Voleibol

El Guaguas sella su pase a semifinales con sufrimiento

Los grancanarios remontaron siete puntos en el cuarto asalto ante el Arenal Emevé para evitar la muerte súbita (3-1)

Brandon Rattray remata ante un defensor lucense en el encuentro de hoy

Brandon Rattray remata ante un defensor lucense en el encuentro de hoy / José de Haro

Santiago Icígar

Santiago Icígar

FICHA DEL PARTIDO

CV GUAGUAS 3-1 ARENAL EMEVÉ

Guaguas: I. De Amo (3), P. Zonca (23), M. Knigge (13), B. Rattray (15), J. Almansa (6), M. Ramos (6) y Alejandro F. (líbero) -equipo inicial- Y. Escobar (6), Dani R. (líbero), A. Olalla (1), P.R. Bertassoni, Borja R. (3).

Arenal Emevé: A. Rodríguez (3), J.L. Linares (21), P. Mena (3), G. Romaní (5), P. Villar, V. Bouza (9) y R. Gallardo (líbero) -equipo inicial- G. Ferreira (2), V. Alves (10).

Parciales: 25-18, 25-13, 21-25, 30-28.

Árbitros: Antonio Correa Benítez y Carlos Alberto Robles García

El Guaguas logra su clasificación para las semifinales del playoff por el título al imponerse también, tras hacerlo en el primer choque en Lugo (0-3), en el CID en el segundo encuentro de la eliminatoria, en el que los insulares han demostrado que saben sufrir para sumar una victoria por 3-1 que eleva su récord de imbatibilidad hasta los 24 partidos de forma consecutiva en el presente curso.

El Arenal Emevé aterrizaba en la Isla con la intención de prolongar la eliminatoria todo lo posible. Sergio Miguel Camarero apostaba por el sexteto que había revolucionado el primer choque en tierras lucenses y no tardaba en colocar un parcial de salida de 4-0 con el sello inconfundible de Paolo Zonca, que parecía encarrilar las cosas para los insulares, en un CID en el que el intenso calor hacía mella en los jugadores.

El Guaguas finiquitaba la mayoría de sus acciones por la vía rápida buscando el brazo armado de Zonca y de Rattray, pero no terminaba de sacar partido a su bloqueo, viviendo de la potencia de su saque y de la contundencia por las alas para finiquitar el primer asalto con un 25-18 que les daba la primera ventaja en el choque.

Poco cambiaban las cosas en el segundo set, en el que de nuevo los amarillos ponían tierra de por medio en el arranque con un 6-2 de salida en el que se dejaba ver además de a Paolo Zonca a su pareja de centrales, Matt Knigge y Martín Ramos que a pesar de no conseguir bloquear a los gallegos si que hacía daño con sus poderosos remates por el centro.

El Arenal Emevé no terminaba de encontrar soluciones y cedía en el segundo asalto con un 25-13 que hacía presagiar lo peor para el equipo dirigido por José Valle.

Golpe en la mesa lucense

Si algo tiene el voleibol es que es totalmente imprevisible, lo que parece blanco se puede tornar negro en un abrir y cerrar de ojos. El exceso de confianza y el calor parecían pasar factura a un Guaguas que no sólo no lograba despegarse en el marcador en el tercer acto, sino que veía como los de Lugo encontraban cada vez con más facilidad a José Luis Linares y a Vítor Alves que lideraban la reacción de un Arenal que no tardaba en despertar las alarmas de Sergio Miguel Camarero que consumía sus dos tiempos muertos antes de entrar en la recta final del asalto con desventaja en el marcador.

La contundencia de Rattray y Zonca no bastaba para frenar a los gallegos que mejoraban en defensa y arriesgaban con éxito en ataque para reducir distancias en el partido adjudicándose el asalto por 21-25.

Sergio Miguel Camarero reaccionaba en el cuarto asalto moviendo su banquillo, buscando refrescar las ideas de su equipo que veía como no encontraba respuestas al juego de un Arenal Emevé al que le entraba todo y que llegaba al punto 20 con siete puntos de diferencia en el electrónico.

Yadrián Escobar aportaba contundencia en ataque y por el centro Matt Knigge y Borja Ruiz se convertían en una muralla que empezaba a dar la vida a los suyos con sus bloqueos, para desesperación de un Emevé que sufría ante la nueva propuesta de juego de los insulares con Paulo Renan Bertassoni a los mandos.

El partido entraba en un ida y vuelta, el público despertaba de su letargo y se convertía en el séptimo jugador para empujar en cada bola en juego desde las gradas de la Roca, mientras Matt Knigge con un bloqueo y Yadrián Escobar con un misil teledirigido acababan con la incertidumbre para sellar el triunfo por 3-1 al imponerse en el cuarto asalto por 30-28.