Balonmano

La disculpa de mamá Marta

Mangué pide perdón por la acción antideportiva con una rival que le costó la expulsión | «Lo más duro fue explicarle a mi hijo Eiden por qué mami estaba en la grada y no en el partido»

Marta Mangué se apresta a lanzar una pena máxima en el duelo del pasado sábado ante el Costa del Sol Málaga. | | ROCASA

Marta Mangué se apresta a lanzar una pena máxima en el duelo del pasado sábado ante el Costa del Sol Málaga. | | ROCASA / M. Ojeda

Manuel Ojeda

Manuel Ojeda

Resulta inusual, en el deporte de alta competición, que grandes estrellas asuman su responsabilidad cuando protagonizan una acción desafortunada. En unos casos, los egos impiden aceptar la culpa y salir a dar la cara para reconocer el error y pedir perdón públicamente. En otros, como el que nos ocupa, los deportistas están predispuestos a afrontar ese trance, sabedores de lo que representan sobre todo para los jóvenes y los valores que deben transmitir dentro y fuera de la cancha; es el caso de la grancanaria Marta Mangué.

La integrante del Rocasa, la jugadora con más internacionalidades con España –301– y máxima goleadora de la historia de las Guerreras –1.034 tantos–, perdió los nervios en el importante encuentro que el conjunto teldense, que atraviesa un mal momento en la Liga Guerreras Iberdrola, disputaba con el Costa del Sol Málaga en el Pabellón Antonio Moreno de Las Remudas. Transcurría el minuto siete de la segunda parte y el cuadro isleño perdía por 14-21, cuando la Pantera, en un ataque de las visitantes, protagonizaba una acción violenta con la brasileña Isabelle Medeiros, por la que vio la tarjeta roja.

Ayer, Marta Mangué publicaba a través de sus redes sociales un escrito en el que se disculpaba ante las rivales, ante su club, compañeras y aficionados, y con su hijo Eiden, de corta edad: «Lo más duro fue explicarle por qué mami estaba en la grada y no en el partido».

«Después de mi acción indisciplinaria del sábado, por mi parte me gustaría compartir que sólo los atletas, deportistas, futbolistas, profesionales y no profesionales, personas públicas y simplemente personas humanas que cometemos errores, cuando nos pasa una acción como esa o similar pues no nos sentimos orgullosos. Y menos personalmente, con más de 20 años de carrera deportiva; pero son acciones feas que cuando se hacen no hay vuelta atrás, lo que sí se puede hacer es reconocer el error para no repetir», explicaba en su misiva la laureada jugadora grancanaria, que el verano pasado regresó al Rocasa, donde se formó, tras una larga y exitosa trayectoria en España y en el extranjero.

«Debemos ser un ejemplo para todos. Al finalizar el partido pedí disculpas a la jugadora y a mi equipo por mi acción y por dejarle con una jugadora menos», señaló Marta Mangué en un texto que concluía de la siguiente forma: «Lo más duro fue explicarle a mi hijo Eiden por qué mami estaba en la grada y no en el partido».

Esta reflexión de la veterana deportista grancanaria, de 39 años, supone un ejemplo de vida, de humildad para saber asumir los errores; y más en un mundo, el del deporte, donde mitos como ella genera admiración entre los jóvenes, pues para muchos de ellos se trata de un gran referente y un espejo donde mirarse.

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