Paulino Rivero, expresidente del Gobierno de Canarias, y los accionistas mayoritarios en el CD Tenerife ya modelan un nuevo proyecto para el conjunto blanquiazul. La intención de todos ellos es huir del presidencialismo que ha caracterizado al representativo durante los últimos tres lustros; y acercarse más a un modelo de gestión moderno, funcional y de responsabilidades compartidas.

Ante la oferta que le han presentado para convertirse en el vigesimotercer presidente de la historia de la institución, Rivero no ha pedido tiempo y ha puesto una serie de condiciones, todas ellas «razonables y que serán aceptadas» por parte de los accionistas de referencia, confirmaron ayer fuentes de la negociación. Fue Amid Achi, presidente del Grupo Número 1, quien propuso al resto de socios el nombre del expresidente del Gobierno de Canarias y el que personalmente se ocupa de pilotar el proceso.

Se pondría al frente de un consejo de seis miembros y mantendrá a Cordero y Ramis

De los primeros encuentros con Rivero ya han trascendido algunas conclusiones. Una de ellas es la salida del gerente, Juan Amador, porque un perfil como el suyo ya no tendría cabida en el proyecto futuro del Tenerife. Tras una larga vinculación al club, su adiós será efectivo el día después de la junta de accionistas de diciembre. En este sentido, el propio profesional blanquiazul -con cargo en el club desde tiempos de Javier Pérez- sería partidario de su propia salida.

Más cantera

Una de las voluntades manifestadas por Paulino Rivero en las conversaciones con el núcleo duro de accionistas mayoritarios es una reforma integral del área de cantera, donde el club no está dando los resultados esperados y ha quedado en mal lugar por la creciente proliferación de talentos -algunos de ellos tinerfeños- que triunfan a lo grande en la isla vecina. 

En esta dirección, Rivero propone explorar otros proyectos (como los de Villarreal o Atlético) e importar fórmulas que funcionan en otras latitudes para conseguir que el representativo sea un escenario fértil para los jóvenes valores.

No solo Rivero, sino también otros accionistas mayoritarios del Tenerife contemplan con creciente preocupación que muchos jugadores de la Isla en edad de formación prefieran irse a la Unión Deportiva Las Palmas o a clubes peninsulares; en lugar de apostar por quedarse en el Tenerife, donde ven que el margen de oportunidades se estrecha cada temporada un poco más.