Lucha canaria

Puntales fuera del terrero de lucha canaria

Seis héroes salvan la vida de Francisco Santana, padre del luchador del Almogarén del mismo nombre | La final de Copa, suspendida

Formación inicial del Almogarén en la final de la Copa Fundación La Caja de Canarias de Tercera, el pasado viernes.

Formación inicial del Almogarén en la final de la Copa Fundación La Caja de Canarias de Tercera, el pasado viernes. / Ninfa D. Moreno

Santiago Icígar

Santiago Icígar

Durante el desarrollo de la final de la Copa Fundación La Caja de Canarias de Tercera Categoría, que se estaba disputando en la localidad de Ingenio y en la que se enfrentaban al conjunto local y al Almogarén de Valsequillo, el deporte quedó eclipsado durante unos minutos de pesadilla y de desconcierto que obligaban a detener el desenlace de la luchada en cuestión.

Francisco Santana, expuntal B de 62 años de edad y padre de uno de los luchadores del Club Lucha Almogarén, del mismo nombre que su progenitor, helaba por completo la sangre de los presentes al tener que ser atendido de urgencia en las gradas del terrero El Chiquero, en el barrio de Los Molinillos.

Damián Suárez, presidente del club valsequillero, recuerda que el joven de 17 años es una de las grandes promesas del equipo. «Tienen muchas condiciones. Aunque en un principio estaba algo despegado del mundo de la lucha, el año pasado conseguimos convencerle para que comenzase a practicarla y está rindiendo a un gran nivel en su primera temporada», relata.

Francisco Santana padre no se pierde ninguna de las luchadas en las que participa su hijo, disfrutando de cada brega desde su mirada experta de antiguo puntal B, recordando con nostalgia con cada una de las mañas de sus vástago aquella época no tan lejana en la que era él quien centraba la atención del terrero cuando saltaba a la arena.

Nada hacía indicar que el viernes las cosas iban a ser diferentes, más allá de que se jugaba la final de Copa con un ajustado 8-8 en el marcador. Entonces Francisco, el progenitor, empezó con unos síntomas preocupantes: podía estar sufriendo un infarto. La presencia en el terrero de una ambulancia y los pertinentes servicios médicos, más la presencia de la esposa de Damián Suárez, Carolina Afonso Pisos -enfermera de profesión además de ser secretaria del club-, y otras dos chicas que también trabajan como enfermeras en el Hospital Insular resultaron clave a la hora de estabilizar al padre del luchador, que sufría hasta dos paradas cardíacas. Momentos de angustia difíciles de olvidar para todos los presentes.

Damián Suárez recuerda a las autoridades la necesidad de que «en todos los terreros de lucha cuenten al menos con un desfibrilador para estos casos». La tensión de la luchada hizo que muchos aficionados estuviesen especialmente nerviosos. «Afortunadamente lograron estabilizar a Francisco, que fue atendido por seis personas después de sufrir las dos paradas antes de subirle a la ambulancia medicalizada, donde le entubaron antes de llevarle al hospital», rememora el presidente.

«El chiquillo estaba muy nervioso y llegó al hospital incluso antes que su padre, acompañando a su madre y a su hermana», comenta Damián, quien permaneció junto a ellos hasta las cuatro de la mañana.

Las buenas noticias llegaban ayer por la mañana desde el centro hospitalario. Francisco Santana ya estaba fuera de peligro, pudiendo retirarle la sedación a la espera de la visita del cardiólogo para hacerle un cateterismo.

«Sonriente y hablando con sus familiares», así estaba después del susto que se llevó toda la gran familia de la lucha, que celebra la recuperación de uno de los suyos a la espera de las pruebas que permitan darle el alta definitiva para regresar a las gradas de los terreros y seguir disfrutando de su hijo.

En lo deportivo, «el martes se reúne el Comité de Competición y pondrá fecha para la reanudación de la final de Copa de Tercera, donde íbamos igualados a ocho», concluye el presidente del Almogarén.

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