El entrenador del Arsenal, el francés Arsène Wenger, ha afirmado que no sabe jugar al despiste, después de que finalmente el holandés Robin Van Persie viajara con el equipo y tenga posibilidades de jugar mañana ante el Barcelona, a pesar de que hace escasas horas estaba prácticamente descartado.

El técnico alsaciano ha asegurado que la presencia en el equipo de Van Persie no es ninguna estratagema, y ha indicado que todavía no sabe si el goleador holandés se vestirá de corto en la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones, ya que lo tendrá que consultar mañana con el propio delantero y con el cuerpo médico.

"Van Persie ha progresado bastante en los últimos días. Cuando he hablado esta mañana era bastante improbable que viajara, pero las últimas pruebas han sido bastante positivas. Mañana decidiré", ha explicado Wenger, quien ha manifestado que Van Persie sólo jugará si está "al cien por cien".

Wenger ha señalado que su equipo llega a esta eliminatoria con muy buenas sensaciones, tras encadenar una racha de once partidos sin perder en la liga inglesa, aunque no ha citado la derrota en la final de la Carling Cup frente al Birmingham.

El técnico francés ha expresado el deseo de su plantilla de mantenerse viva en el mayor número de competiciones posible, y ha manifestado que sus pupilos "darían la vida por ganar" al Barça en el Camp Nou.

"Los dos equipos tienen una filosofía similar, y los dos tienen el deseo de ganar mañana manteniéndose fieles a su forma de jugar", ha declarado el entrenador galo al comparar los estilos de juego de Barcelona y Arsenal.

Para obtener el pase a los cuartos de final, los de Wenger deberán superar muchos escollos y, según Wenger, el primero de ellos será "salir de la primera presión del Barcelona".

El técnico ha desvelado que jugará en el centro del campo, entre otros, con el español Cesc Fábregas y el inglés Jack Wilshere, la nueva sensación del Arsenal, que, según Wenger, "juega porque es lo suficientemente bueno para hacerlo y lo merece".