La Transgrancanaria es una carrera por montaña pionera en Canarias, la más importante de España y una de las ultra trail referencia en Europa. Hay competición, se baten registros, los corredores internacionales luchan por ser los primeros y todos se dejan la piel por llegar a la meta. Pero detrás de su faceta más competitiva hay una filosofía que se centra en el respeto a la montaña y en aunar deporte y naturaleza en una combinación perfecta y solidaria. Esa es la clave de que la Transgrancanaria haya ido creciendo como una gran familia en la que corredores de cualquier tipo y condición encuentran su lugar.

En la Transgrancanaria se comparte un objetivo que va mucho más allá de pisar la meta. Los corredores, independientemente del ritmo de sus piernas, comparten la misma determinación por dejar atrás prejuicios, barreras y cualquier tipo de excusa. Lo importante es disfrutar del camino. Son cientos las historias de superación de los corredores que se agolpan en el seno de la Trans, pero en esta edición hay tres historias dignas de mención.

Una de ellas es la del proyecto Transcapacidad, un intento de que una persona discapacitada, José Luis Hernández, pueda recorrer los 24 km de la prueba Starter en una silla adaptada, la joelette. Para ello contará con sus particulares porteadores, los corredores Reynaldo Ramos y César Díaz, y el apoyo de la terapeuta Irina Gruñeiro. También se unen este año a la Trans un equipo de usuarios y trabajadores de la ONG Proyecto Hombre y dos corredores autistas Mario Guadalupe y Adrián Peña, que se embarcan en la aventura de la mano de Borja González.