Baloncesto

Quevedo no se quedó en el baloncesto

El baloncesto forma parte del pasado desconocido del artista musical más internacional de Canarias en la actualidad, que un buen día cambió la pista de juego por los escenarios

Foto: Quevedo, en un partido durante su etapa como jugador del Evecan. / ANTONIO MARTEL

Martina Andrés

Santiago Icígar

Santiago Icígar

El archiconocido cantante grancanario Quevedo, nominado esta semana a cuatro ‘Latin American Awards’, se enamoró del baloncesto y del balón naranja de la mano de su exentrenador Octavio González Perdomo y de su club, el Evecan. La vida y el éxito sin embargo le han llevado a tener que abandonar su práctica por su otra gran pasión, la música, con la que sí ha logrado abarrotar el Gran Canaria Arena hasta la bandera.

El músico del momento, Quevedo, un grancanario universal que fue capaz de llenar el Gran Canaria Arena hasta la bandera el pasado sábado en el arranque de su gira DQE Tour con la presentación de su único álbum hasta el momento, Donde quiero estar, tiene un pasado ligado al baloncesto y al que fue su club, el Evecan. A pesar de ser por aquel entonces un consumado futbolero y no haber jugado nunca antes al deporte de la canasta, en esta entidad dio sus primeros y únicos pasos con un balón naranja en la manos.

"Pedro, Pedro..." y Quevedo desató la locura entre sus fans

Martina Andrés

Jugador junior

Ese comienzo de su gira en el Arena nos retrotrae a su corta época como jugador de basket en las categorías de formación, en las que Pedro Luis Domínguez Quevedo llegaba al Evecan un poco por casualidad y sin una experiencia previa cuando se encontraba en edad júnior. 

Octavio González Perdomo, su entrenador en aquella etapa, recuerda que «me faltaban dos jugadores para completar el equipo y apareció un chico, Antonio Naranjo, que había jugado al baloncesto, y venía acompañado por Pedro, que es como yo le conocí en aquel momento y que era un amigo suyo que por aquel entonces jugaba al fútbol, y que por lo visto era bastante bueno». 

Quevedo, en un partido durante su etapa como jugador del Evecan.

Quevedo, en un partido durante su etapa como jugador del Evecan. / Antonio Martel

A pesar de que Quevedo no tenía ninguna experiencia previa como jugador de baloncesto federado y como la necesidad apremiaba en el club, decidieron darle una oportunidad ante la propuesta de ambos chicos, a los que les apetecía jugar juntos en el mismo equipo, y de paso solventar el problema que ellos tenían ante la falta de efectivos.

«Me sorprendió enormemente su capacidad para adaptarse tanto al equipo como al juego, a pesar de no haber entrenado ni jugado nunca antes con un conjunto federado», recuerda Octavio, quien ante las buenas maneras del joven Pedro decidió darle galones y colocarle como base, en una posición poco habitual para jugadores con poca experiencia pues se requiere hacer una buena lectura del juego y tener dotes de liderazgo en la pista.

"Era un chico tranquilo, responsable y muy competitivo. No faltaba a un entreno"

Octavio González

— Entrenador del Evecan

«Era un chico muy tranquilo y responsable, que no faltaba nunca a entrenar y que tenía muy buen rollo con todos sus compañeros», rememora su exentrenador, que poco o nada se podía imaginar en aquel momento del futuro que le esperaba a su discípulo alejado de las canchas de baloncesto.

Del fútbol al baloncesto y muy competitivo

Si algo llamó poderosamente la atención del entrenador en aquella época fue «su capacidad para adaptarse desde un club de fútbol a uno de baloncesto, y lo competitivo que era, se tomaba todos los partidos muy en serio y era muy luchador». Octavio guarda un gran y nítido recuerdo de aquella época. «Fue un gran año en gran parte debido al carácter de todos aquellos chicos. Se trataba de un grupo muy sano, lo que hacía que todo resultara mucho más fácil para ellos y para mí».

En cuanto a sus condiciones como jugador, Quevedo «destacaba por ser agresivo, peleón, muy potente en el tren inferior, al que le gustaba penetrar hasta la cocina cada vez que tenía la más mínima oportunidad, aunque también es cierto que el tiro no era lo mejor que tenía», recuerda su entrenador en el Evecan.

Quevedo: "Si pudiera estar una semana sin que nadie me reconociera, lo firmaría"

Pedro del Corral

A pesar del éxito alcanzado por el artista grancanario, éste no ha perdido el contacto con sus conocidos de aquella época, incluso recuerda su exentrenador que hace cosa de tres años aproximadamente «me llamó porque estaba pensando en volver a jugar al baloncesto, pero luego vino todo el boom mediático de la fama y todo lo demás quedó relegado a un segundo plano, a pesar de que en aquella ocasión le puse en contacto con otro club por si finalmente se decidía por retomar los entrenamientos», recuerda.

‘La Resistencia’

Tanto al propio Quevedo como a su amigo Antonio Naranjo les solía llevar en su propio coche desde La Vega de San José, donde entrenaban, hasta la zona donde vivían ambos, en Ciudad Jardín. En ese trayecto, Octavio recuerda como ambos comentaban entre sí sobre lo que habían visto en los programas de televisión, especialmente el de la Resistencia de David Broncano. «De repente, estando un día en mi casa viendo la televisión, desconocía que Pedro se hubiese hecho famoso y le vi por casualidad en la Resistencia, y lógicamente recordé aquellas charlas informales en mi coche camino del entrenamiento», relata con una sonrisa el entrenador del Evecan.

A pesar de que nunca le escuchó cantando en el vestuario, afirma que Pedro «siempre estuvo relacionado con temas de música, de programas de televisión y de YouTube con los compañeros». «Pero no era algo en lo que yo me metiese demasiado como es lógico, porque eran las típicas charlas entre chavales», afirma Octavio. Éste, hoy en día, reconoce en la estrella musical cosas de aquel chico que tuvo a sus órdenes en el Evecan: «Le ves hablar y expresarse y así es Pedro, incluso me comentan algunos de sus amigos que sigue participando en el chat que tienen de aquella época. Esto demuestra la normalidad de una persona a la que no parece haberle cambiado la fama y que sigue siendo afortunadamente un tipo normal».

"Tenía atrevimiento a la hora de subir el balón y para buscar la canasta rival"

Antonio Martel

— Fotógrafo deportivo

Antonio Martel, fotógrafo deportivo y un habitual en los partidos de las categorías de formación del baloncesto insular, coincide con Octavio en señalar que «para el poco tiempo que estuvo jugando en el baloncesto federado no lo hacía nada mal: «Era un jugador atrevido a la hora de subir el balón y de buscar la canasta contraria». «A pesar de que el Evecan no tenía un equipo top en aquella época, jugaban muy bien», recuerda.