El Rally Islas Canarias se estrena en la élite del automovilismo global como sede de la cuarta cita del FIA WRC

Es difícil datar el momento en que el Rally Islas Canarias miró al mundial. Aún era el Rally El Corte Inglés cuando los titulares de medios como el Diario de Las Palmas ya verbalizaban esa aspiración que se convirtió en un mantra en los años de plenitud de la prueba y que se fue apagando a medida que la distancia entre el campeonato europeo y el mundial se fue haciendo más y más grande. O en las etapas en las que, incluso, había que defender contra viento y marea la permanencia en el calendario nacional.

Lo que sí está claro es cuándo el mundial, el FIA World Rally Championship, miró al Rally Islas Canarias. No había grandes esperanzas cuando en 2022 los franceses Eurosport Events, el mismo organizador que había hecho de Gran Canaria una de sus sedes favoritas, cedió las riendas del FIA European Rally Championship a los alemanes de WRC Promoter.

Por su trayectoria en el Mundial de Rallies, se sabía que eran un hueso duro y de puertas adentro existía el temor de que, una vez cumplido el año de contrato heredado del anterior promotor del ERC, optaran por un escenario continental que pagara un canon más jugoso.

Pero ya explicamos el año pasado en estas mismas páginas que LA PROVINCIA le dedica al Rally Islas Canarias que bastó una edición, la de 2022 que ganó Nil Solans, para que los alemanes comprendieran lo que esta prueba aportaba al calendario del ERC. Y empezaron a plantearse que, quizá, este rally que se celebra en una isla alejada del continente europeo podía aportar un extra a su campeonato estrella.

Tres años después estamos en el Mundial de Rallies. Un sueño de generaciones y generaciones de canarios hecho realidad que ahora hay que cuidar para que, como sucedió con el europeo desde 2016 hasta 2022, arraigue y se convierta en uno de los mayores activos del WRC. 

Éxito y travesía del desierto

Algunos aún tenemos presente aquel año 2013. La edición de la fusión del IRC y el ERC para hacer del europeo un certamen más potente y neutralizar, de paso, la amenaza de un campeonato alternativo que hiciera sombra al mundial. La edición de Robert Kubica con el Citroën DS3 RRC. ¿Recuerdan? Parecía que, después de aquello, el Rally Islas Canarias era inamovible e insustituible en un europeo al alza. Pero el rally quedó herido de éxito por los problemas de seguridad que generó la avalancha de aficionados en los tramos. La inestabilidad presupuestaria consecuencia de un desigual apoyo de los gobiernos insular y regional le dio el tiro de gracia a la prueba.

La caída en desgracia duró dos años. A los aficionados la travesía por ese desierto se nos hizo más llevadera gracias a los Xsara WRC y C4 WRC y a Didier Auriol y Juha Kankkunen de 2014 y 2015, pero costó volver a levantarse. Es cierto que a partir de 2016 comenzó el verdadero despegue del Rally Islas Canarias -ya sin el apellido ‘El Corte Inglés’- en la esfera internacional, pero de aquel tropiezo el promotor comprendió que era inviable mantenerse en todo un europeo sin el favor institucional unánime y que para volver a este campeonato debía hacer un gran esfuerzo organizativo en materia de seguridad. En eso que ahora se llama pedagogía y hace años se llamaba concienciación.

Apoyo institucional

Comparado con hace una década, el Rally Islas Canarias está en otra galaxia en lo que respecta al apoyo institucional. Hace mucho que Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Cabildo de Gran Canaria y Gobierno de Canarias han entendido que es un evento con una enorme proyección internacional y juntos han robustecido sus cimientos. Lo más tranquilizador en este sentido es que el cambio del signo político del ejecutivo regional no ha hecho mella en esa convicción y la llegada del FIA WRC sólo puede redundar en ello. 

El reto de la seguridad

En seguridad el reto es mayúsculo. Y lo tiene el organizador, pero también los aficionados que vamos a acudir a los tramos cronometrados. Va a ser difícil adaptarse a los estándares y exigencias de la Federación Internacional de Automovilismo para el FIA World Rally Championship, pero no hay alternativa.

Si queremos conservar este campeonato, si queremos aferrarnos a él, estamos en la obligación y la responsabilidad de cumplir punto por punto las reglas. No olvidemos que vamos a ver a los coches de rallies más rápidos en manos de los mejores pilotos yendo a una velocidad inimaginable por nuestras carreteras. Pongamos corazón porque esa pasión ha llevado al Rally Islas Canarias -ahora Rally de España- donde está; pero también cabeza. Mucha cabeza.