Rally

Pedro Peñate sortea airoso una segunda etapa en el Dakar marcada por las roturas y los abandonos

Un total de seis neumáticos, un palier y uno de los discos traseros rotos, complicaron la carrera del piloto valsequillero entre Sea Camp y Alula

Pedro Peñate y Rosa Romero atraviesan una de las zonas del empedrado recorrido de la segunda etapa del Dakar

Pedro Peñate y Rosa Romero atraviesan una de las zonas del empedrado recorrido de la segunda etapa del Dakar / Duda Bairros

Santiago Icígar

Santiago Icígar

Lo que parecía una prueba tranquila se complicó más de la cuenta en una segunda etapa entre Sea Camp y Alula, que contaba con una especial de 430 kilómetros y un enlace de 158 kilómetros, en el que la superficie pedregosa del recorrido produjo numerosos problemas a todos los pilotos en competición, incluido el propio Pedro Peñate, para el que "el Dakar este año está siendo mucho más duro que el año pasado, están habiendo muchísimas roturas”.

Peñate se vio obligado a tener que reparar en carrera hasta seis neumáticos, aunque el mayor susto se produjo por la rotura de los tornillos de sujeción de uno de los discos traseros y un palier, que pusieron en riesgo la continuidad de la expedición grancanaria en la carrera, aunque como relata el propio Peñate, “pudimos arreglarlos estando en pista y completar la prueba para llegar al vivac”, aunque no pudieron puntuar.

Precisamente la gran cantidad de piedras que se han encontrado los vehículos durante la mayor parte del recorrido han sido las causantes del gran número de roturas y de abandonos que se han producido durante la prueba, aunque la climatología "está siendo muy agradable, sigue sin hacer ni frío ni calor”, expresaba el piloto grancanario al término de la prueba.

A pesar de todo, Peñate se muestra optimista con el rendimiento de su vehículo y con cada kilómetro recorrido aumenta su sintonía con Rosa Romero, su navegante, con la que repite experiencia en el Dakar por segundo año consecutivo.

La tercera etapa partió en la mañana de hoy de Alula rumbo a Ha’il, con un enlace de 221 kilómetros y una especial de 447 kilómetros, en el que se esperan que puedan darse grandes sorpresas durante la prueba, que arrancaba con algunas gotas de lluvia, suelo mojado y charcos.