Bodyboard

Domínguez y su sueño cumplido

El grancanario, vigente campeón de España, se prepara a conciencia con el objetivo de hacer un buen papel en su debut en el Mundial, una de sus máximas aspiraciones deportivas

El grancanario Javier Domínguez, campeón de España absoluto, posa en el agua sobre su tabla.

El grancanario Javier Domínguez, campeón de España absoluto, posa en el agua sobre su tabla. / Santiago Icígar

Santiago Icígar

Santiago Icígar

En la hoja de ruta para 2023 de Javier Domínguez, el vigente campeón de España de bodyboard, hay un evento señalado en rojo, el Mundial que tendrá lugar en Chile entre marzo y abril. El grancanario verá así cumplido uno de sus grandes sueños deportivos. Con el francés Pierre-Louise Costes como referente, el ‘rider’ isleño aspira a seguir disfrutando sobre su tabla; si luego llegan los títulos, mejor que mejor. 

El surfista grancanario Javier Domínguez conseguía en aguas de Gáldar proclamarse campeón de España de bodyboard el pasado mes de noviembre. Este éxito le abría las puertas del Mundial, uno de sus sueños deportivos. Lo cumplirá en Chile, país que acoge la cita mundialista entre marzo y abril. Allí acudirá el isleño con la intención de «aprender y adquirir más experiencia». «Desde pequeño he visto a través de vídeos coger olas a otros en el mayor evento de este deporte, y ahora voy a tener la oportunidad de surfearlas yo mismo», afirma ilusionado.

El joven se prepara a conciencia para hacer un papel digno en la cita mundialista, a pesar de que reconoce las dificultades que se encontrará al surfear en una zona en la que no lo ha hecho hasta el momento. «El agua es más fría, pero estaré unas semanas antes para adaptarme al entorno», apunta.

La pasión que siente Javier Domínguez por el bodyboard se ha fraguado desde que era un niño. A los seis años seguía los pasos de su padre y de su hermano, practicantes de esta especialidad; ambos le metieron el gusanillo en el cuerpo al pequeño de la saga.

El rider isleño recuerda aún con especial cariño su primer entorchado nacional en la categoría absoluta, el pasado año en Gáldar. Se subía a lo más alto del podio tras una final muy apretada en la que se impuso a Guillermo Cobo, Armide Soliveres y Carlos Suárez. «Todo estaba muy ajustado y conseguí hacer una ola perfecta, de 10, que me dio la diferencia que necesitaba para ser campeón», recuerda Javier mientras revive dicho momento en su mente.

«El Confital, la playa en la que me he formado, siempre será mi favorita», reconoce el surfista isleño

Con anterioridad había saboreado las mieles del triunfo en las categorías inferiores, pero el ganar el campeonato absoluto era «un objetivo que siempre había tenido desde pequeño, del que ya me había quedado muy cerca un año que acabé segundo».

En busca de la ola perfecta

Cuando está en el agua sobre la tabla lo único que tiene importancia para él es «disfrutar», porque «todo lo demás viene solo». Para Javier Domínguez, las condiciones especiales que se dan en las aguas galdenses ayudaron a proclamarse campeón: «Si bien para el surf en general pueden no ser las mejores olas, para los practicantes de bodyboard es como ir a un parque de atracciones, porque sobre ellas puedes hacer cualquier cosa que se te ocurra. Esa es la razón por la que viene gente de todas partes del mundo a probarlas».

En el caso del bodyboard, la ola perfecta en su opinión debe de ser «recogida y tener fuerza, porque nosotros siempre tenemos tendencia a volar o a meternos en el tubo, que es cuando la ola rompe y vas por dentro».

A pesar de sus piropos a las olas galdenses, se declara enamorado de la playa de El Confital. «Es el lugar donde surfeo desde que era pequeño y siempre será mi playa favorita», reconoce el grancanario.

Javier declara que el estar sobre la tabla le genera placer: «Siempre disfruto y esa es la única razón por la que practico este deporte, más allá de los éxitos deportivos o del dinero que pueda conseguir».

«Todos los surfistas sentimos la conexión especial con el mar», afirma Domínguez, y el ambiente de compañerismo que existe entre todos los compañeros. Pero reconoce que a pesar de que siempre están juntos surfeando, «en la competición cada uno va a dar lo mejor de sí mismo para intentar ganar al compañero». «No es una competitividad en plan mal rollo, sino una competitividad sana», señala el rider isleño.

Canarias destaca por el alto nivel de sus surfistas, en todas las modalidades. «De aquí han salido varios campeones del mundo y de Europa; los competidores que vienen de otros lugares siempre comentan que en las Islas hay un nivel muy alto de bodyboard», afirma Javier, que agradece que todos los campeones tanto nacionales como extranjeros sean «abiertos y accesibles», lo que le permite intercambiar opiniones y desarrollarse como deportista aprendiendo de los mejores.

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