cámara», agrega.

El director agradece a Daida Ruano «que haya sido tan generosa y valiente a la hora de exponerse con tanta sinceridad y franqueza» ante la cámara. «No queríamos realizar un documental convencional. Optamos por una propuesta más narrativa de corte íntimo, lo que propició que Daida se abriera, que era la más complicado para una campeona con ese espectacular recorrido profesional de éxitos. Su voz siempre tiene presencia en off y las imágenes complementan su discurso. Registramos cientos de horas de grabación que fuimos planificando en distintas épocas de acuerdo al guion previsto inicialmente», aclara Ramírez.

«Uno de los mayores logros de este cortometraje es haber logrado ese pulso sereno entre la imagen y lo que se cuenta desde la naturalidad», subraya.

Cuatro años

Sal y Mar ha sido una producción «a fuego lento desde hace cuatro años». Y lo que queda «porque seguramente su fase de posproducción sufrirá aún alguna modificación» antes de su gran estreno definitivo en la edición final.

Rodado en exteriores e interiores en los que se recrea su historia como la casa de Daida Ruano con su familia o el Hospital Materno Infantil en el que la deportista se sometía a pruebas y controles, Sal y mar es la primera pieza audiovisual de envergadura de Pablo Ramírez, que inicia su andadura como realizador en el seno del colectivo Gran Angular de Vecindario. Como freelance profesional, director de fotografía y operador de cámara subacuática (su especialidad), trabaja en proyectos publicitarios fundamentalmente, y con su empresa, Saltydrops, se ha involucrado en varios proyectos nacionales y también regionales.

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