Más de tres décadas después llegó el cambio en la Federación Interinsular de Fútbol de Las Palmas. Antonio Suárez se va. El actual presidente en funciones renuncia a presentarse a las elecciones del próximo 11 de mayo –del 3 al 10 es el plazo establecido para el voto por correo– por falta de apoyos. De la misma forma, José Ramón Navarro, otro de los candidatos, tomará el mismo camino por el mismo motivo, lo que deja vía libre a Juan José Arencibia, expresidente del Arucas CF, para convertirse en el nuevo presidente de la FIFLP sin que ni siquiera se produzca la votación.
Cabe recordar que las elecciones fueron convocadas el pasado 21 marzo después del terremoto que se produjo en la Interinsular el pasado 4 de enero, cuando ocho miembros de la junta directiva de Suárez dimitieron en bloque. Fueron: Fran Reyes, Yasmina Hernández, Miguel Ángel Sánchez, el histórico Pacuco Ramos, José Antonio Perdomo; los dos vicepresidentes Juan José Arencibia y José Vega; y Ramón Medina, presidente del Comité de Entrenadores de Las Palmas y director de la Escuela de Entrenadores de la FIFLP.
En los días siguientes otros tres miembros renunciaron al cargo: Sonja Arup, Jacob Vázquez y Reinaldo Montesdeoca. Y posteriormente se sumaron cuatro, por lo que el número total de disidentes ascendió a 15.
Antes ese panorama, Antonio Suárez se vio obligado a conformar una nueva junta directiva, con la convocatoria de elecciones próximamente como una cuestión inevitable. Sin los apoyos suficientes para presentarse a las mismas, el que fuera su vicepresidente, Juan José Arencibia, le relevará en el cargo en cuanto oficialmente quede como el único candidato y la junta electoral le proclame. Era el principal favorito y las previsiones se han cumplido.
En una entrevista publicada por LA PROVINCIA el pasado 8 de abril, Suárez se refirió al episodio dio del 4 de enero como «una traición». «Una traición de gente que ha convivido conmigo en esta casa, y ahora resulta que hay una explosión porque se aproximan las elecciones. No fueron claros. El candidato que también se postula –en referencia a Arencibia–, el que ha estado en la casa desde hace mucho tiempo, lleva divulgando en la calle que él será el próximo presidente», comentó el presidente en funciones.
Cuestionado por si le apetecía continuar en el cargo después de más de tres décadas en el mismo, y a punto de cumplir los 80 años de edad, respondió: «Eso de que me vaya no lo tiene que decidir nadie, solo los asambleístas. Yo me siento fuerte y apoyado; son las bases por las que me he decidido dar este paso. No es una imprudencia mía, pero quiero estar. Todo se verá en su momento».
Sólo 10 días después, Suárez tomó la determinación de renunciar sabedor de que no tenía ninguna opción de ganar, y consideró conveniente publicar una carta abierta –debajo de este artículo– después 33 años en el cargo.
De momento, Suárez mantiene su cargo como uno de los nueve vicepresidentes de la Real Federación Española de Fútbol que dirige Luis Rubiales. A nivel territorial, en cambio, lo deja. Él mismo se refirió en este medio al legado que deja: «Hay un patrimonio en esta casa, el Comité de Entrenadores tiene su casa y otra de árbitros en El Carrizal, y sedes en Fuerteventura y Lanzarote. Tenemos una reserva ahorrada por si pasa algo grave. Es mi legado».
