Tragedia en los botes: "Las manos de Aarón se quedaron engarrotadas y se quedó sin pulso"

Aarón Hernández, de 22 años, falleció el sábado por causas que aún se desconocen cuando formaba parte del bote de vela latina Minerva

Muere Aarón Hernández durante una regata de vela latina

La Provincia

Las Palmas de Gran Canaria

Aarón Hernández Navarro (09-03-2003) falleció el mismo día en el que fue bautizado por los tripulantes del bote de vela latina 'Minerva'. Se trata de una tradición que tienen, en el que cada miembro que pasa por primera vez por el túnel de La Laja es bautizado. Es el momento en el que, definitivamente, ese tripulante empieza a formar parte de la familia botera del 'Minerva'.

"Bautizamos a Aarón en los minutos previos de que la regata comenzara", explica Imanol Vieira, murero del bote. "Le sentamos en el centro y le di la bienvenida, porque aunque llevaba con nosotros desde febrero, no fue hasta el domingo cuando se estrenó pasando por el túnel de La Laja", explica. A las 17.30 horas del sábado, cuando dio comienzo la regata correspondiente al Concurso de las Fiestas Fundacionales de la capital, todo iba "genial". Pero la tragedia empezó a los pocos minutos de la salida, justo cuando hacen "el primer bordo a tierra".

Aarón junto al resto de la familia botera del Minerva

Aarón junto al resto de la familia botera del Minerva / LP/DLP

"Escuchamos al tripulante que iba acompañando a Aarón llamarle insistentemente, y de repente nos dice que hagamos palanca al palo. Pensábamos que era una fatiga", narra Imanol, afectado por lo que finalmente ocurrió. La suerte de 'Minerva' en esos momentos era que Sergio, uno de los tripulantes a bordo, es médico. "Le miró las manos y las tenía engarrotadas y de buenas a primeras empezó a ponerse amarillo y se quedó sin pulso", continúa.

El traslado al hospital

Fue en ese momento cuando comenzaron con las maniobras de reanimación y avisan de que algo no va bien. Rápidamente, dos zodiacs se acercan al bote y comunican lo que pasa. "Fueron 25 minutos de estrés, nos remolcan hasta el muelle de San Cristóbal y ahí esperaban dos ambulancias". A pesar de los intentos de reanimación hasta llegar a tierra, Aarón nunca recuperó el pulso y fue trasladado rápidamente al Hospital Insular, donde esperaban sus padres, quienes habían sido informados del problema.

Aarón falleció el mismo día que había sido bautizado por la familia botera por cruzar el túnel de La Laja

Aarón era natural de Arucas. No tenía enfermedades y era un chico deportista. Según su padre, Carmelo Hernández, era amante de las motos y del fútbol. Jugó en varios equipos de la Isla. En los últimos meses, se había aficionado a la vela latina, y desde el mes de febrero formaba parte del Minerva, bote en el que construyó una nueva familia. "Cuando mi hijo llegó al hospital nosotros ya estábamos esperándole; le vimos salir de la ambulancia con la botella del oxígeno y al poco tiempo el médico salió y me dijo que Aaron había muerto", apunta dolido Carmelo.

"Se me fue mi hijo", expresa entre lágrimas e impotencia. "No hemos podido dormir ni comer, estamos destrozados. Habíamos alquilado un apartamento para irnos al sur esta semana y mira..."

Una familia destrozada

La familia del 'Minerva' está destrozada. Desde los tripulantes hasta el presidente. Todos intentan entender qué fue lo que pasó el sábado por la tarde y la frustración se apodera de ellos a todas horas. Imanol Vieira, uno de los hombres que estuvo intentando reanimar a Aarón en todo momento no se ve capaz de levantar cabeza. "Para mí la vela latina era un punto de encuentro y conexión con mi abuelo fallecido y ahora, después de lo ocurrido, me agobia pensar que tengo que volver a embarcar en el 'Minerva'. Fue un palo duro, me siento destrozado", indica con la voz entrecortada.

A la espera de lo que dictamine la autopsia de Aarón, no dejan de llegar mensajes de aliento a la familia del joven. Alexis Borreguero, presidente de 'Minerva', asegura que era "un chico noble que ayudaba y se dejó querer muy rápido". Llevaba en el equipo botero desde principio de temporada y se integró a la perfección con el resto de tripulantes. "Estamos hechos polvo, el chaval estaba empezando a vivir", expresa. En los próximos días, desde Minerva tienen previsto hacerle un homenaje.

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