Unos días más deberá esperar el homenaje a un mito de la Lucha canaria, Antonio González, el gran Loreto IV. Hoy, 14 años después de su retirada de los terreros, estaba prevista una luchada en el Terrero de Vecindario para rendirle tributo, pero la amenaza del ciclón tropical que afecta este fin de semana a Canarias retrasa los planes.

Después de 14 años de su retirada de los terreros, el día en que se le rinde un homenaje a la altura de su trayectoria en los terreros va un ciclón tropical y aplaza el tributo que iba a desarrollarse hoy en Vecindario. ¿Cómo ha recibido el aplazamiento por causa de la alerta máxima metereológica?

Sinceramente, este homenaje me cogió totalmente de imprevisto, era algo que ya ni me esperaba, después de tanto tiempo pensaba que no se iba a hacer nunca. A pesar de que en su momento sí se planteó alguna que otra idea de poder llevarlo a cabo, estas nunca llegaron a fructificar. Al terminar un entrenamiento, uno de mis compañeros, Abián Guillén, me propuso hacer un homenaje en reconocimiento a la que, según él, había sido mi gran aportación a la Lucha. Él se implicó en este proyecto junto a Marcos Trujillo y hoy iba a ser una realidad. Pero desgraciadamente la naturaleza es así de caprichosa y nos ha cogido un poco de imprevisto todo el tema de la alerta máxima por la situación meterológica que hay prevista para este fin de semana. Esperemos que la próxima semana se pueda realizar la luchada. Es una pena, porque todo estaba ya organizado y ahora hay que aplazarlo. Es una pena por los aficionados que son los que más lo van a sufrir, había gente que venía de otras islas. Pero son contratiempos que uno no se puede imaginar y supondrá una semana más de locura para los organizadores; al final, lo más importante sin duda es la seguridad de las personas.

Viniendo de una saga familiar de grandes bregadores, en su caso estaba claro desde el principio que terminaría siendo luchador, ¿o no?

Era algo que estaba claro desde que era pequeño, desde la época de mi tío Antonio, que fue el primero en inaugurar la saga de los Loreto, que continuó luego con mis hermanos y mis primos. La Lucha es algo que he mamado desde siempre en mi casa.

¿Qué conlleva en lo personal para usted portar ese sello, ese sobrenombre de Loreto?

Orgullo y honor. Es una saga importantísima iniciada por mi tío Antonio y que la siguieron mis hermanos Juan y Paco.

Después de 28 años en activo como luchador y la gran cantidad de títulos que colecciona en sus vitrinas, ¿qué se siente siendo uno de los grandes bregadores de la historia de este deporte vernáculo?

Me siento uno de tantos, aunque es cierto que me siento reconocido y eso es algo muy importante para mí. Incluso, entre las nuevas generaciones que están despuntando, que me dicen que han visto vídeos míos y que me conocen. Es algo que me llena mucho. Lo que uno al final haya aportado no es importante.

Siendo diestro, ¿por qué luchaba a lo zurdo?

Era un luchador en cierta forma endeble, con poco peso y me comencé a acomodar a esa forma de luchar. Me di cuenta de que incomodaba más a los diestros, y hasta la fecha. Conseguí al final que el incómodo fuera yo.

¿Qué recuerda de sus históricas agarradas con Pedro Cano o aquellos dos recordados desafíos con Parri II?

Las agarradas con Pedro siempre eran muy reñidas, éramos los dos zurdos y pegábamos con todo lo que teníamos. Por su parte, Parri era un hombre descomunal, con unas condiciones físicas impresionantes, muy fuerte y con técnica. Tuve la gran suerte de poder agarrar dos desafíos con él, uno lo perdí y otro lo gané.

¿Cuál es la luchada de la que más se acuerda?

Duras resultaron todas. Cuando uno se responsabiliza como puntal y lleva el peso del equipo, todas son duras. Pero por elegir una en particular, probablemente esa sería la final del Torneo Binter con el Pollito de la Frontera.

¿Quién ha sido el bregador más duro con el que se ha enfrentado Loreto IV?

El luchador más duro con el que he pegado sin duda fue José María González, Parri II, que poseía una fuerza descomunal. Por su parte, Juan Ramírez fue uno de los más incómodos a los que me medí.

¿Cómo ha recibido todas las muestras de cariño del mundo de la Lucha hacia su persona?

Lo he recibido con mucha ilusión y emotividad. Pienso que esa noche en que se celebre el homenaje lo será todavía mucho más. Estoy muy feliz por ese reconocimiento que me han preparado mis propios compañeros, es algo que me llena bastante.

¿Por qué eligió a la Asociación Pequeño Valiente como destinatario de la recaudación de su homenaje?

Todos conocemos la situación que está atravesando actualmente esa asociación. Yo además por los niños tengo una cierta debilidad. En mi trabajo como bombero les he tenido que hacer alguna que otra visita en Navidad y me sentí reconocido. Deseo que desde el primer céntimo hasta el último vaya a parar a ellos para aportar mi grano de arena a su causa.

¿Ha cambiado mucho la Lucha desde su época a la actual?

En todas las épocas han existido grandes luchadores. Lo que viene a marcar la diferencia es si los terreros se llenan o no de aficionados. En nuestra época vivimos momentos apoteósicos, en gran parte porque los medios de comunicación se volcaron.

¿Qué le parecen las categorías que se han establecido en función de la entidad de los luchadores de los que dispone cada equipo?

Esto permite que las luchadas estén más equilibradas. Es algo que no se daba en mi época y creo que beneficia a nuestro deporte.

¿El luchador nace o se hace?

Nace y se hace, las dos cosas van unidas. Es necesario ponerle ganas, porque este deporte exige un sacrificio diario. Por muchas condiciones que tengas, si no tiene a una persona que te lleve seguramente no llegarás muy lejos.

¿Cómo va esa nueva faceta como mandador?

Ya había hecho algunos pinitos con anterioridad, pero ahora estoy volcado de lleno, me ilusiona ver a los jóvenes entrenar. El proyecto ha tenido una gran acogida tanto en El Castillo como en Aldea Blanca; se está promoviendo una gran cantera de niños y de niñas.

¿Qué le parece el auge de la lucha femenina?

Me alegro mucho de la progresión que está teniendo. En Gran Canaria existe un gran nivel de luchadoras y en mi homenaje estarán algunas de las mejores.

Es inevitable preguntarle por el futuro como luchador de su hijo Alejandro.

Está haciendo sus pinitos. Condiciones tiene. Aunque me gusta que practique la Lucha, al final será lo que él desee, Él va conmigo, entrena, cuando quiere lo hace y cuando no quiere, no. Es un niño todavía, solo tiene 12 años.