Superación personal
Adriana Medina y el gol más importante de su vida a la leucemia: "Que sigan luchando, porque esta enfermedad tiene cura"
La pequeña futbolista, que sueña con vivir de este deporte, vuelve a los terrenos de juego tras superar un cáncer que la mantuvo al margen durante dos años y medio

Adriana posa junto al balón en la redacción de La Provincia / ED
Cuando solo tenía siete años, Adriana Medina, una apasionada del fútbol, tuvo que luchar contra un cáncer. Unos dolores en su espalda y una caída hicieron que saltaran las alarmas, y a partir de ahí todo ocurrió muy rápido. Quimioterapia, meses aislada y un millón de pruebas. Ya recuperada, vuelve a los terrenos de juego.
«Todo ocurrió un domingo por la tarde cuando me dio un dolor de espalda...». Así explica Adriana Medina González (07-03-2014) las dolencias que la llevaron en octubre de 2020 al hospital, donde le detectaron una leucemia linfoblástica aguda de alto riesgo. Juguetona y risueña como cualquier otro niño, se enamoró del fútbol cuando solo tenía cuatro años impulsada por su padre, que era entrenador de una escuelita del Unión Viera. «El lunes fui al cole como siempre, y entrando a clase me tropecé con una papelera y ahí me di cuenta de que no podía levantarme del suelo de lo mucho que me dolía la espalda». Ahora, con 11 años y ya recuperada, vuelve a los terrenos de juego.

Una imagen de Adriana durante sus meses de quimioterpaia, donde perdió el pelo / LP/DLP
Una llamada telefónica a sus padres para alertarles de que la pequeña no podía ponerse en pie, la visita al hospital y posteriormente el aterrador diagnóstico. «Le hicieron una radiografía y vieron que tenía dos vértebras aplastadas y una fracturada. Le hicieron una analítica urgente y la dejaron ingresada hasta que al día siguiente una punción en la médula detecta la enfermedad», detalla su padre, Suso Medina.
A partir de ese momento, la vida de Adriana y de su familia dio un giro radical. Un golpe brusco que les hizo valorar las cosas, y una fortaleza que tuvieron que sacar de donde no había. Al tratarse de una enfermedad de alto riesgo, Adriana tuvo que estar seis meses metida en una burbuja dentro del Materno Infantil. No podía acercarse a su familia, y solo podía verlos a través de un cristal. Cuando superó esa parte del proceso de recuperación, empezó a entrar y salir del centro clínico según las sesiones de quimioterapia y, entre medias, tuvo unas complicaciones que hicieron que todo se pusiera difícil.
El fútbol como impulso
Fueron dos años de lucha constante, en los que Adriana nunca perdió la sonrisa. Sufría en silencio, pero se tomaba la situación como un juego, y eso al fin y al cabo le hizo marcar el gol más bonito de su vida: el que anotó al cáncer para poder volver a los terrenos de juego. «Mientras estaba en el hospital solo pensaba en jugar al fútbol, en los regates que iba a hacer cuando pudiera volver, en los partidos y en lo contenta que me ponía estar con el balón», recuerda esta joven guerrera. Cumplió su sueño de volver, defiende la camiseta del Villa Santa Brígida y en febrero fue llamada a las filas de la selección canaria para una concentración.
«En el hospital solo pensaba en jugar al fútbol, en los regates, y lo feliz que me hacía el balón»
«Como tuve que estar unos meses sin salir de la habitación y sin relacionarme con nadie, la enfermera me ponía conos alrededor de la habitación para que yo jugara e hiciera regates con el balón, y eso me mantenía distraída y feliz», explica.
Ahora, aunque hace vida normal, sigue acudiendo a revisiones periódicas. Además, tiene que tratar con cuidado un coágulo que se le quedó cuando le quitaron el porta, aparato por el que le suministraban la medicación. «Al principio se te viene el mundo abajo. Yo recuerdo caminar y no saber dónde ir, no comer ni dormir y es una espera terrible», apunta Suso, el padre, emocionado.

Adriana de pequeña, en sus comienzos en el fútbol / LP/DLP
«Cuando pasan los días te das cuenta del valor real de la vida, porque somos tan egoístas y vivimos tanto metidos en nuestras cosas que muchas veces nos perdemos cosas diarias como comerte un helado con tu familia o ver la luna», indica el papá.
Un torneo con 140 niñas y 8 equipos
Con la adrenalina que genera el haber superado la leucemia, Adriana ha vuelto al colegio y a sus entrenamientos con el balón de fútbol. Tiene como ídolo a Antonio Rudiger, y el Real Madrid ocupa su corazón. Sueña con ser futbolista profesional sin importarle el escudo que defienda, porque su objetivo es simplemente llegar a la cima. Su padre, que desde siempre ha estado involucrado con el deporte femenino, ha creado la academia Equality, en la que están inscritas 80 niñas entre 10 y 15 años y donde practican técnicas deportivas para llevarlas a cabo en sus respectivos clubs. Este fin de semana está previsto en Tejeda un torneo en el que van a participar ocho equipos y 140 niñas. Adriana será una de ellas.

Una imagen de Adriana en la actualidad, jugando al fútbol / LP/DLP
Una lección de vida y un gol para el recuerdo. Una lucha sin límites que pone en el punto de mira la cantidad de niños y niñas que cada día luchan por salir adelante. «Adriana me dio una lección de vida, porque en su cara siempre hubo felicidad», apunta Suso, que mira a su pequeña con ternura y pasión. «En el hospital estábamos los adultos llorando y preguntándonos qué pasaría, mientras que los pequeños, los que estaban pasando la enfermedad y los que la estaban sufriendo, reían y jugaban juntos. Ellos eran los que nos daban la fuerza a nosotros y no al revés», recuerda.
Luchar sin importar la edad
Adriana, aunque era pequeñita cuando la golpeó el cáncer –sólo tenía siete años–, recuerda esos momentos con una mezcla de nostalgia, pena y felicidad. Allí conoció a muchos amiguitos, pero también fue testigo de cómo otros no superaban la enfermedad que estaban pasando y «se iban al cielo». Aun así, ella es optimista y se lanza a mandar un mensaje de apoyo a todos esos que están pasando por un cáncer, sin importar la edad. «Les diría que sigan luchando, porque esta enfermedad tiene cura», dice con la inocencia común a su edad. «Si yo pude, los demás también», comenta mientras enseña las que define como sus «marcas de guerra».
Suscríbete para seguir leyendo
- El grito de una influencer de Tenerife que quiere acabar con el 'mito' y la 'idealización' las islas: 'Vivir en Canarias no es lo que parece
- Una guagua choca contra una marquesina en Las Palmas de Gran Canaria
- Caos aéreo entre Madrid y Canarias: pasajeros atrapados en Barajas y decenas de vuelos cancelados por viento y niebla
- El Millón del Euromillones toca en Canarias
- Adiós a las sillas y hamacas en la playa: el elemento de moda este verano en Canarias
- Sorprendente encuentro con un 'conejo de mar' en aguas de Canarias
- Un coche se desengancha de una grúa y atropella a una mujer en Las Palmas de Gran Canaria
- Doce afectados, uno grave, y un edificio desalojado en Las Palmas de Gran Canaria