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Opinión

¡Adiós a mi «gran amigo»!

Julio Jiménez Muñoz RAÚL SANCHIDRIÁN

Tras la desagradable noticia del fallecimiento del mítico y excelente escalador ciclista, Julio Jiménez Muñoz, en la madrugada de ayer martes, en un accidente de tráfico. Esta ha caído como un jarro de agua fría a los amantes del ciclismo, a su familia y como amigo del abulense puedo decir que era un enamorado de Gran Canaria, tengo la gran suerte de ser su amigo. Julio, era un enamorado de nuestra isla, aquí vivió varios años en San Fernando de Maspalomas, e incluso, tenía un negocio de peluquería en el centro comercial de San Fernando, dando trabajo a varios empleados. Él llegó a nuestra isla un determinado invierno huyendo del frío de Ávila, aquí pasaba muchos inviernos entre nosotros, hasta que se instaló en el sur convirtiéndose con el tiempo en un vecino más San Fernando de Maspalomas, durante años, en el municipio sureño de San Bartolomé de Tirajana, donde creó bastantes amistades, él era muy amigo de sus amigos. Nuestra amistad estaba creada desde hacía muchísimos años, tras retornar a su tierra natal (Ávila), por motivos familiares y por negocio, nos llamábamos muchos por teléfono cada mes conversábamos e incluso me dijo en una ocasión no hace mucho tiempo que cuando se recuperara de unas molestias que tenía en su garganta y estómago, volvía a Gran Canaria a visitarme, y pasar unos días entre nosotros, donde yo le animaba para su regreso. Con Julio, coincidí en varias Vueltas a España, donde él era comentarista de la Ser, me presentaba a sus amigos, y precisamente apenas hace 15 días estuvimos hablando por teléfono de su estado de salud y me decía «Felipe, voy me mejorcito, ya puedo comer muchas más cosas pero todo a su tiempo, a ver si puedo ir a Canarias pronto».

Me contó infinidad de historia -que me las guardo para mí-, de su paso por los potentes equipos franceses, el del maillot naranja «Bic» y el blanco de «Ford», yo le enviaba las fotos que nos hacíamos en cualquier evento, incluso, un determinado día, me llamó para decirme que una de las fotos donde estábamos juntos brindando con Eddy Merckx, había salido en un libro en Francia, dedicado al gran corredor belga Eddy Merckx, quedó enviarme dicho libro, pero por una cosa u otra no lo tengo.

También me confesó varias cosas que pocas personas saben. Como anécdotas ocurridas en diferentes Tour de Francia, Vueltas a España y Giros de Italia, sobre todo en el Giro, una que ocurrió en 1966, donde perdió el liderazgo tras llevar 11 jornadas con el maillot rosa.

Nuestra amistad era tan real como legal entre dos amigos aceptaba la invitación para comer en mi casa, donde Julio, conocía toda mi familia –esposa e hijos-, y como sabía que yo era muy goloso, y nos traía una tarta como postre, incluso le insistía a mi mujer que acudiera a la peluquería que él tenía en el sur, cuantas veces quisiera por la buena armonía que teníamos.

En uno de los viajes que realicé a Ávila me mostró con orgullo una calle denominada «Subida de Julio Jiménez», en el casco de su localidad abulense que fue el Ayuntamiento de Ávila, que le había dedicado, sin embargo, estaba algo molesto porque tenía una preocupación que su ciudad ignorara la creación de un museo dedicado a Julio Jiménez. En él quería exponer toda su vida ciclista aportando todos sus recuerdos, prendas y trofeos. Pero me decía con satisfacción que le había entregado muchas cosas al museo deportivo del periodista José Ramón de la Morena. También le entregó, entre otras cosas, las páginas de entrevistas que yo le había realizado y documentos publicados en Prensa Canarias (LAPROVINCIA-DIARIO DE LAS PALMAS), como en la Península en el periódico ciclista «Meta 2Mil».

Por suerte tengo en mi poder muchas fotos con Julio Jiménez, pero la que más destacó es la que en su día, fue muy famosa porque había coronado un mítico puerto de la ronda francesa, ganando el Premio de la Montaña en el Tour de Francia, en 1966, donde me la había entregado y dedicada como recuerdo, con el siguiente texto: «A mi gran amigo Felipe del Rosario de recuerdo por la amistad, Julio Jiménez»,

Seguro, que desde ayer estará contando sus hazañas en el cielo junto a otros grandes ciclistas mundiales de su época.

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