Cerca de un centenar de riders, llegados desde toda España, Europa y Latinoamérica, participan desde ayer en la cuarta edición del Gran Canaria Air Battle, evento considerado como el mayor festival de kitesurf y wing foil de Canarias. En la playa grancanaria de Vargas, en Agüimes, los competidores asombrarán al público con sus espectaculares vuelos hasta el domingo.

Durante la jornada inaugural se desarrollaba también la presentación oficial de la cita, que contó con la presencia de Francisco Castellano, consejero de Deportes del Cabildo, Óscar Hernández, alcalde de Agüimes, y Manuel Martínez, organizador de la competición. Todos coincidieron en destacar la importancia de esta para la promoción en el exterior de las condiciones de la playa de Vargas para estos deportes, y de Gran Canaria en general.

La acción en el Gran Canaria Air Battle arrancaba con la celebración de las primeras mangas clasificatorias en las clases de olas y big air (saltos altos). Algunos de los riders que estuvieron presentes en la puesta de largo oficial del evento destacaron que el nivel de la prueba ha ido subiendo notablemente cada año. Así lo expresaba el tinerfeño de origen italiano Jeremy Burlando, el actual subcampeón del mundo de kitesurf (freestyle). Para otro de los favoritos, Lorenzo Casati, afincado en Tenerife, «las condiciones del viento son muy buenas», por lo que él y su hermano, Leonardo, intentarán «dar lo mejor de sí». Ambos llevan compitiendo desde 2018 en esta competición, a la que consideran como «el mayor evento de Canarias de kitesurf y wing foil». Para esots de competidores de origen italiano, el kitesurf significa libertad, «porque podemos volar».

La presencia femenina también ha aumentado poco a poco cada año en la prueba. Cabe destacar, entre otras, a la rider majorera Julia Castro, quien también se ha pasado al mundo del wing foil. «Estoy muy feliz de venir a representar a Fuerteventura en la playa de Vargas, después de mi lesión de hombro y tras el parón mundial», incidió Castro. El evento sigue teniendo carácter abierto, a todas las edades y niveles, desde los 14 años hasta los mayores, como es el caso de un participante que acaba de cumplir los 80 años.