El primer equipo del Olímpico descuenta días para el inicio del nuevo curso en la máxima categoría del vóley femenino español, que afronta con mucha ilusión.

¿Cómo se presenta esta nueva temporada?

Afrontamos un cambio de ciclo después de dos años con Pascual Saurín en el banquillo que resultaron muy fructíferos para nosotros, tanto en lo deportivo como en lo personal. Y lo hacemos con mucha ilusión, confianza y paciencia.

¿Se va a ver un Olímpico muy diferente con Marcos Dreyer al frente de los mandos técnicos?

Son dos entrenadores diferentes, no solo por su forma de ver el voleibol, sino también en su manera de dirigir y entrenar. Para mí, son los dos grandes técnicos de la categoría, junto a Bep Llorens, el del Menorca. En cuanto a nosotros, se va a poder ver a un equipo similar al del año pasado, muy bien ordenado, potente en ataque, y sobre todo por las alas. Pienso que, especialmente, las dos centrales que tenemos, más Lucre, le van a dar una versatilidad enorme a nuestro juego. Se van a repartir muchos puntos no solo entre las puntas, pues las centrales también van a sumar muchos. Echamos de menos a nuestras tres peques -Ariadna, Lucía y Raquel-, pero a la vez es ilusionante verlas salir fuera para luchar por un presente y un futuro mucho mejor del que tienen en España.

¿Qué se espera de María Alejandra Álvarez del Burgo en su segunda temporada consecutiva en el equipo?

Es una jugadora top, que quizás la temporada pasada notó mucho el cambio de rutina, de entrenar mañana y tarde, la presión de jugar en un equipo campeón que iba a jugar la Champions, que tenía mucha necesidad de conseguir éxitos deportivos; todo eso le pudo influir en su juego, no se sintió muy segura y eso le hizo perder confianza. Este curso va a ser diferente y desde el principio de la pretemporada se le está viendo otra capacidad, otra mentalidad. Junto con Lucre, creo que son nuestros dos grandes fichajes de la temporada. Julia de Paula es nuestra otra gran esperanza; esperamos que se consolide como la jugadora de élite que es, en una liga necesitada de talento.

¿Será más difícil para Julia o para su padre, Marcos Dreyer, en este nuevo rol de convivencia entre jugadora y entrenador?

Es difícil para los dos, pero también tiene que ser fácil porque comparten un mismo lenguaje, una misma visión del voleibol, comparten las mismas ilusiones. Le va a ayudar a Julia a madurar y crecer mucho más rápido, aunque el club no tiene prisa, porque será la mejor jugadora española joven.

«Además de la gran ayuda del Cabildo; gestionamos la llegada de un patrocinador fuerte»

¿Se mira con una cierta envidia sana a Tenerife por la gran campaña que realizó el Haris?

Siempre me alegro de los éxitos de los demás, lo contrario sería ser una persona mediocre. Lo importante es que a los amigos les vaya bien, a ser posible después de nosotros. Hicieron una gran temporada, pero me sorprendió no haber forzado el quinto partido después de la buena imagen que dimos en Tenerife. Yo vivo solo del presente y solo miro al pasado para aprender de los posibles errores que habría podido cometer. Vamos a intentar que la historia sea diferente esta temporada.

En cuanto a lo institucional, se caía como patrocinador principal Urbaser y también llegaba a su fin la larga y fructífera relación con el CCO 7 Palmas. ¿Y ahora qué?

Tenemos un patrocinador nuevo firmado para las próximas tres campañas, muy importante, una empresa que quiere devolver a la sociedad parte de lo que esta le ha aportado desde un punto de vista económico. Es importante para nosotros y lo anunciaremos una semana antes del inicio de la primera jornada. Estamos muy contentos. No descarto que Urbaser, con quien estamos en conversaciones finalmente puedan terminar reenganchándose de nuevo al proyecto del club. Tenemos también algunas gestiones en marcha que esperamos que puedan fructificar satisfactoriamente durante las próximas semanas para poder lograr la consistencia económica que ya teníamos y aspirar a ganar todos los títulos nacionales. Nuestro presente y pasado se escribe también con la ayuda inestimable del Cabildo de Gran Canaria, especialmente durante esta legislatura. El Gobierno de Canarias y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria también nos han ayudado, pero no es comparable con la ayuda que nos ha dispensado el Cabildo de Gran Canaria.

¿Qué le pediría a las instituciones públicas?

Al Gobierno de Canarias habría que pedirle una mejora no en las cantidades económicas, sino en la agilidad de los trámites a la hora de gestionar las convocatorias de subvenciones económicas que tiene a través de la Dirección General de Deportes, porque se tarda muchísimo. Estamos en los primeros tres meses de la temporada 2022-23 y aún quedan varias convocatorias por resolverse en sus resoluciones provisionales, que luego tocaría esperar por las definitivas. Es dinero que en el caso del Olímpico, lo adelanta la familia Campos con su patrimonio. Este club tiene 400.000 euros pendientes de cobrar de la temporada pasada, todo el patrimonio de mi familia, de mi mujer, de mis hijos, de mi hermana y de algún que otro amigo personal. No me gusta tener que deberle dinero a nadie.