Patricio de Ara ha relanzado a un Buzanada, que terminó con la dinámica de victorias del Unión Sur Yaiza para alzarse con tres vitales puntos de cara a la permanencia. Bata se convirtió en la estrella del partido disputado en el recinto de Montaña la Cinta con un tanto, en la segunda mitad, que le dio el séptimo triunfo del curso a la escuadra del Clementina de Bello.

Primera parte trabada en la que la lluvia y el viento dificultaron el juego sobre el recinto de Montaña la Cinta. Los errores individuales impidieron ver un partido fluido, en un encuentro en el que el Buzanada fue capaz de imponer su dominio durante los primeros 25 minutos, mientras que el cuadro de Juan Antonio Machín se fue reponiendo, poco a poco, no solo para nivelar las fuerzas, sino para llegar mejor a la recta final del inicio.

Se tuvo que esperar al minuto 27 para disfrutar del primer acercamiento con claridad de la contienda, en este caso con un tiro lejano del conejero Tana, que lo rechazó el meta Gabri, quedando el esférico para que Javi Martín recogiera el rebote y lanzara un segundo disparo, desde fuera del área, que rechazó el balón en un defensor aronero.

Tras la reanudación, el Yaiza mostró una mejoría, pero no pudo con un equipo de Patricio de Ara, bien ordenado y trabajador. El equipo de Juan Antonio Machín estuvo cerca de conseguir su primer tanto en el minuto 58, con un testarazo de Carlos Rosa, tras córner lanzado por Juanca, que se fue rozando la madera.

La respuesta del Buzanada se produjo, poco después, con un remate de cabeza de Pirri, tras una falta lateral, que terminó en las manos de Floro. En el minuto 65, Pirri robó un balón del meta Floro y sirvió para que Bata, que había saltado al campo, marcara el que a la postre fue el tanto de la victoria.

En el minuto 71, el propio Pirri estuvo cerca de conseguir el 0-2, pero su tiro lejano, con mucha potencia, lo rechazó el meta conejero Floro. El Yaiza, a base de empuje, buscó la igualada, y en las postrimerías reclamó con insistencia una pena máxima, pero el colegiado no vio nada punible para pitar y decidió que el juego continuara sin consecuencias.