El sol hizo acto de presencia en el segundo día de la Metropole Diving Cup, donde imperó la emoción y las acrobacias sobre el trampolín del club. Desde las 10.00 horas de la mañana los deportistas locales e internacionales ofrecieron un gran espectáculo visual. El saltador olímpico en Tokio 2020, Nicolás García Boissier, se puso el traje de baño y logró subir al segundo escalón de premiados.

Por su parte, Emma Lacarda siguió desplegando su mejor versión en los saltos desde los 3 metros en la prueba de categoría A.

La competición arrancó con los deportistas de la categoría B masculina saltando desde los 3 metros de altura. En este sentido, el atleta sueco Peder Saur no varió ni un ápice su rendimiento sobre la plancha azul metropolista. El saltador del Malmö Kappsimningsklubb, se hizo con la primera plaza.

Tras ello, llegaron los saltos femeninos desde el trampolín de 3 metros de altura. En esta tanda, las metropolistas demostraron todo su potencial ante la atenta mirada de Quique Martínez. Emma Larcada y Lía Rodríguez asombraron a los jueces situándose entre las cinco primeras. Las deportistas buscaron elevar el grado de dificultad en sus altos, por lo que incrementaron la dificultad y complicaron la valoración de los jueces.

Emma Larcada lo tuvo claro: fue a repetir la gesta de ayer y no defraudó. La joven consiguió 353.50 puntos, llevándose su segunda medalla de oro. La metropolista Lía Rodríguez rindió a buen nivel pese a situarse en el octavo lugar al finalizar la sesión.

La tercera prueba del día permitió ver en acción a los representantes de la Federación Española de Saltos: Nicolás García Boissier, como saltador local del CN Metropole, y Alberto Arévalo Alcón, del Real Canoe madrileño. Ambos partieron como los grandes favoritos de la modalidad de 1 metro de altura desde el trampolín del club grancanario y lo demostraron con creces.

Nicolás García acabó en segunda posición, con 371.75 puntos, por detrás de su compañero nacional, que le aventajó en 11,6 puntos. El deportista grancanario obtuvo un buen resultado en una prueba utilizada muchas veces para preparar los saltos desde los 3 metros.

«Me he encontrado muy bien, muy fuerte físicamente. El trabajo que estamos haciendo está funcionando”, aseguró el isleño.

La dura pugna con su compañero nacional, Alberto Arévalo, no le afectó porque se retroalimentan. «Es la prueba de Alberto», remarcó Nicolás García Boissier, destacando la actuación de su compañero en la escuadra española. Para Quique Martínez, técnico de ambos competidores en la Federación Española de Salto, «el resultado ha sido el previsto», admitió sobre sus dos pupilos, quienes «compitieron por ganar la prueba».