El Heliodoro, sin licencia para los partidos del Tenerife

LaLiga exige que se cumpla la Ley del Deporte para poder jugar, lo que implica un permiso de actividad que el Cabildo no tiene

El club solicita una prórroga para iniciar la temporada

Los jugadores aplauden al público tras el duelo Tenerife-Levante.

Los jugadores aplauden al público tras el duelo Tenerife-Levante. / Carsten W. Lauritsen

Julio Ruiz

Julio Ruiz

El estadio Heliodoro Rodríguez López no tiene licencia de actividad, documentación que exige LaLiga para la disputa de partidos desde la aprobación de la nueva Ley del Deporte en diciembre de 2022. El club que usa la instalación, el CDTenerife, necesita ponerse al día cuanto antes. De hecho, está agilizando las gestiones para no incumplir la norma en el inicio de la campaña 2023/2024, cuyo arranque para el equipo blanquiazul tendrá lugar en la cancha santacrucera el lunes 14 de agosto con el Real Oviedo como adversario. El Tenerife avanza de la mano del Cabildo Insular, institución propietaria del campo de fútbol, y con la imprescindible participación del Ayuntamiento de Santa Cruz, que tomó la decisión de abrir un expediente de estudio con el propósito de analizar a fondo este asunto, desde el origen.

 De forma paralela, mientras que los técnicos especializados terminan de redactar los complejos informes –no se descarta la necesidad de realizar alguna obra en el Rodríguez López–, la estrategia del Tenerife pasa por solicitar una prórroga a LaLiga, que no aplica esta orden por iniciativa propia, sino que se limita a pedir a sus asociados que sigan la pauta de la nueva Ley del Deporte.

Reunión a tres bandas

La clave de la moratoria reside en la concesión por parte del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife de un título habilitante, es decir, un permiso temporal que le daría al club algo de tiempo antes de obtener la definitiva licencia de actividad. Las tres partes, Cabildo, Ayuntamiento y Tenerife, mantuvieron este viernes una reunión en la que sentaron las bases que, en principio, servirán para aportarle a LaLiga la herramienta que activaría el citado aumento de margen, lo justo para terminar la fase administrativa principal, una licencia de actividad como cualquier otra, pero con las particularidades de una instalación deportiva, con lo que eso representa. En ese aspecto, el optimismo compartido del Cabildo Insular, Ayuntamiento y club invita a pensar que todo se arreglará antes del estreno liguero del equipo entrenado por Asier Garitano.

El título habilitante municipal dará margen para la concesión del permiso definitivo

Una vez que el Cabildo y el club recopilen toda la documentación necesaria en materia de infraestructuras, seguridad y demás, entrará en escena la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento. Será la encargada de dar el visto bueno y sellar la licencia de actividad de un Heliodoro Rodríguez López que no es el único de los veintidós estadios que acogerán partidos de categoría profesional en esta situación.

La nueva Ley del Deporte fue publicada a finales de diciembre de 2022, de manera que el Tenerife llegó a jugar diez encuentros de Liga en casa sin licencia de actividad. Pese a ello, a la entidad tinerfeña no le consta la notificación de sanciones económicas por parte de LaLiga.

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En el apartado correspondiente a la «responsabilidad de los organizadores de competiciones oficiales y no oficiales», la Ley del Deporte publicada el 31 de diciembre de 2022 incluye el requisito de que los clubes aseguren el uso de «instalaciones deportivas que cuenten con las preceptivas licencias de apertura y funcionamiento que habiliten la práctica deportiva». Antes no era imprescindible para celebrar partidos. A partir de ahí, LaLiga procedió a comunicar a los clubes la necesidad de contar con licencias de actividad, condición que ya habían resuelto muchos de sus afiliados, sobre todo los que eran dueños de los estadios, pero no tanto los que jugaban en campos que pertenecen a instituciones públicas, como sucede con el CD Tenerife. En la misma situación están los clubes de otras disciplinas.

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