«Le mantengo a raya, vamos a donde vamos si el queda tercero, yo segunda, si el segundo, yo gano, tengo que seguir diciendo quien manda en casa», comenta entre carcajadas María José Pueyo mientras sostiene su trofeo como subcampeona de la carrera de 10 kilómetros que se celebró ayer como aperitivo de la Gran Canaria Maspalomas Marathon.
El escalón de este matrimonio zaragozano se mantuvo en el sur de la Isla, pues la corredora olímpica en Pekín 2008 superó como de costumbre en un puesto a su marido, Roberto Clavijo, quien concluyó tercer clasificado en la categoría máster +50 en la prueba reina de los 42 kilómetros. «He dado todo lo que tenía dentro por ese gen competitivo que creo que poseo y que me permitió disipar las dudas que tuve hasta ayer mismo [por el sábado] para saber si competía o no, al final creo que fue buena decisión», comentó este amante también de la bicicleta.
Ese amor que lo lleva a su vida profesional, con la gestión de dos tiendas de ciclismo y que según explica, le «quita tiempo para poder entrenar» todo lo que quisiera, aunque María José, la encargada de darle las indicaciones pertinentes día a día, le mantiene en forma.
Ahora ambos volverán a Zaragoza, después de haber estado disfrutando durante la última semana en Maspalomas entrenando «con las mejores condiciones climáticas posibles en estas fechas», y prometen volver a dar guerra en las próximas ediciones que se hagan en Gran Canaria. «Seguro que repetimos», sentenciaron.
