Voleibol

El Olímpico pasea la Copa de la Liga y piensa en la Champions

Las jugadoras del primer equipo del Hidramar Gran Canaria visitan la redacción de LA PROVINCIA, acompañadas del trofeo de campeonas logrado en Tenerife ante el Haris

El Olímpico pasea la Copa de la Liga por LA PROVINCIA

David Rodríguez

Santiago Icígar

Santiago Icígar

La Liga Iberdrola conquistada este domingo por el Hidramar Gran Canaria -Olímpico-, la segunda de su historia, pone el broche final a una temporada espectacular de las grancanarias. Campeonas con una sola derrota en la liga regular -ante el Avarca de Menorca-, subcampeonas de la Copa de la Reina y jugando unos cuartos de final de la CEV Cup -la segunda competición continental-, toca la hora de hacer balance y de recoger las felicitaciones en un paseo con el trofeo que iniciaban en el Cabildo de Gran Canaria , con parada obligada en la redacción de LA PROVINCIA, donde las jugadoras, el cuerpo técnico y parte de la directiva, recibieron el cariño y las felicitaciones de todo el periódico, además de la tradicional foto de familia en el seno de la redacción.

El título liguero abre las puertas por segunda vez en su historia para aspirar a pelear por jugar el año que viene en la Champions, siempre que consigan superar las dos fases previas, siguiendo el ejemplo del Haris, su rival en la final, que este curso conseguía competir con los mejores equipos de Europa. Un espejo en el que mirarse, aunque para ello será necesario conseguir la ayuda de las instituciones públicas y de los patrocinadores, de las cuales, como confirmaba Danny López, director técnico del Olímpico, "Antonio Morales se ha comprometido con nosotros para contar con el apoyo del Cabildo para poder disputar la Champions el año que viene". Jugar la Champions implica "hacer frente a unos avales mayores que las otras competiciones europeas, los partidos son televisados de forma obligatoria y para competir con dignidad, tienes además que acrecentar el nivel de la plantilla, lo que supone una mayor inversión económica", explica.

"Para nosotros sería un sueño poder clasificarnos para la fase de grupos de la Champions, pero somos conscientes de la dificultad de pasar cada una de las rondas", relata López, que advierte de la dureza de jugar cada semana competición europea y liga, sobre todo saliendo desde las islas.

Un reto que por otra parte acepta con ganas Saray Manzano, la gran capitana de las amarillas, aunque recuerda que al final lo más importante es "contar con los medios económicos necesarios para poder jugarla, ese sería nuestro primer objetivo y el segundo sería el ir partido a partido, porque juegas contra los mejores equipos de Europa".

La clave de un equipo campeón

En opinión del arquitecto del proyecto deportivo del Hidramar Gran Canaria, "el balance de esta temporada es espectacular, habiendo terminado la liga regular con una sola derrota en la liga regular y dos partidos del playoff".

La clave para que el Olímpico sea un equipo campeón año tras año, a pesar de la salida de jugadoras talentosas, radica según López "en el trabajo tanto del club como de las jugadoras, aunque es cierto que contamos con una columna vertebral inalterable que la forman Saray Manzano, Sulián Matienzo y Ale Del Burgo, que llevan juntas dos años y que van a permanecer en el equipo un año más e intentaremos seguir trayendo jugadoras que se adapten a esta línea de trabajo que tiene el club y que nos está funcionando". Precisamente la revalorización de las jugadoras es lo que produce la mayoría de las salidas, pero "vendrán otras e intentaremos mantener el nivel de los últimos años una temporada más", resaltaba.

El propio Marcos Dreyer resaltaba que el balance de la temporada solo puede ser positivo, aunque "siempre nos quedará la espinita de la Copa", reconocía. "Hemos conseguido uno de los grandes objetivos del club y además estuvimos en la final de la Copa, además del espectáculo de juego que se ha vivido en la final ante el Haris, por parte de los dos equipos, que ha sido un plus".

El entrenador brasileño manifestó que se siente "muy afortunado con las plantillas que me dan, porque me ha permitido con un buen trabajo poder lograr este título de liga, es una suerte que también me acompañó en Palma en la Superliga masculina".

En el aspecto personal, Manzano reconoce que su balance "es positivo, me ha ayudado el crecer también fuera de la cancha y me noto cada vez más estabilizada física y técnicamente en la cancha, he aguantado físicamente con dolores y cubriendo las bajas que ha tenido el equipo esta temporada y al final, hemos sido campeonas".

Más allá de los éxitos deportivos del primer equipo, destaca la apuesta del club por la incorporación de jóvenes valores en sus categorías de base, en este sentido, Danny López reconoce que "hay una parte del presupuesto muy importante que va destinada a la base, gran parte destinada al equipo de Superliga 2 que esta temporada estaba integrado al 100% por jugadoras júnior". "La temporada que viene dos de las jugadoras júnior del equipo de Superliga 2, tendrán la oportunidad de hacer la pretemporada con el primer equipo", adelanta el director técnico del campeón de liga, que en muchos casos ofrecen "becas de estudios a las jugadoras más jóvenes como fórmula para captar nuevos talentos".

La apuesta por Marcos Dreyer

Danny López pone en valor la figura de Marcos Dreyer, el entrenador por el que apostó en verano para recoger el testigo de Pascual Saurín al frente del equipo. "El año pasado ya realizó un gran trabajo con el segundo equipo, era su primer año con chicas, se adaptó muy bien y aquí están los resultados, estamos muy contentos con su trabajo".

El entrenador brasileño reconoce que en la final ante el Haris nunca se terminó de fiar, porque "es un equipo que cuando parece que peor están, mejor juegan, como ya nos pasó en la Copa, por eso veníamos vacunados ante esta capacidad de reacción de ellas y estábamos preparados para sufrir".

Aproximadamente el 70% del equipo campeón seguirá la temporada que viene en el equipo y se esperan tres o cuatro llegadas apunta el director técnico del Olímpico. En opinión de Marcos Dreyer, "es una ventaja poder trabajar con la base de este año, como ya pude hacer este año con la base de este equipo, porque empezar de cero es más difícil".

Una de las jugadoras que continuará la próxima temporada en el equipo es la central cubana Laura Suárez, que se mostraba feliz por la consecución de su primer título de liga. "Jugué tres temporadas en Perú, pero no conseguí ganar la liga y el poder hacerlo en el Olímpico en mi primera temporada ha sido muy emocionante para mí y para mi familia". En su caso ella llegó por problemas burocráticos al equipo con la temporada empezada, "había seguido todos los partidos desde Cuba, perdimos el primer partido que jugué ante el Avarca de Menorca, pero pudimos recuperarnos y todos los demás partidos fueron victorias", recuerda la cubana.

La capitana Saray Manzano afirma que ella "se queda con las sensaciones de la primera liga, aunque estoy muy contenta de haber ganado la segunda, creo que era un premio que nos estábamos mereciendo". Para la grancanaria el momento más duro del curso fue "el bajón que tuvimos al caer derrotadas en la final de la Copa ante el Haris, tuvimos que salir de ese bucle negativo, el único bache que tuvimos en toda la temporada".

La central cubana reconoce que se ha visto en parte beneficiada por el cambio de estilo esta temporada en la que las colocadoras buscaban más a las centrales, "es algo que han incentivado los entrenadores y hemos ganado en confianza".

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