Vinny Samways (Londres, 27 de octubre de 1968) vistió la elástica amarilla en 160 partidos, entre 1996 y 2002. Sólo consiguió seis goles pero al inglés depredador se le recuerda por su coraje y pundonor.

- ¿Qué es de su vida, sigue ligado al mundo del fútbol?

- Ahora vivo en Marbella y estoy entregado a mi propia empresa de representación de jugadores. El deporte ha sido y será mi vida, eso nunca cambiará.

- Usted llegó entrada la temporada 96-97. ¿Cómo le convenció la directiva para dejar la Premier League?

- Pues fue Ángel Cappa y su manera de entender el fútbol. Además, él me habló de la pasión de los seguidores de la UD y me dijo que este equipo merecía estar en Primera.

- Mucha gente cree que primero se ganaron a su familia con unas vacaciones en el Sur.

- Ángel Tadeo y Germán Suárez nos acogieron muy bien. Para mí, la familia es lo más importante y solo puedo agradecer a estos dos señores su gentileza, aunque realmente solo tenía que convencerme el director deportivo.

- ¿Sabe que Tadeo falleció recientemente?

- Pues no. Dios mío. Por favor, me gustaría mandar un mensaje de apoyo y condolencias a toda su familia y expresar que fue extraordinario.

- ¿Había buen equipo?

- Estaba el Turu Flores, que era nuestra referencia, junto a extranjeros como Walter Pico. Después, estaban los de la casa como Orlando, Paquito y Socorro, por lo que creo que teníamos un equipo fantástico.

- Creo que Paquito era su traductor personal.

- Paquito es para mí el caballero más gentil que jamás he conocido. Sin él, mi vida en Las Palmas hubiera sido muy difícil.

- ¿Su objetivo siempre fue el ascenso?

- Sí. Después de mi experiencia en la Premier el ascenso era un reto nuevo, quería devolver a la UD al lugar que le pertenece, sobre todo por su afición, que es la más increíble que he conocido.

- ¿A pesar de la fama que tienen las aficiones inglesas?

- Sí. Yo me crie, desde los 11 años, en el Tottenham y lo único que puedo decir es que para una isla pequeña es increíble tener a una afición no solo fiel y apasionada, sino con conocimiento.

- Su primer partido acabó a los 14 minutos. ¿Qué recuerda de este encuentro?

- Pues me expulsaron y me cayeron cuatro partidos de sanción. Para mí fue un golpe muy duro, estaba destrozado.

- Tras la sanción, reapareció ante el Salamanca y fue nuevamente expulsado cuando un rival le escupió.

- Perdí los nervios porque esto era algo nuevo para mí, en Inglaterra esto es impensable. Después del partido mi mujer me dijo que nos habíamos equivocado viniendo a España, porque esta liga, con mi temperamento, no era para mí. Entonces, estuve pensando en mi marcha pero me quedé por el apoyo que recibí de los compañeros y la afición.

- Es extraño porque, a pesar de las expulsiones, la grada entendió su coraje y sus ansias de ganar como algo positivo.

- Sí. Por cosas como ésta siento tanto respeto por la afición grancanaria. Durante 90 minutos mi vida dependía de un partido. Esto a veces era bueno y otras veces malo, pero es la manera en que fui criado y entiendo el fútbol.

- ¿Fue una tarjeta de presentación para la intimidación?

- No creo. Yo entonces estaba destrozado y fueron compañeros como Paquito, Orlando y Socorro los que me animaron a seguir en esa misma línea. Ellos entendieron que era importante para el conjunto.

- La liga continuó y usted se convirtió en el jefe dentro del campo, en un ídolo para la afición. ¿Qué es lo que les daba?

- Sinceramente te digo que si bien en Inglaterra tuve la suerte de jugar en grandes equipos y campeonatos, la afición de Las Palmas es la mejor que he conocido en mi vida y es por ellos que este equipo merece ascender a Primera. Ahora, cada semana, lo primero que hago es buscar el resultado de la UD.

- ¿Qué recuerda del ambiente del Insular?

- La verdad es que no conozco el nuevo campo, pero nunca me ha gustado lo de la pista de atletismo. El Insular era otra cosa, el ambiente era absolutamente fantástico y electrizante para los jugadores. La afición estaba encima, como un jugador más. Cuando estaba lleno era un ambiente tan bueno como el del mejor estadio del mundo.

- 160 partidos y seis goles, ¿recuerda alguno en especial?

