La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Hockey línea

Chuck Baldwin: del hospital a ser supercampeón de España en 12 horas

El héroe del Molina en la final de la Supercopa ante el Valladolid –anotó tres de los cuatro goles de su equipo, incluido el gol de oro–, tuvo que ser atendido por una fuerte deshidratación la tarde anterior

Chuck Baldwin durante el encuentro de la final de la Supercopa entre el Molina y el Valladolid Ale Barrosa

Chuck Baldwin, el ‘Beckenbauer’ del Molina volvió a ser decisivo en un título del conjunto grancanario a pesar de jugar mermado y tener que ser atendido en el hospital, 12 horas antes de la gran final de la Supercopa, de una fuerte deshidratación por el calor y la exigencia del choque ante el Tres Cantos. En enero de 2021, jugó la final de la Copa del Rey con el radio de su antebrazo izquierdo roto y fue clave con dos asistencias.

Viendo el espectacular partido jugado por el estadounidense Chuck Baldwin en la final de la Supercopa de España ante el Caja Rural CPLV de Valladolid, en la que el Molina conquistaba por vez primera en su historia el entorchado de campeón, pocos, por no decir nadie, se podían imaginar que 12 horas antes el jugador había tenido que acudir al hospital para ser tratado de una avanzado proceso de deshidratación.

El sofocante calor reinante en el Pabellón Carlos García San Román y el esfuerzo realizado en la semifinal ante el Rubí, teniendo en cuenta que los insulares contaban con seis bajas en su equipo -Jacob Tenemyr, Jan Andrysek, Luis Nasser, Carlos Azofra, Pablo Gómez y de su capitán Pawel Zasadny-, lo que obligó a los amarillos a redoblar esfuerzos para cubrir las ausencias, formaron un cóctel mortal que le causó en la tarde noche del sábado una importante deshidratación que obligó al jugador a acudir al hospital para ser tratado y recuperarse de cara a la cita que le esperaba solo 12 horas después.

La hora del partido (10.30), no dejaba demasiado margen para la recuperación al jugador estadounidense que llegaba a San Román «algo débil y cansado durante el partido». El calor reinante en el pabellón tampoco ayudaba a Baldwin a sentirse mejor, pero haciendo un sacrificio por el bien del equipo, se calzaba sus patines, se enfundaba sus guantes y cogía su stick para saltar a la pista, tras ingerir «algo de azúcar» y gracias al uso de «un ventilador y bastante hielo».

"Algo de azúcar, hielo y la ayuda de un ventilador", ayudaron a un fatigado Baldwin a poder jugar la gran final ante el Valladolid

decoration

El partido arrancaba ante uno de los equipos más exigentes en lo físico de la Liga Élite, un Valladolid que ejerció una presión asfixiante en toda la pista desde el primer minuto. Sin embargo Chuck conseguía aparcar sus problemas físicos para marcar las diferencias, siendo el encargado de abrir el marcador, tras recoger un pase medido de su compañero Dani Gutiérrez, rematando a puerta un envenenado tiro cruzado ante el que nada pudo hacer el guardameta pucelano.

El Valladolid intentaba recomponerse del mazazo, pero Baldwin volvía a lucir su capa de superhéroe, conectando un remate imparable en carrera que se convertía en el 2-0 que colocaba a los amarillos en el buen camino hacia un nuevo título.

Su físico le pasaba algo de factura en la segunda parte y los vallisoletanos aprovechaban para forzar la prórroga colocando el 3-3 en el luminoso. La remontada pucelana no cogió por sorpresa a los amarillos y menos a Chuck que declaraba al final del choque que «el Valladolid es un equipo increíble, contra ellos todos los partidos son duros y cuando nos enfrentamos a ellos nunca sabemos lo que puede pasar».

Como si de un thriller se tratase arrancaba una prórroga en la que todo apuntaba al triunfo de un Valladolid en línea ascendente, ante un Molina sensiblemente fatigado y abocado a la derrota. Pero Chuck, acostumbrado a los milagros volvía a aparecer en escena en el momento más crítico para su equipo, sacando fuerzas de flaqueza para atrapar con fiereza el disco en el interior del área visitante, rodeado de rivales, para protagonizar un reverso memorable y batir con un gol de oro memorable al guardameta del Valladolid que no daba crédito a lo que acababa de suceder, mientras todo el equipo lanzaba sus sticks al aire para abrazar al héroe amarillo de la Supercopa.

La historia se repite

El partido heroico de Chuck Baldwin no es el único como jugador del Molina. En enero de 2021 el goleador estadounidense asombraba al mundo del deporte, emulando al Franz Beckenbauer del Mundial de Mexico 1970, en el que el alemán jugó una semifinal con un brazo en cabestrillo.

Pero Chuck daba un paso más, jugando una final de Copa ante el Espanya con un vendaje protector para inmovilizar su antebrazo izquierdo al sufrir una rotura en el radio. A pesar de jugar con un solo brazo sano, el norteamericano era decisivo en aquella final de Copa, dando dos asistencias de gol claves para alzarse con el entorchado de campeón, tras vencer a los baleares en la prórroga con un gol de Jacob Tenemyr (5-4).

La realidad es que Chuck lo ha vuelto a conseguir y con el título de la Supercopa en el bolsillo, ya está pensando en conquistar los otros tres trofeos en juego esta temporada: la Liga Élite, la Copa del Rey y la Copa de Europa.

Compartir el artículo

stats