La victoria se le resistió al Taburiente en su estreno liguero en la División de Honor, tanto en el caso del equipo femenino como del femenino. El primero no pudo pasar del empate en su visita a la Real Sociedad Tenis de la Magdalena (0-0); el segundo caía ante un rival directo por la salvación como es el Jolaseta en la Ciudad Deportiva de Siete Palmas (0-1).

El inicio de las féminas del Tabu en Santander resultó algo inestable, aunque mejoraba con el paso de los minutos; esta mejora coincidía con la recuperación del control de la bola gracias a la buena presión ejercida por las pupilas de David Quintana en toda la cancha, generando hasta cinco ocasiones de gol –las dos más claras protagonizadas por las hermanas Déniz, Lucía y Natalia–, que perdonaban las insulares en el primer cuarto.

Las amarillas adelantaban su línea de presión en el segundo acto, lo que se traducía en más oportunidades, pero sin la eficacia necesaria para desnivelar el marcador. La falta de puntería del Taburiente animaba a las cántabras a buscar el gol con dos contras peligrosas que lograba abortar el Tabu. Las isleñas gozaban de una nueva oportunidad en un remate de Rogoski que despejaba con apuros la guardameta local.

Tras el descanso, David Quintana apostaba por colocar tres delanteras, consiguiendo encerrar a las santanderinas en su área, aunque el gol no terminaba de llegar. La dinámica se mantenía en el último asalto, quedándose las amarillas sin la recompensa del gol y un empate inesperado (0-0)

Primera final perdida

Tanto Suso Martín, el entrenador del Taburiente masculino, como Gorka Neria, el capitán, tenían claro que el choque de ayer ante el Jolaseta era una de las muchas finales que les esperan esta temporada para poder certificar su continuidad en la máxima categoría, a la que vuelve tras cinco años. Los amarillos sufrieron un revés al caer en casa con el Jolaseta (0-1).

El Tabu arrancó con mucha intensidad, logrando forzar un penalti córner a los dos minutos, pero sin obtener resultado. El combinado vasco ejercía mucha presión en las salidas del área local, dificultando el juego de creación de los isleños, que se topaba con la buena actuación del meta rival.

Dicen que el que perdona la termina pagando y así fue. Los grancanarios encajaban en una contra de Gabriel Llorente (43’) el tanto que definía el duelo.