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Freestyle Zombies

Bendita locura en el Arena

El show adrenalítico del Freestyle Zombies hipnotiza al público grancanario, con un espectáculo cargado de emoción, riesgo y gas, desafiando todas las leyes de la gravedad

La fiesta del 'Freestyle Zombies' Motos en el Gran Canaria Arena

La fiesta del 'Freestyle Zombies' Motos en el Gran Canaria Arena

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La fiesta del 'Freestyle Zombies' Motos en el Gran Canaria Arena Santiago Icígar

Locura, bendita locura la que se vivió ayer por la noche entre los muros del Gran Canaria Arena. Un show adrenalítico en estado puro, desde el primer minuto hasta el último, en el que cada uno de los 11 riders participantes, desafiaron todas las leyes de la gravedad, con piruetas increíbles, más propias del mundo ficticio de Matrix, que de la realidad que conocen el resto de los mortales.

Ni siquiera el retraso en el comienzo del espectáculo, por las largas colas para acceder al interior del recinto, afectaron lo más mínimo al desarrollo de una noche inolvidable para todos los asistentes.

Bien hizo el speaker en advertir a todos los presentes que todo lo que iban a tener la oportunidad de contemplar durante las algo más de dos horas del show, no lo intentasen en sus casas, porque las peripecias de los riders sobre sus motos, bicicletas, patinetes eléctricos e incluso sobre un quak, rozan el imposible, saltando sin manos, poniéndose boca abajo sobre sus monturas, retorciéndose en el aire o soltando sus motos en pleno vuelo para volver a montarse en ellas como si nada, ante un público entregado a cada acción imposible de los pilotos.

Con el paseíllo arranca el show

Los grandes protagonistas del Freestyle Zombies son sin duda sus riders, presentados ante su público como si de un paseíllo en la plaza de toros se tratase, brindando su momento a cada uno dellos, con una cuenta atrás que comenzaba con un espectáculo pirotécnico, música a todo volumen, fuego y mucho gas, con todos los pilotos, comenzando por las motos, haciendo su entrada triunfal, empezando por Marc Pinyol y siguiendo por Rayco Díaz, Rocky Florensa, Adolf Silva –también participó con su bicicleta–, Guillem Navas –primer español en conseguir una medalla en los X-Trails de San Diego–, David Rinaldo –doble campeón de Europa y del Mundo–, hasta llegar al aclamado Edgar Torronteras, presentado por el speaker como el «mito, la leyenda y un enamorado de Canarias», recibiendo una ovación del respetable.

Torronteras protagonizó su célebre Picapiedra, corriendo encima de su moto

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El paseíllo continuaba con la presentación de los participantes en bicicleta, comenzando por Miguel Carolo, Gemma Corbera –única mujer capaz de hacer un mortal sin manos y única fémina entre los 11 participantes–, Alejandro Bonace y Álex Gonga.

El show comenzaba a lo grande, con todos los pilotos deseosos de mostrar sus mejores ‘trucos’, algunos entre los mejores del mundo, como el famoso Pedro Picapiedra protagonizado por Edgar Torronteras, que en pleno vuelo simulaba estar corriendo por encima de su moto.

Frenadas y pío pío

El espectacular concurso de frenadas servía para hacer entrar en calor a un público deseoso de disfrutar con las peripecias de cada rider, eligiendo a Torronteras como el primer ganador de una noche que no hacía más que comenzar para alegría de los aficionados, que no tardaban en entonar el célebre pío pío, desde las pobladas gradas del Gran Canaria Arena.

«Esto es una pasada», afirmaba Iván Salvador, un joven aficionado al motocross que asistía con unos amigos a su primer show de freestyle, afirmando que «había visto vídeos en youtube, pero al verlo aquí en directo, es pura adrenalina, han conseguido que esté nervioso y emocionado en cada salto que dan todos los pilotos».

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'Freestyle Zombies' Motos, Gran Canaria Arena José Carlos Guerra

Por su parte, Mónica Pérez, alucinaba con los duelos en la segunda parte del espectáculo, entre las bicicletas, las motos y el quad, afirmando que «nunca había visto nada parecido, es un espectáculo increíble».

La emoción constante no decaía con el transcurso de los minutos y el speaker se encargaba de guiar la sinfonía casi perfecta entre la música, las ovaciones del público y el ruido de los motores, aderezados por un sin fin de trucos, cada uno más imposible que el anterior, en una noche mágica, en plena comunión entre los aficionados y los riders.

Rizar el rizo sobre un patinete

Las peripecias de Álex Gonga con un patinete eléctrico fueron uno de los grandes atractivos de la velada, con un doble mortal que a pesar de tomar tierra de una forma poco ortodoxa, puso en pie a todo el Gran Canaria Arena, que se mantenía en tensión durante las dos horas de espectáculo.

Iván Salvador: «Esto es una pasada, ver a los pilotos en vivo, es pura adrenalina, me han emocionado»

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El show llegaba a su fin, no sin antes recibir una sonora despedida del respetable, que abandonaba el recinto con una sonrisa en sus rostros y un brillo especial en sus ojos, que no hacían más que reflejar la emoción vivida durante cada uno de los minutos en los que los riders, jugándose literalmente la vida en cada uno de sus trucos, les han llevado a un mundo de fantasía, de emoción y de adrenalina.

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