Pablo Domingo Salazar cumple, desde hace seis años, con la misma rutina cuando se publica el calendario oficial con los partidos de la Unión Deportiva Las Palmas: mirar las fechas de los encuentros que el equipo amarillo disputará, a lo largo de la temporada correspondiente, en Aragón y alrededores.

Mecánico de Iveco, este grancanario se desplazó en 2004 a Zaragoza para residir en la ciudad de la que es natural su esposa y, desde ese momento, sigue las aventuras de la Unión Deportiva desde tierras mañas.

Ayer, a primera hora de la mañana, llenó el tanque de gasolina de su coche y, a través de la autovía que une la capital aragonesa con Madrid, recorrió en poco más de hora y media los casi 150 kilómetros que separan Zaragoza de Soria para seguir en directo a la UD Las Palmas.

"Es el equipo de mi tierra, el equipo del que soy desde que era un niño. Y siempre que puedo me desplazo a las ciudades donde vaya a jugar que queden más próximas a Zaragoza para estar con mi Unión Deportiva", afirmaba ayer orgulloso en su asiento situado en la Tribuna del Estadio Los Pajaritos.

Para Pablo Domingo Salazar el duelo ante el CD Numancia fue el segundo encuentro del curso en el que pudo animar al conjunto que entrena Paco Jémez, ya que en septiembre se desplazó hasta Huesca para presenciar en el Estadio Alcoraz un partido que acabó en empate (0-0). "Y estuve a punto de ir hasta Valladolid. Incluso me puse en contacto con el club para conseguir la entrada, pero el plan se frustró porque el trayecto por carretera era demasiado largo: diez horas, ida y vuelta, por carretera", puntualizaba, al mismo tiempo que sopesaba la posibilidad de viajar, a final de mes, hasta Tarragona para estar junto al equipo en el primer encuentro de la segunda vuelta ante el Nàstic.

No estuvo solo Pablo Domingo Salazar en la grada, ubicado justo detrás del banquillo que utilizaron el cuerpo técnico y los suplentes de la UD Las Palmas, ya que junto a él presenciaron el encuentro otros cuatro aficionados grancanarios: Carlos, Jacorán, Dimas y Juanjo, cuatro vecinos del barrio de Las Torres que este fin de semana viajaron a la Península y aprovecharon el desplazamiento para estar con el equipo amarillo en Soria.

Inasequibles al desaliento, ninguno dejó de animar ayer a una UD Las Palmas que, en cada partido por la Península, encuentra el apoyo de su afición.