"Mohi", como le llaman en su casa y sus amigos, se proclamó en 2007 subcampeón de Europa júnior de 5.000 metros.

Practicante de la religión islámica y completamente integrado en la cultura española, acaba de iniciar la carrera de periodismo.

Su "familia española", de la localidad vallisoletana de Viana de Cega, le inculcó el amor al deporte, primero como experto "para-penaltis". Hasta que empezó a correr porque el autobús que debía llevarle al entrenamiento de fútbol no pasaba por el pueblo.

Pregunta.- ¿Cómo llegó a España?

Respuesta.- En 1997, cuando tenía ocho años. Llegué a Viana de Cega con motivo de una campaña de acogida para niños saharauis, para estar en principio dos meses. Mi "familia" y todo el pueblo me trató desde el primer día fenomenal, con mucho cariño y yo estaba encantado. En el Sahara venir aquí es como alcanzar el paraíso, ya que se ama mucho a España.

P.- ¿Y por qué optó por quedarse?

R.- A finales de verano se me detectó un problema testicular del que tenía que operarme en septiembre, por lo que tomé la decisión, junto con mi familia, de estudiar aquí para no perder el curso. Pero con el tiempo me di cuenta de que quería seguir aquí, ya que sabía que me esperaba un futuro mejor.

P.- ¿Le costó mucho aprender el idioma?

R.- No. Aprendí a desenvolverme en castellano en poco más de dos semanas.

P.- Háblenos de su familia española.

R.- Para mí son unos auténticos héroes. Me siento enormemente afortunado, porque mejorar el futuro de una persona a cambio de nada es lo más grande. Jamás podré agradecerles todo lo que han hecho por mí. Movieron cielo y tierra para que siguiese en España.

P.- Pero, ¿añorará sus raíces?

R.- Por supuesto, las raíces nunca se olvidan. Tres años después de llegar fui al Sahara y a Mauritania, donde estuve más de un año.

No he vuelto, pero mi familia me cuenta que allí me conocen y me admiran.

Mi estancia allí la recuerdo con ternura, puesto que se vivía peor, pero siempre con una sonrisa en la cara.

P.- ¿Cuál es su opinión sobre la situación del pueblo saharaui?

R.- Es un conflicto al que no le veo solución, ya que ningún país, ni la ONU toma la iniciativa porque hay varios intereses. Me parece vergonzoso y lo menos que se podría hacer es darle la independencia.

P.- ¿Cómo definiría el carácter castellano?

R.- Hospitalario, dispuesto a ayudarte y que transmite felicidad.

La gente de aquí, sobre todo, es educada, aunque también en ocasiones es seca. Una vez que te relacionas es amable y sincera.

P.- ¿Hay algo que no le guste de la cultura española?

R.- Para nada. Yo aquí estoy encantado y me parece que es el mejor lugar de Europa para vivir, porque el trato de la gente es muy bueno, un modelo.

P.- ¿Qué piensa de la inmigración?

R.- No comparto la inmigración ilegal. España es un país que facilita las cosas a los inmigrantes, pero son las mafias las que estropean su imagen. Viene gente de todo tipo; delincuentes y gente honrada, pero luego se generaliza. Para ellos, España es la puerta más accesible hacia Europa, hacia el futuro.

Para mí es un país para vivir, para vivir bien y ser feliz.