¿Tienen protagonismo los discapacitados intelectuales en los Juegos Paralímpicos? El atleta Javier Conde tiene la respuesta

Javier Conde expone la problemática que existe con la nula participación de los discapacitados intelectuales y las personas con síndrome de down en los Juegos Paralímpicos y ha iniciado un reto para dar visibilidad a estos participantes.

A la izquierda, Javier Conde Pujana junto a su compañero Jon Salvador

A la izquierda, Javier Conde Pujana junto a su compañero Jon Salvador / LP/DLP

El atleta paralímpico Javier Conde Pujana (Bilbao 1964) tiene como objetivo visibilizar a las personas con síndrome de down y discapacidad intelectual para los próximos Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 2028. Una carrera profesional marcada por los éxitos y una isla perfecta para sus entrenamientos: Gran Canaria. 

Javier Conde Pujana encontró en el deporte su refugio. Si algo tuvo claro desde un principio, era que su discapacidad en los brazos, su anquilosis en los codos y su falta de musculación no iba a ser un inconveniente a la hora de hacer ejercicio. Comenzó jugando al fútbol, pero con el paso del tiempo se dio cuenta de que su don estaba en el deporte individual, por lo que comenzó su aventura en el atletismo. "Era bastante flojito y no lo hacía bien, pero a base de constancia y de seguir trabajando fui mejorando", comenta Conde Pujana. Su perseverancia le impulsó a que con tan solo 27 años el seleccionador nacional de atletismo con discapacidad pusiera el foco en él y le comunicara que tenía el talante para participar y ahí comenzó su aventura.

Amor por Gran Canaria

Casi 20 años compitiendo en la élite, haciendo acto de presencia en los Juegos Paralímpicos y teniendo a la isla de Gran Canaria como enclave principal a la hora de preparar sus pruebas. "Mi historia de amor con la isla comenzó en el año 1992 con mi compañero de selección Juan Carlos Hernández", señala Pujana. "Me fui con él a su casa para poder entrenar con el buen clima y a partir de entonces estuve yendo durante varias temporadas", explica. En el año 1996, después de los Juegos Olímpicos de Atalanta dieron a la selección española de atletismo como premio ir a Gran Canaria a un conocido hotel. "En ese viaje me hice muy amigo del director de ese complejo hotelero y nos pusimos de acuerdo para un intercambio publicitario, por lo que me quedé ahí durante una temporada entrenando y me vino muy bien, porque preparé muchas cosas y parte de mis hitos están en vuestra tierra", argumenta.

Javier Conde Pujana describe sus años en la élite como "un sueño" en el que ha disfrutado y conocido a mucha gente, teniendo la oportunidad de moverse por varios países. "El deporte ha sido mi forma de vida", comenta. En el año 2008, después de varios años compitiendo al máximo nivel, las lesiones le apartaron de la élite y comenzó un proyecto que consiste en correr y finalizar una maratón en cada una de las ciudades sede de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. "Comienzo esta aventura en el 2010 con la maratón de Río de Janeiro acompañado de mi gran amigo y compañero Jon Salvador y ahí conseguimos dar más de 210.000 euros a 150 ONG. Ha sido algo muy bonito que me ha hecho sentir muy realizado", indica Pujana, que admite que una de sus grandes intenciones siempre ha sido "correr para ayudar a los demás".

Javier Conde y Jon Salvador en una de los entrenamientos en Gran Canaria, hace unas semanas

Javier Conde y Jon Salvador en una de los entrenamientos en Gran Canaria, hace unas semanas / LP/DLP

Si algo destaca Javier de estos años, es que los Juegos Paralímpicos han mejorado mucho y que los medios de comunicación han tenido mucho que ver en esta historia, haciendo que muchos deportistas comiencen a resultar familiares debido a su importancia. "El deporte me ha ayudado y todavía lo hace", comenta Javier. "Muchas veces necesito salir a correr para poner en orden mi cabeza, para estar más centrado y como terapia, porque ahora que soy mayor y tengo dolores en las rodillas prefiero que me duela eso a tener mal la cabeza", asegura. Además de su experiencia como corredor paralímpico, Pujana es entrenador desde hace ocho años tanto de personas con discapacidad como sin ella. "Tengo muchas anécdotas de todos los años de mi carrera profesional tanto de atleta como de entrenador, pero si algo destaco de todas ellas es la base de la constancia y la perseverancia para poder lograr todo lo que uno se proponga".

Visibilizar una injusticia

A día de hoy, Pujana lidera un proyecto en el que la idea fundamental gira en torno a que los atletas con discapacidad intelectual y síndrome de down tengan más participación en los Juegos Paralímpicos. Una iniciativa que nació en las pasadas olimpiadas de París a través de un atleta del club de Javier, cuyos padres recogieron firmas y llevaron la propuesta hasta el Senado. "Hay una problemática muy grande con la nula participación de las personas síndrome de down y la inexistencia de deportistas con discapacidad intelectual y es algo que me inquieta", señala. A corto plazo, uno de sus retos principales se centra en hacer visible la injusticia con los discapacitados y retomar las maratones en los lugares más emblemáticos de España.

Con la perseverancia y el deporte como estilo de vida, Javier Conde afronta uno de sus retos más importantes: lograr dar visibilidad a los discapacitados intelectuales y a los síndromes de down con el objetivo de que los Juegos Paralímpicos de Los Ángeles en 2028 sean un punto de partida para concienciar de que estas personas tienen los mismos derechos.

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