La conmemoración de aquel inolvidable campeonato que tanto significó en el devenir del deporte ciencia en la Comunidad Canaria, y que quien les escribe lo vivió en directo, tuvo como protagonistas a Ricardo Calvo, (+2002), Fernando Visier, Augusto Menvielle, Ángel Fernández (+1999) y Juan Rafael Betancort.
El Club intentó reunir a los tres integrantes que felizmente viven, pero ha resultado materialmente imposible, porque Visier, dos veces Campeón de España, vive en Toledo, y Juan Rafael Betancort, indiscutiblemente, el mejor Secretario General federativo que haya dado el ajedrez canario, y artífice junto a Pierre Dumesnil y Juan Marrero Portugués, de la llamada Edad de Oro que llevó el nombre de Gran Canaria a los principales centros del ajedrez mundial, fijó su residencia en Lanzarote.
Pero, afortunadamente, la organización sí que ha podido contar con Augusto Menvielle, un ajedrecista ejemplar donde los haya, muy querido por los que compartimos con él el día a día a partir de su llegada a Las Palmas de Gran Canaria en 1969, y los de generaciones posteriores, tanto que ha permanecido en activo, hasta hace muy poco.
Recibió una electrizante e interminable ovación, de afecto y gratitud por parte de los asistentes al acto porque a sus 85 años Menvielle puede sentirse plenamente orgulloso de haber sembrado desde que con 18 años lograra superar a los míticos Pomar y Díez del Corral en un torneo del Club Real Madrid.
Cuando llegó a Las Palmas, como hemos dicho en 1969 fue un auténtoco boom en aquellos torneos provinciales que ganó varias veces. En su vida profesional, es Ingeniero de Canales, Caminos y Puertos, ha ocupado importantes responsabilidades como la Consejería de Política Territorial del Gobierno Canario, la Delegación de Obras Públicas en Toledo, concejal del Ayto de Las Palmas de Gran Canaria y un amplio etcétera.
En Ajedrez ha sido Presidente de la Federación de Gran Canaria, componente del Club de la Caja con varios títulos en su haber, olímpico, participante en innumerables torneos internacionales, con victorias que dieron la vuelta al mundo como la que obtuvo ante el húngaro Lajos Portish en 1968 en Palma de Mallorca.
Dentro del tablero, su mayor éxito, su ininterrumpido, admirado y prolongado éxito, es el de haberse sentado siempre a jugar desplegando su inequívoco e inconfundible estilo: jugar a ganar muy alejado de planteamientos tablistas, de tal forma que posee el récord de España y es de ser el jugador que menos tablas haya firmado en los 75 años que ha permanecido compitiendo con negras y con blancas... ¡¡¡ Gracias, Augusto Menvielle !!!.