Balonmano

El lanzaroteño Ambros Martín es el favorito para suplir a José Ignacio Prades al frente de las Guerreras

La etapa como seleccionador del valenciano toca a su fin tras sus discretos resultados al frente de la selección española, de cara a afrontar el Mundial de Dinamarca, Noruega y Suecia 2023

Ambros Martín dirigiendo un partido del Györ húngaro

Ambros Martín dirigiendo un partido del Györ húngaro / Fredirk Varfjell

Santiago Icígar

Santiago Icígar

La etapa del valenciano José Ignacio Prades al frente del banquillo de las Guerreras toca a su fin, siendo el próximo martes el presunto día elegido por la Real Federación Española de Balonmano para proceder al relevo del seleccionador nacional. El lanzaroteño Ambros Martín apunta como el elegido para liderar al combinado nacional en la cita mundialista de Dinamarca, Noruega y Suecia de este verano.

No se descarta que Prades recupere el puesto de técnico asistente que ya tuvo en la exitosa etapa anterior de Carlos Viver al frente de la selección española. Sea como fuera, todo apunta a que la exclusividad aceptada por el valenciano a la hora de firmar su contrato como seleccionador y que le llevó a renunciar a su puesto como entrenador del Mecalia Atlético Guardés acabará, de modo que pueda compaginar su puesto en el staff técnico de la selección con el de primer entrenador en un equipo nacional o extranjero, dado el cambio en su contrato con la RFEBM.

Una medalla de oro en los Juegos Mediterráneos es la aportación del técnico de Petrer al palmarés de las Guerreras durante su corto periodo como seleccionador absoluto.

El elegido para relevarle es uno de los entrenadores más laureados a nivel europeo, el lanzaroteño Ambros Martín, quién ya ejerció de seleccionador absoluto en Rumanía y en Rusia. Natural de Arrecife, a sus 55 años recién cumplidos el pasado 30 de abril, asume un nuevo reto en su carrera profesional, que está repleta de éxitos deportivos tanto como jugador como posteriormente en los banquillos.

A su palmarés como jugador, en el que consiguió una Liga de Campeones de la EHF, una Supercopa de Europa, una Recopa de Europa, una Liga Asobal, dos Copas del Rey y dos Supercopas de España; hay que añadir su palmarés como entrenador a nivel internacional, conquistando en cuatro ocasiones la Liga de campeones y una Copa EHF, además de un bronce en el Mundial, siendo designado en cuatro ocasiones como entrenador del año en la Liga de Campeones.

Su trayectoria en los banquillos comenzaba en el CB Naranco, el SD Itxako, el Györi húngaro, la selección femenina de Rumanía, el Rostov-Don ruso, la selección femenina de Rusia y el club Maristas de Zaragoza, antes de regresar al todopoderoso Györi.