El Guaguas se presenta el domingo (12.00 horas) ante su afición como líder en solitario de la Superliga. Si en la última jornada aplacaban los ánimos de victoria del Arenal Emevé -segundos en ese momento- en tierras lucenses, por la vía rápida (0-3), en esta ocasión medirán fuerzas ante un remozado Barça, que recuperaba este curso la categoría y que bajo el mando en plaza de Fredinson Mosquera, llega a la Isla como segundo clasificado.

La condición de recién ascendido del Barça no debe de llamar a engaño. Los culés han conformado un equipo muy equilibrado, con calidad suficiente para poder presentar batalla en la competición doméstica, como demuestra su trayectoria hasta el momento, acumulando cuatro victorias (Palma, Textil Santanderina, Boiro y Manacor) y una sola derrota (Arenal Emevé).

Los azulgranas juegan al ritmo que marca Guillermo Loeches en la sala de máquinas de un Barça que cuenta con la presencia del brasileño Anderson Grossi en el centro de la red, la potencia de Gerard Osorio en la posición de opuesto, la eficacia en la recepción de Mauro Fuentes e Isaac Valiño, además de la seguridad defensiva que le otorga Arnau Masia en la posición de líbero. Por si fuera poco arsenal ofensivo, los culés se han reforzado con el receptor cubano Yohan León, lo que aumenta la potencia de fuego de la armada catalana.

Por su parte, el equipo de Sergio Miguel Camarero llega a la sexta fecha del calendario como el único equipo invicto de la División de Honor. Io de Amo se ha acoplado en un tiempo récord a su nuevo equipo -MVP de la quinta jornada- y está siendo capaz de darle a sus compañeros lo que necesitan en cada momento, en un equipo compensado en todas sus líneas, lo que le ha ayudado a solventar los problemas de bajas que han tenido en el equipo en este inicio de curso -Dani Ruiz, Brandon Rattray y Borja Ruiz- de forma que no se ha resentido el nivel de competitividad de un equipo que está jugando como una máquina bien engrasada.

La Roca del CID volverá a ser un factor diferencial para un Guaguas que espera contar con el apoyo de una afición que espera superar los 1.000 fieles con los que contó en la visita del Melilla en la mejor entrada hasta el momento en lo que va de temporada en la Superliga.