Diego Rodríguez da una estocada hacia Los Ángeles

El tirador grancanario se proclama campeón de España sub 23 | Su próximo objetivo, los Juegos Olímpicos de 2028 en Estados Unidos

Santiago Icígar

Santiago Icígar

A sus 20 años, Diego Rodríguez ha dado un paso más en su trayectoria hacia su objetivo más ambicioso, formar parte de la selección española que representará a nuestro país en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. El inminente final del ciclo olímpico con la cita parisina este verano, dará paso a los relevos en el equipo nacional absoluto, la llave para poder hacer realidad su sueño desde que era un niño.

La Roda, en Albacete, coronaba el pasado fin de semana al tirador grancanario como el nuevo campeón de España sub 23, el último peldaño antes de aspirar a la categoría absoluta, demostrando con cada una de sus estocadas todo el trabajo, el esfuerzo y los sacrificios que ha tenido que hacer durante el último lustro en el centro de alto rendimiento del Valladolid Club de Esgrima. En la gran final conseguía derrotar al campeón español absoluto de la pasada temporada, de origen ucraniano, Antonio Pomchenko, por un claro 15-4 favorable al grancanario.

La clave en la conquista de su título nacional radicó en que «antes de que se iniciara el asalto tenía muy claras las cosas que tenía que hacer y supe gestionar a cada momento como desactivar las múltiples armas de las que disponía mi rival», reconoce el tirador isleño, quien supo defenderse a la perfección, sabiendo lo que le iba a proponer su rival y aprovechando sus oportunidades para ganar.

Diego Rodríguez es capaz de combinar su ambición deportiva con tener los pies en el suelo, siendo consciente de que tanto su reciente éxito en el nacional, como su trayectoria hasta aquí «es fruto de todo el trabajo, porque los campeonatos no se ganan solo en el día en que se celebran, sino durante todos los meses anteriores, además de ser capaz el día de la competición de tener tu mente ordenada para poder aplicar lo que llevas preparando durante tantos meses y que te de sus frutos».

La experiencia adquirida desde pequeño en los campeonatos nacionales, en las distintas categorías, le han ayudado a controlar sus nervios y saber competir en los torneos nacionales e internacionales de nivel. «El único consejo que me dieron antes del campeonato es que nunca hay que dejarse nada atrás, que por tener miedo a hacer las cosas no hay que dejar de hacerlas, porque aunque no salgan, no pasa nada porque al menos lo habrás intentado», reconoce el joven tirador.

Una categoría de transición

En este camino hacia la cumbre le ha servido el haber tenido la experiencia en años anteriores de haber competido en una categoría en la que se ha tenido que ver las caras con rivales más mayores y experimentados que él. «Hace tres años logré quedar entre los ocho primeros», recuerda el isleño.

El grancanario se encuentra en un momento en su trayectoria deportiva de pura transición antes de dar el salto a la élite absoluta. «En esta categoría sub 23 estamos a un buen nivel, aunque todavía no se nos puede considerar una potencia mundial, veremos que resultado conseguimos en junio en el Europeo de Turquía, en el que España el año pasado consiguió el cuarto puesto», explica el flamante nuevo campeón de España esperanzado en que sea confirmado entre los tiradores que acudan a la cita continental: «quedan algunas pruebas puntuables para poder ir, ya que hay un ranking en el que también se tiene en cuenta lo que se haya podido hacer en las competiciones internacionales, por ahora estaría dentro, pero falta ver los resultados de las dos pruebas que restan todavía». «El ranking sub 23 se saca del absoluto, yo en mi caso acudí al campeonato de España con el número 4 de los sub 23 y ganar me ha supuesto muchos puntos que me han acercado a poder ir seleccionado al Europeo», explica el grancanario.

En su hoja de ruta afronta la próxima semana un torneo nacional absoluto, un circuito antes de disputar el campeonato de España absoluto y dentro de dos semanas, afrontará en Budapest otro circuito, pero en esta ocasión de carácter internacional europeo.

«Voy al nacional absoluto con la intención de hacer medalla, estar entre los tres mejores, que no es descabellado, aunque necesitaré estar fino ese día para poder cumplirlo», reconoce Rodríguez, quien tendrá como rivales principales a los integrantes del equipo nacional absoluto, que «hasta la semana pasada han estado intentando conseguir una plaza olímpica», recuerda. «No es la primera vez que me he enfrentado a ellos y he estado en algunos casos a punto de ganarles y en otros casos incluso ya he derrotado a alguno de ellos», avisa el isleño.

El cambio de ciclo olímpico

Sus opciones de llegar a la absoluta pasan por «seguir trabajando, porque al acabar este año el ciclo olímpico de París y empezar el nuevo de Los Ángeles, es el momento del cambio, cuando los responsables técnicos de la absoluta se fijan en los deportistas de la sub 23, no es algo descabellado, aunque tengo que mantener mi nivel de rendimiento para que sea realmente viable».

Su relación con los integrantes de la absoluta es muy buena. «Hace poco estuve en una cita mundial absoluta en Alemania, competí con ellos y saben que venimos pisando fuerte en las categorías inferiores, alguno incluso ya está destacando a nivel internacional y de un momento a otro llegaremos ahí», relata.

Su objetivo primordial en estos momentos es «poder estar como muy tarde el próximo año, en la dinámica de la selección absoluta, yendo a todas las competiciones internacionales con la selección y a partir de ahí marcar nuevos objetivos que me lleven a poder estar en los Juegos de Los Ángeles en 2028.

En caso de cumplirse su objetivo, Diego Rodríguez es consciente de que deberá de cambiar su residencia en Valladolid por la capital de España. «Si entro en una dinámica cerrada con la selección nacional y no soy un agente externo, tendría que mudarme a Madrid», explica.

Su condición de deportista de élite, dirigida por sus entrenadores en el Valladolid, Carlos Zayas y Juan Castañeda, la está compaginando a la perfección con sus estudios universitarios de magisterio: «tengo la cabeza bastante bien amueblada como para poder organizar mi tiempo y poder cumplir con los estudios, los entrenamientos y la competición».