- Mi favorito fue el de una remontada épica contra el Villarreal en el Insular con un jugador menos. Pero lo más importante siempre fueron los derbis frente al Tenerife. Había ambiente y una intensidad tremenda y a mí esto me encanta.

- Sus compañeros cuentan que usted era un jugador temperamental con una reacción muy fuerte pero que al cabo de cinco minutos siempre se le pasaba el enfado.

- Yo soy un hombre humilde y de familia, pero cuando entro en el campo mi vida cambia. Represento a un club, a una afición y a unos colores y, por ellos, voy a hacer todo lo que pueda por ganar. Es cierto que muchas veces fui demasiado lejos. Ahora con la edad lo veo claro, pero siempre luché por mis colores.

- Tuvo bastante relevancia una pelea con Oktay, su compañero turco, por una apuesta. ¿Qué fue lo que pasó?

- Tengo que decir que todo se exageró. Ambos somos grandes amigos y no fue nada más que un juego estúpido entre dos jóvenes. Al día siguiente estaba todo olvidado.

- A pesar de ganar, 3 a 1, en el Insular al Oviedo no se logró el ascenso pero la grada les ovacionó. ¿Como se sintió?

- Fue un disgusto muy grande. Cuando fui sustituido vi cómo el objetivo se nos escapaba de las manos, por lo que, lógicamente, estaba muy disgustado. Yo he perdido semifinales de la copa inglesa pero es probablemente el momento de mayor decepción de toda mi carrera. Bueno, fueron dos veces; ésta y el descenso de Anoeta.

- La gente aún recuerda sus lágrimas ante la Real Sociedad en aquel descenso.

- Bueno, puede que yo lo exteriorice más pero garantizo que no hubo ni uno que no lo sintiera igual. Diez jornadas antes estábamos bien situados en la clasificación, pero encadenamos una racha malísima y todos sufrimos mucho.

- Antes, había llegado la alegría del ascenso. El objetivo por el que tanto había luchado se cumplió.

- Jamás he estado más feliz en mi vida deportiva. Es algo que no olvidaré nunca. De hecho, mis hijos tienen en vídeo el último partido del Insular y es bonito ver cómo reviven esos minutos finales y la invasión del campo con emoción. Lo recordaré para siempre.

- ¿Y el año en Primera?

- Fue un año complicado pero una experiencia maravillosa. Jugamos contra los mejores, que es lo que todo jugador sueña desde pequeño.

- ¿Cree que merecieron la permanencia?

- Sí. Recuerdo ganar al Real Madrid en el Insular por tres a uno y un golazo de un niño llamado Rubén. Después, todo se complicó. Nunca olvidaré empatar contra el Tenerife cuando una victoria hubiera significado la permanencia.

- ¿Qué le parece la temporada actual?

- Pues estamos en una situación complicada, pero llevamos dos victorias esperanzadoras. Lo más importante es lograr la permanencia para, de esta forma, empezar a construir para el año que viene volver a mirar para arriba.

- ¿Se le hace difícil ver al equipo pelear por no caer a la Segunda División B?

- Bueno, ahora este es un equipo de jugadores jóvenes que aún están formándose. Yo coincidí con una época en la que se invertía mucho dinero en fichajes, como el Turu, pero ahora el equipo se sostiene con canteranos. Así que este año hay que pensar en salvar la categoría y en construir.

- Muchos aficionados opinan que desde su marcha no hemos vuelta a tener a un centrocampista de su coraje y espíritu. ¿Qué opina?

- No creo. Eso es un gran cumplido pero seguro que han pasado muchos mejores que yo. Creo que ahora hay que ser paciente y estoy seguro de que el mejor Las Palmas pronto estará de vuelta.

- ¿Qué opina del jugador canario?

- En mi época salieron canteranos fantásticos que han seguido en primera. Están Manuel Pablo, Valerón, Guayre, Jorge, Ángel, Rubén. Han conseguido cosas importantes y en los próximo años saldrán más, es cuestión de talento. Lo importante es que beneficie a la UD Las Palmas.

- ¿Y Silva en la Premier?

- Este es un jugador que pertenece ya a la élite mundial y que seguro que triunfará en Inglaterra.

- ¿Le veremos pronto en el estadio de Gran Canaria?

- Seguro que sí. Ya llevamos un tiempo para ir de visita y para que mi hija conozca el lugar donde nació. Así que me pasaré por el estadio a ver si me dejan hacer el saque.