La canariedad como vitamina

La UD, con ocho canarios que suman 38 derbis, recurre al factor pasional para tumbar

al Tenerife en el Heliodoro | En las filas tinerfeñas, solo dos canteranos con dos clásicos

El capitán de la UD Jonathan Viera, al término del duelo de semifinales del playoff, se dirige a los fieles amarillos del Heliodoro. | | LP

El capitán de la UD Jonathan Viera, al término del duelo de semifinales del playoff, se dirige a los fieles amarillos del Heliodoro. | | LP / Paco Cabrera

Paco Cabrera

Paco Cabrera

El orgullo del Clipper. Sentimiento, talento y pertenencia. Legionarios amarillos del Roque Nublo. La canariedad como fortaleza para silenciar el Heliodoro. Los cazafantasmas de Pimienta. En el plantel profesional del estratega barcelonés, se contabiliza un bagaje de 71 derbis –ver gráfico del margen derecho–. Por su parte, en el CD Tenerife de Luis Miguel Ramis, hay 75 clásicos del Archipiélago contra los pío pío fundamentados en la experiencia de Carlos Ruiz (Baza, 39 años), doce contiendas de la pasión, y Aitor Sanz (Madrid, 38 años), con otras doce. En el bando tinerfeño, solo hay dos canteranos del latifundio del Teide con minutos y recorrido. Son Javi Alonso y Teto. Contabilizan dos derbis.

Participaron en el último episodio de la máxima rivalidad, 68 derbis en toda la historia, y que tuvo lugar en el Gran Canaria con victoria para la UD (3-1). Alonso y Teto, el gran diamante tinerfeño, parten como revulsivos. No fueron titulares ante el Oviedo en el Carlos Tartiere el pasado viernes. En el bando amarillo, el peso de la cantera el arrollador. Si eliminamos a Sandro Ramírez y a Vitolo, que no viajarán a Santa Cruz de Tenerife el viernes por la tarde con el resto de la expedición por sus problemas físicos, Pimienta tiene a ocho canarios –cuatro grancanarios, tres tinerfeños y un lanzaroteño–. Álex Suárez suma cuatro derbis, mientras que Curbelo alcanza los diez, por los ocho de Jonathan Viera. En el bando chicharrero de la UD, Moleiro y Kirian suman cinco, mientras que Óscar Clemente alcanza los dos. El zaguero conejero Saúl Coco encara su segundo contienda regional.

En la citada última jornada ante el Oviedo, el Tete formó sin canarios. Por su parte, la UD contó con cinco: Álex Suárez, Eric Curbelo, Saúl Coco, Jonathan Viera y Alberto Moleiro. Si se cuenta a los activos formados en el Anexo, cabría añadir al meta Álvaro Valles (La Rinconada, Sevilla, 25 años), que pasó por Las Palmas Atlético. Idéntica situación que Sergi Cardona, lo que elevaría a siete los jugadores con sangre amarilla.

Los pitos a Pedri

Para asaltar el Heliodoro, desde las 17.30 horas del sábado (#Vamos), Pimienta recurre a su guardia pretoriana como Valles, Álex Suárez, Coco, Curbelo y Sergi Cardona. Nuke, Enzo, Viera, Moleiro, Pejiño y Loren completan el once titular. Ahí están los siete de la factoría. El factor de apego a un escudo juega un rol capital. La implicación en situaciones de máximo riesgo, como ya mostró Pedri en sus dos clásicos (7 de septiembre de 2019 en el feudo tinerfeño y 25 de enero de 2020). Reseñar que en el Heliodoro, el ahora jugador del Barça e internacional fue silbado.

No le ha ido mal este sistema de amor a la tierra de Pimienta. La UD marcha segunda con 58 puntos y encadena catorce jornadas en zona de ascenso directo. Por su parte, el Tenerife es decimocuarto (38). La diferencia de veinte puntos para los amarillos es la mayor de la historia. Es el derbi de los contrastes y de la canariedad. La ‘fórmula UD’ abraza el balón (66% de posesión, por el 46% de su máximo rival). Del fútbol control a la propuesta de hormigón de Ramis.

En el pasado playoff, el Tenerife aplastó a la UD y alcanzó la final. Un señor repaso. Pero el escenario ha cambiado de forma radical. La insistencia en una idea ha reforzado a Pimienta. Por su parte, en el club del Callejón del Combate reina el caos. Sin director deportivo tras la marcha de Cordero, el patrón de juego se desconoce. La renovación de Ramis late en un limbo. La de Pimienta está vinculada al ascenso. En Las Palmas, el estilo y la cantera no se discuten.

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